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Jongdae ve la luz.

Un agitado Minseok entró a su habitación, dejando sobre la mesa su mochila y una carpeta llena de un papeleo que debía acabar, pero para el que no tenía cabeza en ese instante. Ese día había tenido que irse al trabajo a las seis de la mañana y recién llegaba a las nueve de la noche. Estaba agotado y solo quería dormir abrazado a Jongdae durante una semana entera, pero sus planes al parecer no iban a salir como él quería.

Frente al espejo que había en la habitación se encontraba un Jongdae en pantalones ajustados, bañándose en perfume, e incluso a Minseok le parecía que se había peinado pues sus rizos no estaban tan alborotados como de costumbre. Era una imagen rara de ver en Jongdae, él no solía poner mucho empeño en su imagen por su propia cuenta.

Pero esa noche se veía espectacular.

—Buenas noches Dae, ¿cómo te fue en el día? —lo cuestionó Minseok abrazandolo por detrás. Jongdae se sorprendió, al parecer ni siquiera había notado la presencia de su novio en la habitación.

—Pues mal, mi noviecito casi esposo ahora parece jefe del edificio ese de múltiples servicios que tienen que ver con escritura y noticia —respondió Jongdae de mala gana, así ganándose que Minseok lo pellizcara en las costillas—. En serio te extraño por aquí Minseok —confesó esa vez sin un deje de amargura en la voz—. Me fue mal en el día porque ni siquiera te vi cuando abrí los ojos.

—En serio lo siento —dijo Minseok dejando caer su barbilla en el hombro de Jongdae—. Pero ya estoy aquí para ti —avisó dejando un beso en el cuello ajeno.

—Ah no, señor casado con el trabajo —dijo Jongdae separándose de Minseok—, los amigos que he hecho en el estudio de grabación me han invitado a tomar un rato en un bar cerca de aquí, y como mi novio me olvidó, iré a matar penas con amigos. Como en la televisión —declaró con decisión y abotonado un último botón de su camisa negra.

—¿Amigos del estudio? —preguntó Minseok en tono bajito, aunque más que nada parecía una pregunta que se hacía a si mismo—. ¿Tienes más amigos aparte de Jongin y Sehun? —preguntó más fuerte Minseok y sus ojos brillaban por las lágrimas que se estaban formando en ellos.

Jongdae se volteó y encaró a su novio, las lágrimas habían comenzado a bajar por sus regordetas mejillas. Había algo que Jongdae no estaba entendiendo.

—Perdón, Minseok, solo estaba bromeando al hablar de forma tan amargada, no llores por favor —pidió envolviendo al mayor en un abrazo—, mejor vamos a la cama a dormir y hablar sobre el día o a escuchar música juntos, no necesito salir a ningún sitio.

—¡No seas idiota! —gritó Minseok rompiendo el abrazo—. Vamos, vamos, sal con tus amigos, debes hacerlo, más aún cuando te pusiste tan guapo y presentable, solo no bebas mucho —Minseok dijo todo aquello rápido mientras empujaba a Jongdae por el cuarto y luego por el pasillo hacia la sala—. ¡Estoy tan feliz de que hagas más amigos! ¡Tan feliz que derramo lágrimas! —declaró sonriendo pero sorbiendo los mocos de su nariz.

Con que de eso se trata todo, pensó Jongdae feliz.

Todo se trataba de su bonito y muy sensible novio siendo feliz por él y ese gran avance. Nunca había tenido muchos amigos y en un largo tiempo sus únicos amigos habían sido su propio novio, Jongin y Sehun. Incluso él estaba feliz por haber logrado llevarse tan bien con la gente del estudio a pesar de su temperamento particular pero todo había mejorado mucho con sus sesiones de terapia y la medicación, incluso su humor y sus habilidades sociales.

Cuando Minseok ya lo había empujado hasta la puerta de entrada Jongdae lo volvió a encarar y lo tomó de la mano.

—Deberías venir conmigo, mi novio debe conocer a mis amigos —dijo y besó la palma de Minseok—. Te van a agradar, hay un chico que es letrista y sus escritos para las canciones tienen una vibra que me recuerda a todo lo que escribes. También está esta chica que trabaja como asistente de los jefes de cabina y es muy tierna y ocurrente. Y la persona con la que mejor me llevo es Baekhyun, tienes que conocerlo, ¡es la alegría en persona! Y sus chistes son muy buenos.

La forma tan alegre en la que Jongdae hablaba de sus nuevos amigos hacía a Minseok sentirse tan bien que se podía olvidar de que estaba agotado. La energía de Jongdae se le contagiaba a él.

Y así debía ser una buena relación. Una donde las cosas buenas se contagian mutuamente.

—Iré contigo mi amor.
















Enough ; Chenmin | Xiuchen  Where stories live. Discover now