050

1.2K 199 49
                                    

Extracto del libro Enough, por Kim Minseok.

Thoughts.

Al contrario de lo que mi yo adolescente triste pensaba, no nacimos con la tarea programada de simplemente dejar de existir en algún punto. No nacimos con el único claro destino de que en algún momento todo tendrá que acabar.

Nacimos para vivir. Tres simples palabras que tienen el más inmenso significado en la faz de la tierra.

Nacimos para aferrarnos al tiempo y contarlo para no desperdiciarlo.

Nacimos para formar nuestro camino y no dejar que los demás nos impongan sus mapas estrechos.

Aunque hay veces en las que nosotros somos nuestro propio obstáculo. También existen veces en las que no es intencional ser nuestro propio obstáculo. Simplemente fuimos codificados para ser nuestra propia prueba.

Muchas veces estamos tan rotos que nuestro interior corta nuestro exterior, nuestra rutina.

Muchas veces estamos enfermos, con remolinos de pensamientos que una y otra vez te dicen que los pares.

Contemplar el terminar todo puede ser una cosa diaria. Hacerlo claramente es el fin.

Queremos por fin lo que nos tocó, lo que nadie nos preguntó si queríamos. Está bien. No se los reprocho, yo lo he pensado.

Algunas veces las sensaciones punzantes te atacan en medio de una inhalación, tu garganta comienza a arder y el recuerdo de algo, alguien o de un momento se atasca en mente y en tu corazón. De un momento a otro sientes como si tu corazón bombeara estos recuerdos para hacerte débil, para que te duelan partes que no te deben doler.

El dolor mental es el enemigo perfecto.

Es por eso que esencial no es el corazón que bombea sangre, lo esencial es la mente que percibe la vida.

La salida no es creer que hay algo mejor en otra vida o que hay descanso eterno o que ser almas en penas es mejor que ser almas vivas con mochilas pesadas.

Dejame contarte algo que no es lindo.

Cuando ya no tenemos expectativas en la vida. Las ponemos en esa muerte que nos queremos causar.

Pero la decepción duele bastante.

Sé que el levantarse cada día puede ser arriesgado, vivir es es extraño e hiriente.

Es más arriesgado poner expectativas en algo no registrado.

¿Y si es peor?

¿Y si te mueres y eres condenado a ver el daño que les causas a los demás?

¿Y si te matas y nunca consigues la paz que querías?

¿Y si te matas y eres obligado a ver una especie de película de tu vida? que debe haber sido una gran mierda porque te mataste. Eso sería bastante malo, ver una película que te destruye una y otra vez. Sin salida alguna porque ya no hay a donde más ir.

¿Podrías entonces pensar un poco más en lo que quieres ver en la película de tu viva?

¿Podrías pensar un poco más en las personas a las que quieres?

¿Podrías pensar en ti?

Solo sigue viviendo por favor, puedes cambiar de muchas formas tu dolor. No siempre tienes que acabarlo. Si estás cansado para hacerlo tú mismo hay ayuda para que recuperes las ganas.

Sigue viviendo y piensa que algún día podrás hacer algo con tu vida que valga la pena de ver una y otra vez cuando mueras.

Toma tu dolor y ponlo en la palma de tu mano, presionalo. Con la otra mano sigue tomando tus sueños. Vive a la par. Siempre hay sueños y siempre puede haber más sueños. Créeme, si el dolor puede crecer los sueños también se pueden acumular. Y puedes vivir tu vida con ambas cosas. Luz y oscuridad, un día cuando tus sueños se comiencen a hacer realidad, un día cuando tu felicidad crezca, no la vas a poder sostener con una sola mano y automáticamente querras sostener tu vida con ambas manos.

Y el dolor, se irá con el viento, y el pasado se puede quemar con la luz de unos sueños.

Recuerda:

Siempre hay algo por lo que vivir y soñar.

¿Y qué si tienes un trabajo común y tedioso y no uno asombroso como el que querías tener a los once?

Piensa que con ese trabajo podrás comprarte a la media noche bollería barata y pararás de llorar para comer y calmar tus sentimientos.

También podrías ahorrar lo que ganes en ese trabajo horrible. Y luego renunciar y comprarte un Ferrari y llorar dentro de él, o viajar por le mundo y llorar viendo las siete maravillas que hay en este mundo azul y verde.

Habrá después tiempo para conseguir otro trabajo de mierda o para quedarte en España sin dinero y ser mesero en un país nuevo.

Puedes pensar también en que puedes ayudar a otros como tú y que puedes darles las alegrías que tú no tuviste. Hasta que tu corazón se hinche con el amor que das.

¿Y qué si tienes que trabajar limpiando la calle?

Piensa en que le das felicidad al mundo y lo cuidas.

¿Y qué si tienes cortes en los brazos que tu mismo te has hecho? Podrías haberte vuelto un asesino en serie, podrías haber tomado el dolor contra el mundo.

Y confío en que decidiste hablarlo con alguien cuando el placer momentáneo se acabó. Confío en que encontraste a alguien que se mezcle con tu corazón.

Toma la vida que tienes y vivela. Escápate del dolor o llevalo a la montaña rusa contigo y que se asuste por tus risas y tu diversión.

No tienes que ser perfecto, ni tener la vida perfecta. Con la vida que tienes es suficiente para correr y probar de todo.

Con la vida que tienes es suficiente porque fue la que se te dio desde antes de nacer.

Suficiente es mejor que nada.

Y nada es lo que no conocemos.

Y lo que no conocemos no sabemos cómo tomarlo, como sufrirlo, como darle significado. Seríamos algo en medio de la nada con una masa de pensamientos interminables, con una voz que quiere que hagas algo pero que no puedes descubrir qué es porque no estás en tu vida.

Créeme. Es suficiente con llorar a media noche o reírte junto a una persona que significa mucho para ti.

Todo lo que tenemos es suficiente para cambiar y explorar.

Suficiente. Recuerdalo.

Enough ; Chenmin | Xiuchen  Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon