El Corazón de la Espada ( Zoro x lectora ) ( Roronoa Zoro x lectora )

Parte 17

.-¿Qué tal ha estado la lluvia?.- preguntó Ussop quien era de los pocos que aún estaba en pie.

.-Salada... Me ha pillado una ola grandísima.- hiciste cara de asco y él se carcajeó.

.-Solo un tonto saldría a disfrutar la lluvia en un barco.- respondió mientras se apretaba la barriga de tanto reír, te cruzaste de brazos inflando tus mejillas dispuesta a rebatirle.

La puerta se abrió detrás de ti y como acto reflejo te volteaste.

.-Escúchame idiota, si quieres matarte no lo hagas desde el Sunny. Procura no darnos dolores de cabeza y preocupar a Luffy.- espetó Zoro quien estaba igual de empapado que tú, Ussop parecía no entender y los miraba a ambos interrogante.

.-Me quedó claro la primera vez Roronoa Zoro, no hay necesidad de ser tan petulante.- replicaste dando media vuelta y él salió detrás tuyo.

.-¡No he terminado de hablar contigo!.- agregó tomándote del brazo obligándote a verle.

.-¿Qué harás? ¿Me seguirás sermoneando o vas a golpearme? ¡Anda! Inténtalo, me disculpo por mi estupidez de hace un rato pero eso no te da derecho a hablar en ese tono.- dijiste furiosa hundiendo tu dedo índice en su pecho.

.-La próxima vez no saltaré para ayudarte.- agregó él, pusiste los brazos en jarra aguantando el aire en tus pulmones.

.-Escúchame bien animal, yo no necesito que nadie me rescate ¿entendido? Me las he apañado durante todos estos años sola y he vivido demasiado tiempo rodeada de hombres como tú, piratas que se creen muy rudos tratando a los demás como basura.- lo fulminaste con la mirada saliendo en dirección hasta el baño.

.-¿A dónde crees que vas?.- preguntó estoico.

.-¿Tengo que decirte todos mis movimientos? Bueno si es así, al baño a tomar una ducha para sacarme toda la sal que tengo ahora encima.- replicaste sin dirigirle la mirada, él se adelantó y abrió la puerta del baño.

.-Antigüedad constituye grado en este barco... Utilizaré primero el baño.- dijo socarrón cerrando la puerta.

.-¡Maldito idiota!.- refunfuñaste sentándote en el piso mientras el vapor salía por debajo de la puerta.

Minutos más tarde Zoro salía con una sonrisa victoriosa, saltaste dentro del cuarto y le sacaste la lengua haciéndolo sonreír de medio lado.

El agua tibia relajaba tus músculos, con parsimonia comenzaste a quitar toda el agua salada de tu cabello y tu cuerpo. De pronto el rechinar de la puerta te sobresaltó.

.-¡Está ocupado! No me tardo.- exclamaste para avisar a la persona pero no obtuviste respuesta.

.-Existe algo que se llama privacidad...-. Dijiste asomando tu cabeza por la cortina de la ducha.

El espadachín estaba apoyado en la puerta de brazos cruzados y con una sonrisa pícara.

.-¿Te comió la lengua el gato?.- preguntaste mirándole con desdén, se acercó lentamente hasta ti.

.-¿Qué tan buena eres con la espada?.- preguntó él a pocos centímetros.

.-Buena, no excelente pero podría asegurar que buena.- respondiste segura de ti misma haciendo que él enarcara una ceja.

.-Ya veo.- exclamó y salió del baño dejándote con una expresión de duda.

.-¿Qué mierda le pasa a este?.- pensaste continuando con tu ducha.

Pero la verdadera razón para que Zoro entrase hasta allí era solo para molestar, porque con tu llegada no había un momento en que no estuvieras con alguien encima y le enfermaba.

En cierta forma quería ponerte a prueba para ver tus habilidades en el manejo de la espada pero también quería estar cerca de ti.

Por lo general era Sanji quien siempre revoloteaba sobre ti o Brook pidiéndote que cantasen a dúo, dejándolo excluido de poder entablar la más mínima conversación contigo.

De no haber sido por el incidente de hace un rato bien podrían haber pasado el día entero sin dirigirse la palabra y no sabia como pero quería más.

Su cuerpo no obedecía razones y necesitaba conocerte más, sobre todo reunir información sobre ese alguien a quien te empecinabas en encontrar. Eso lo hacía desconfiar igual o más que de Robin quien pese a llevar ya varios años junto a ellos no le entraba por completo luego de las acciones que había cometido.

Sin perder más tiempo caminó hasta la habitación de los chicos secando su cabello con una toalla, el interior estaba oscuro y en silencio. Allí debían estar descansando ya todos excepto Ussop quien preparaba en el comedor más de sus armas con el fin de tener reservas por cualquier emergencia.

Subió hasta su hamaca y dejó que el vaivén del barco lo sumergiera en un fácil sueño repasando en su mente cada una de tus curvas y sonriendo de medio lado en la oscuridad.