Parte 21

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.-¿Por qué no estás bebiendo con los demás?.- la voz del espadachín se llevó tus recuerdos lejos haciéndote volver a la realidad.

.-Hoy estoy melancólica, quería pasar un rato a solas.- respondiste mirándole.

.-Entonces no molestaré.- sacó una de su piernas fuera del puesto de vigía para comenzar a descender.

.-No me molesta, además tengo esta.- sonreíste agitando la botella con el líquido verde.

.-¿Es el trago de la última vez?.- preguntó él regresando.

.-Sí... ¿Quieres tener una revancha?.- le dijiste extendiendo la botella hacia él.

.-Seguro.- se la llevó hasta los labios dando un largo trago.

.-¡Con calma! Mira que sin la preparación que le da Willy el trago es más fuerte.- respondiste quitándole la botella y dando un trago también.

.-Entonces hagamos una apuesta de quién se emborracha primero.- exclamó presumido arrebatando la botella de tus manos.

.-Me apetece ¿qué apostamos?.- preguntaste recibiendo la botella de regreso.

.-No lo sé... Tenemos todo este tiempo para pensarlo, algo se nos ocurrirá.- se encogió de hombros mirando el océano.

El oleaje se hacía más intenso a medida que la noche avanzaba y la marea pronto subió, no quedó rastro de la playa y con suerte se veían los pilotes de madera del enorme muelle.

El Sunny se mecía con fuerza pese a estar atracado aunque ni tú o Zoro pudieron aclarar si era producto del mareo que sentían por el alcohol o porque el oleaje estaba en exceso agitado esa noche.

.-¿Qué? ¿Qué tengo algo en la cara?.- balbuceó notando como le mirabas fijamente.

.-Estas comenzando a ponerte ebrio... Si sigues así voy a ganar la apuesta.- dijiste burlona dando otro trago a la botella.

.-¿Y ya pensaste que vas a apostar?.- su lengua se estaba volviendo traposa evidenciando los efectos del alcohol.

.-Hmmmmm... Puede ser, pero hasta que no sea ganadora no lo sabrás.- le guiñaste un ojo, el alcohol también te estaba alcanzando pero podías disimularlo mejor que él, como fuera ganarías este duelo.

Continuaron un rato más así, sintiendo las sacudidas del Sunny por la fuerte marea, a Zoro le costaba mantenerse en pie y tu soltabas una que otra risita por su estado. Fue así como en una de esas fuertes sacudidas él quedó muy cerca de ti afirmándose de los bordes del puesto de vigía acorralándote entre sus brazos.

Su mirada y piel ardía, reconociste la intensidad que se hacía presente e inhalaste profundo el aroma a acero que despedía el cuerpo del espadachín. Suavemente desataste su faja roja dejando en el piso a sus tres espadas, pasaste tus manos por su pecho abriendo el largo abrigo verde y acariciando con la punta de los dedos la enorme cicatriz.

Te sentaste en el borde del nido de madera aquello le asustó un poco y en un acto reflejo te sujetó firme con uno de sus brazos. Su mirada permaneció fija en ti, subiste tus manos hasta su rostro tocando suavemente la cicatriz de su ojo izquierdo, ladeó la cabeza para apoyar su mejilla en la palma de tu mano.

Abriste un poco las piernas para que él quedase frente a ti, no fue necesario decirle nada pues se dejó llevar, bajaste su abrigo que se deslizó tras su espalda cayendo sobre las espadas.

.-Yo gano... esta electricidad entre los dos es una tortura y se está volviendo peligroso.- dijiste sosteniendo su intensa mirada y cruzando tus manos detrás de su cuello.

.-Tómame aquí... No pienses en las consecuencias, no pienses en las decisiones que has tomado.- susurraste cerca de su oído quitando su haramaki verde, podía ser que el capitán no permitiera ese tipo de relación en los miembros de su tripulación pensaste.

.-Con esto ganaremos ambos.- gruñó y bajó hasta tu cuello alternando besos con pequeños mordiscos haciéndote suspirar y arquear la espalda. Pasó sus manos por tus muslos recogiendo el vestido y comenzó a moverse apegándote hacia él.

En sus caricias no era tierno ni suave, sus movimientos fuertes eran para reclamar tu cuerpo como suyo, proclamándose dueño de aquella nívea tierra con la intención de saberse soberano en tu placer.

Sus movimientos cada vez más rápidos y fuertes aprovechando también el fuerte oleaje hacían que se escaparan gemidos y susurros de tu boca que a él le hacían estremecerse aún más.

.-¡Zoro!.- gemiste apretándole con los muslos y enterrando tus dedos en su cuello. Él captó la señal y aceleró su ritmo para sentir como ambos tensaban sus músculos, de sus labios se oyó un ronco gruñido y apoyó su cabeza en tu hombro recobrando la respiración, por un momento te hizo olvidar todas las caricias y promesas de Billy.

Quitaste algunos mechones de cabello de tu rostro que por el sudor se habían pegado a el y lo amarraste en una coleta.

.-Voy a regresar... Podría salir alguien a buscarnos.- exclamaste bajándote el vestido y saliendo del nido de madera.

No obstante, el apetito del espadachín no se había saciado. Algo le faltó al íntimo encuentro que habían tenido y aunque por una parte estaba satisfecho sabía que en el fondo probar tus labios era lo que más quería conquistar.

Recogió su ropa y se vistió observando el océano sintiendo como el sueño empezaba a invadirlo, por último ajustó la faja roja colocando las espadas en ella y con torpes movimientos comenzó a descender del puesto de vigía.

.-¿Nh? ¿Qué estabas haciendo Zoro?.- preguntó curioso Chopper al verle aparecer agitado y sudoroso.

.-¿Estabas entrenando hasta tan tarde?.- insistió el pequeño reno volviendo a meter su nariz en el libro de medicina.

.-Sí Chopper.- respondió él tomando un trago de una botella que había en la mesa.

.-¿Entrenabas con ________? Ella estaba igual que tú, entró hace pocos minutos.- agregó Chopper sin levantar la mirada del libro, Zoro sintió una gota de sudor frío en su sien.

.-Sí, ya sabes. A todos nos sirve ejercitarnos a veces.- zafó de la situación pues Chopper asintió y le devolvió una sonrisa.

Se fue tambaleante por la borrachera y el reno le dirigió una mirada de soslayo pues sabía que le estaba mintiendo, su olfato agudo le hizo notar que sus olores estaban mezclados entre sí junto al alcohol y eso sólo significaba que habían estado demasiado juntos.

Prefirió callar por no ser su asunto y conociendo bien al espadachín tampoco obtendría algo más como respuesta y tú le caías demasiado bien como para hacerte sentir incomoda.

El Corazón de la Espada ( Zoro x lectora ) ( Roronoa Zoro x lectora )Where stories live. Discover now