El Corazón de la Espada ( Zoro x lectora ) ( Roronoa Zoro x lectora )

Parte 30

Desde aquel día te abocaste con ferviente dedicación a aprender algo más de cada integrante del Sunny. Pasaste un tiempo ayudando a cada uno y cuando llegabas al último volvías a comenzar, habías recolectado un montón de información de todos ellos. Y te emocionaste al conocer en que circunstancias finalmente se habían convertido en nakamas de Luffy, aquello te llenaba de orgullo y una parte de ti deseaba quedarse en aquel barco mucho más tiempo.

.-¿Así está bien?.- preguntaste mientras cortabas delicados pétalos de un salmón fresco, Sanji caminó hasta ti y con suavidad sostuvo por detrás tu mano deslizando el cuchillo.

.-De esta forma, pon una mano sobre el trozo de pescado y con la otra suavemente da el corte, la técnica es que sea tan fino como para que se trasluzca la hoja del cuchillo a través.- explicó mientras estaba aún en la misma posición, era tan profesional en la cocina que no se sonrojó con la proximidad de ambos y tú tampoco pues ya eran muy cercanos.

La puerta se abrió de golpe y Zoro enarcó una ceja al verles en aquella postal, pateó unas cajas que se encontraban en el piso y a grandes zancadas regresó a la cubierta.

.-¡Maldito Marimo! ¿Pero qué mierda le sucede?.- exclamó perplejo por la actitud del espadachín entre tanto recogía las cajas.

Fingiste no saber nada al respecto pero suponías que le molestó ver que Sanji y tú se llevasen tan bien, constantemente sentías la presión de su mirada sobre ti aunque la mayor parte del tiempo ignorabas su presencia, algunas veces te ponía de mal humor y sostenías su mirada de manera desafiante produciendo que él bufara. Sin embargo, pese a toda la distancia que mantenían el uno del otro aquella electricidad les sacudía por completo cuando rozaban sus cuerpos o cruzaban miradas. La gran tormenta a la que Zoro temía tanto estaba a pasos de desatarse.

Ya llevaban varios meses conviviendo de esa manera, no obstante, la tensión que se presentaba al tenerlos juntos en la misma habitación era algo que estaba cabreando a Luffy. Al capitán le parecía una pelea de niños que ambos fueran tan orgullosos, él sabía mejor que nadie el error que cometió Zoro pero aún así no podía hacer nada para que aceptaras sus disculpas. El resto del grupo también tenía ligeras sospechas pero no hicieron preguntas sobre ello, salvo por Luffy, Ussop y Robin nadie más sabía con exactitud lo que sucedió en aquella isla.

Pero Zoro tomó eso como un duelo, si querías jugar él también podía hacerlo. Si provocarle celos es lo que estabas buscando te pagaría con la misma moneda quizás de esa forma entenderías que tenerlo cerca era algo que tu cuerpo pedía a gritos.

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.-Amo el océano pero ya estoy aburrido del mismo paisaje.- Luffy hacia un puchero sosteniendo su caña de pescar.

Desde la ultima isla que era habitada por una tribu salvaje que quería matarles, llevaban semanas sin lograr divisar una nueva isla lo que tenía impaciente al chico en busca de aventuras.

.-Es mejor así Luffy, piénsalo bien. No nos meteremos en problemas en un buen rato.- suspiró Ussop aliviado quien pescaba a su lado.

Un poco más allá Nami fruncía el ceño con incertidumbre pues ni siquiera habían divisado una isla pequeña, era demasiado extraño para la chica aunque pensándolo bien en el nuevo mundo no había estaba permitido aplicar la lógica cotidiana.

.-¿Aún nada?.- preguntó Sanji apareciendo por el lugar, la chica negó con la cabeza.

.-Esto no es nada bueno... Ya he racionado la poca comida que nos quedaba y se nos están agotando los suministros básicos. Siempre podemos pescar pero necesitamos más que eso.- informó el rubio a la chica quien suspiró pesadamente al oír sus palabras.

.-También necesitamos medicinas e insumos médicos para la enfermería. He gastado casi todo curando las heridas de la última pelea.- agregó Chopper al oír la conversación.

.-Bueno, las agujas están apuntando desde hace meses en las direcciones pero aún no localizamos nada, de todas formas por órdenes de Luffy nos dirigimos hacia está en específico...-. La chica señaló la brújula del medio obviamente la que más movimiento tenía.

.-Solo nos resta esperar por un milagro para poner otra vez un pie en tierra firme.- sentenció la chica mirando las nubes amenazadoras de tormenta.

.-Está vez será una grande... Lo mejor es que ajustemos todo antes del anochecer.- agregó bajando las escalinatas para darle las órdenes a los demás.

.-Nami se ve tan linda cuando toma el control.- exclamó Sanji formando corazones con el humo de su cigarrillo.

.-¿Cómo está ________?.- preguntó Chopper con el semblante preocupado.

.-Se lo está tomando a su manera, supongo que todo esto de pasar tiempo con cada uno de nosotros es para mantener la cabeza ocupada y no darle más vueltas al asunto.- respondió el cocinero exhalando el humo de sus pulmones.

Apareciste por la cubierta con un platillo de comida, querías dárselo a Luffy quien estaba en la cabeza de león sentado pescando.

Perdiste la cuenta de cuanto pescado y reyes del mar habían devorado en necesidad de apaciguar los estómagos de la tripulación y aunque Sanji podría convertir una bota vieja en un suculento platillo, ya no tenían de donde echar mano para inventar nuevas recetas.

.-¿Para mí?.- parpadeó confuso Luffy y agradecido tomó el plato entre sus manos.

.-¡Está delicioso! Aunque extraño tanto la carne.- lloriqueó un instante.

.-Lo siento Luffy... Es todo lo que nos va quedando, no disponemos de muchos condimentos y debemos racionar las provisiones.- te disculpas pero él le restó importancia pues no quería parecer mal agradecido.

Zoro permanecía durmiendo aferrado a sus espadas, le viste a lo lejos y caminaste imperturbable, Robin dejó escapar una risita mientras te miraba de soslayo.

.-Una fleur.- susurró mientras cruzaba sus brazos sin parecer sospechosa.

Pasaste frente a él y de pronto caíste encima suyo, casi como por arte de magia. Tan rápido como apareció la mano de Robin que sujetó tu pie, desapareció para no delatar que fue ella la dueña de aquella jugada. Despertó sobresaltado sin entender qué hacías sobre él, tus mejillas se encendieron en rojo vivo por la torpeza que habías demostrado. Al espadachín pareció no molestarle el contacto y tras parpadear un par de veces aprovechaste para levantarte y darle la espalda.

.-Lo siento, no sé cómo pasó.- exclamaste dando un par de zancadas para desaparecer del lugar lo más rápido que podías.

Se limitó a chasquear la lengua y volver a cerrar el ojo para continuar con su siesta, ahora tendría que enfocarse en devolverte la mano, su jugada sería algo que te sorprendería por completo.

Pese a que la cordialidad se mantenía cuando tenían que descender a alguna isla y encargarse de algunos tipejos que buscaban pelea, dentro del Sunny se ignoraban o eso pretendían, aunque presentía que aquello no era más que una excusa para jugar al gato y el ratón dentro del Sunny.

Aunque quisiera no podía negar que extrañaba tu cuerpo y tu cálida respiración sobre su piel, odiaba que pasaras tiempo con todos los demás excepto él, le ponía enfermo no saberse dueño de ti y su paciencia comenzaba a agotarse.