Parte 23

675 49 3
                                    


Entraste al observatorio sigilosamente para encontrarle de espaldas entrenando. Aclaraste la garganta para hacer notar tu presencia ahí dentro, se volteó y soltó las enormes pesas produciendo un fuerte ruido.

.-¿Necesitas algo?.- preguntó sonriendo y enarcando una ceja.

.-La verdad... Sí.- respondiste acercándote hacia él.

.-No me mires así solo he venido por un favor, no tengo otras intenciones.- aclaraste haciéndole cruzar de brazos.

.-Soy todo oídos.- exclamó retomando su entrenamiento.

.-¿Podrías entrenarme?.- tu pregunta le hizo sentir incómodo y guardó silencio sin saber qué responder.

.-Por favor...-. Suspiraste porque su silencio se había vuelto demasiado largo para tu gusto, paró de ejercitarse.

.-¿Por qué no se lo pides al cocinero ese?.- escupió sin voltear a verte.

.-Porque Sanji no utiliza las... ¡Espera! ¿estás celoso?.- pusiste los brazos en jarra.

.-¡Claro que no!.- exclamó volviendo a soltar sin ningún cuidado las enormes pesas.

.-¡Entonces no tienes ningún problema con entrenarme!.- dijiste acercándote hacia él.

.-Dale una vuelta Zoro... Quizás salgamos ganando los dos como aquella vez.- susurraste en su nuca soplando su espalda perlada por el sudor.

El aire frío le hizo estremecerse y cuando volteó solo pudo notar tu contoneo elegante como una gata. Se quedó dubitativo, aquello sería una buena oportunidad para alejarte un poco del cocinero infame y aunque no aceptara tu oferta tenía muy en claro que caería en alguna de tus jugarretas para convencerlo, la carne era débil sobre todo cerca tuyo.

Bajaste del lugar por las escaleras del mástil y de un brinco llegaste a la cubierta.

.-¡Yohohoho! ¿Qué ha dicho Zoro?.- preguntó Brook quien apareció de la nada.

.-¡KYAAAAAAAAAAA!.- gritaron ambos.

.-¡Brook! Casi me matas del susto.- articulaste cuando recuperaste la respiración.

.-También casi muero del susto... Aunque espera, yo ya estoy muerto ¡Yohohoho!.- cacareó Brook haciéndote reír.

.-Bueno no me ha dicho nada pero quizás lo va a pensar.- respondiste encogiéndote de hombros, el esqueleto parecía un poco pensativo.

.-Yo también podría enseñarte un par de cosas.- agregó tomando un poco de su té.

.-¡¿En serio?! ¡¿Harías eso por mí Brook?!.-

.-Sí pero tendrás que mostrarme tus bragas.- añadió él con naturalidad.

.-¡Que no! Creo que esperaré por la respuesta de Zoro.- te llevaste la taza de té a tus labios.

.-Por cierto, te molestaría contarme ¿a quién estás buscando?.- preguntó cortésmente el esqueleto y negaste con la cabeza para relatarle a grandes rasgos tu historia junto a Billy.

.-Ya veo... Si logras encontrarlo y te marchas estaremos muy tristes pero felices por ti.-

.-Sí cierro los ojos aún puedo verle... Debe haber cambiado un montón en estos años, todo un hombre.- suspiraste cerrando los ojos imaginando a un Billy completamente diferente pero por alguna razón extraña la imagen se hacía difusa y apareció el espadachín en tu mente.

Se escapó un gritito de tus labios y la silla se tambaleó hacia atrás haciéndote caer de espaldas aún sentada.

.-¿Nh? ¿Señorita _______?.- preguntó Brook por tu extraño comportamiento.

.-¡Estoy bien! ¡Estoy bien!.- dijiste bajando rápidamente tu falda y poniéndote en pie con un leve sonrojo.

.-¡Yohohoho! Pero que bonitas brag...-. Golpeaste su cabeza y le dejaste solo allí.

.-Me rompió un hueso, no... Rompió mi voluntad de ver sus bragas.- sollozó Brook tocando el enorme chichón de su cráneo.

.-¿Por qué no te quedas con nosotras a tomar el sol?.- preguntó Nami invitándote hasta una de las sillas.

.-¡Dios! ¿Cómo logran soportarlos?.- preguntaste dejándote caer a su lado.

.-Después de tanto tiempo creo que solo los ignoramos.- respondió Robin extendiéndote un libro y Nami asintió.

.-¿Y esto?.- preguntaste parpadeando perpleja por su gesto.

.-¡Oh! Pensé que tal vez te gustaría leer un poco para despejar la mente.- ella volvió a hundir las narices en su libro.

Nami figuraba tomando el sol y junto a Robin te sumergiste en la lectura que la chica amablemente te había facilitado.

Cada página te hacía recordar más y más a Billy. Era tan dulce, totalmente diferente a los hombres que frecuentaban el lugar. Su rostro infantil podría engañar a cualquiera que no le conociera e incluso su contextura delgada le significaba ganarse varias bromas entre sus pares.

Pese a todo eso el chico tenía una determinación férrea que nadie lograba doblegar y así mismo se ganó el favor de Garp.

El hombre vio un futuro prometedor en los ojos del muchacho quizás aquel futuro del cual no logró persuadir para sus dos nietos quienes optaron por hacer lo opuesto que Garp deseaba.

Suspiraste con los ojos cerrados apegando el libro hacia ti, Robin te observó de reojo con una pequeña sonrisa, le parecías fascinante y más aún la forma en que se comportaba el espadachín cuando estabas cerca. Tendría que descubrir que sucedía porque la curiosidad le estaba matando.

.-¡TIERRAAAAAAAAA!.- el grito de Luffy captó la atención de todos, a excepción de ustedes tres y Sanji quien recién asomaba su cabeza en la cubierta, el resto corrió a proa para observar mejor.

.-¡Genial! Esta vez hemos tardado solo dos días en llegar, aunque me pone nerviosa.- soltó Nami acomodándose en su silla.

.-¿Por qué?.- dijiste dejando a un lado el libro.

.-La aguja que más se mueve del log pose es en esta dirección, esa isla debe ser peligrosa aunque no saco nada con decirle a ese cabeza hueca.- apuntó hacia Luffy soltando un gran suspiro.

.-De todas formas irá y si le dices que no le llamará más la atención.- exclamó caminando hacia el timón.

El Corazón de la Espada ( Zoro x lectora ) ( Roronoa Zoro x lectora )Where stories live. Discover now