Capítulo N°2: "¿No Dejó Que Me Tocaran?"

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#NARRA Atenna#

Desperté y me encontraba acostada en el suelo atada de manos y pies con una venda en mi boca. Fui despertando poco a poco, subí la mirada y vi a Gabriela en el mismo estado, lágrimas comenzaron a salir al verla. Estaba terrible, tenía el mismo vestido de la fiesta pero estaba roto y sucio, su maquillaje estaba corrido, le faltaba un tacón, su cabello estaba desordenado, una venda blanca tapando su boca. Sollozaba, tenía miedo, era muy notorio.
Miré mi vestido, afortunadamente seguía vestida, me sorprendí al ver que mi vestido no estaba tan sucio, mi pecho estaba sudando, hacía demasiado calor y sentí mis piernas pegajosas debajo de la falda, aún conservaba ambos zapatos.

¿Dónde estará Sofía?

Supuse que estaba en la misma habitación pero detrás de mí, estaba atada y moverme era algo muy complicado, sin embargo logré voltearme y allí estaba.
Atada de manos y pies con vendas en la boca y otra tapando sus ojos. Cabello desordenado, tenía una mejilla morada, la habían golpeado, sollozaba terriblemente, su lápiz labial estaba corrido por toda su mandíbula, su vestido estaba más roto que el de Gabriela, tenía moretones en las piernas y estaba sin zapatos... Simplemente horrible. Una pregunta comenzó a rebotar en mi cabeza...

¿Por qué Sofía tenía moretones?

¿La habían golpeado?, ¿Qué le había pasado? Comencé a sentirme peor, y el ambiente nada que ayudaba. Un cuarto oscuro, era pequeño, había una puerta de madera.

¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Cuánto tiempo llevamos aquí?

Lo único que se escuchaba era lo sollozos de las chicas, yo lloraba en silencio. Repentinamente una puerta se escuchó afuera y después de unos 30 segundos abrieron la puerta de madera se abrió y dejó entrar la luz, cerré los ojos para poder adaptar mi visión. Tres figuras masculinas aparecieron a contra luz, lo único que pude diferenciar fueron las alturas; a la derecha estaba una figura muy alta, en el medio una figura más baja y en la derecha una intermedia.

Sofía empezó a sollozar más fuerte, estaba atemorizada, se notaba a kilómetros de distancia.
El de la derecha encendió la luz y pude ver los rostros de las tres figuras masculinas que se encontraban al frente.

La más alta era un hombre de tez blanca, cabello castaño, ojos cafés, alto y delgado, tenía un bigote muy italiano. Tenía una franela blanca, una chaqueta de cuero negro y jeans azul oscuro con zapatos negro de vestir.
El de mediana altura era un hombre un poco más moreno, pero de tez igualmente blanca, ojos grandes y cafés, cabello oscuro, barba muy reducida pero lo hacía ver hombre, contaba con gafas rojas vestido con con una camisa franela negra tres cuartos, con una chaqueta de cuero sobre su hombro, jeans oscuros y zapatos de vestir negros con blanco. Al no tener la chaqueta puesta se notaba sus muy trabajados brazos.

Pero, el que me llamó más la atención era el del medio. Cabello castaño, tez blanca un poco tostada, ojos color miel verdosos, un barba dándole un aspecto muy varonil. Iba vestido de una manera muy elegante, pero igual de monocromática que los otros dos, una camisa de botones blanca, jeans negros con zapatos del mismo color y un jersey negro.

Abrí los ojos como platos al ver aquellos hombres muy atractivos, pero mayor era el miedo que sentía, sabía, por la forma en la que nos veían, que no iban a ser tolerantes, especialmente por la forma en la que Sofía, Gabriela y yo nos encontrábamos.

¿Secuestrada? - Gianluca GinobleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora