Capítulo N°9: "La Noticia... ¿Esperada?"

1.8K 95 4
                                    

#NARRA Atenna#

– La cosa es que... — Dijo y se rascó la nuca, como si estuviera... ¿Nervioso?

¡STOP! ¿Estaba nervioso? ¿Gianluca Ginoble? ¿El mayor criminal y gran amenaza mundial estaba NERVIOSO? De verdad, apostaría mi vida a que por eso hoy lloverá hacia arriba.

Nada... Olvidalo. — Dijo y creo que fue por mi reacción. No creo que haya sido normal debido a lo que estaba pasando por mi mente.

– Puedes tenerme confianza. — Le dije y gateé hacía él hasta quedar a pocos centímetros de distancia. — ¿Si?

Su mirada me recorrió completamente hasta acabar en mis ojos, una conexión... Su mirada era profunda, penetrante pero al mimos tiempo muy apasionada.

De un momento a otro ambos nos empezamos a acercar.
Había tensión entre nosotros. Mi mirada se posó en sus labios, carnosos, apetecibles, extremadamente atractivos. Estaba nerviosa, había muchas emociones encontradas. Miedo; porque al fin y al cabo era mi secuestrador, rabia; estaba secuestrada, nerviosismo; por él.

Un sonido nos interrumpió, un celular, que por obvias razones, no era mio. Refunfuñando sacó un celular del bolsillo de su pantalón y contestó la dichosa llamada.

Me alejé gateando de la misma forma que me había acercado. Estupefacta, estábamos a pocos centímetros de besarnos. Preguntas comenzaron a rebotar en mi mente.

¿Nos íbamos a besar? ¿De verdad deseaba eso? ¿Qué habría pasado si no habría sonado su celular?

Esas y más preguntas atándome de golpe.
Gianluca ya había colgado, no escuché absolutamente nada debido a que estaba fundida en mis pensamientos.

¿Eso era bueno o era malo?

Volteé y me encontré con esos ojos verdes viéndome directamente.

– Debo salir... — Y allí estaba. El mismo Gianluca Ginoble que había conocido al principio, frío y seco, prácticamente sin nada de sentimientos.

Se levantó y salió de la habitación. Escuché la puerta cerrarse. Me levanté ver que había pasado.

Y sí, era como me imaginaba. La cerradura tenía una barra llena de candados y cerraduras. Sólo un cerrajero veterano que haya dedicado 50 años a ello y con 2 semanas sin dormir podría abrir tal cosa. Y claro, Gianluca.

¿A dónde podría ir si no?

Fui hasta la habitación en donde Gianluca se había cambiado, total, ya solo me queda esperar su regreso ¿No?

Entré y no era diferente a la otra, divisé la ropa de Gianluca en una pequeña mesa y la curiosidad me impulsó. La mayoría de la ropa era negra.

Y no lo culpo...

Entre todo encontré una franela negra, la cual tomé. Ya no me queda de otra...

#NARRA Gianluca#

¿Secuestrada? - Gianluca GinobleOù les histoires vivent. Découvrez maintenant