Capítulo N°22: "La Rutina De Las Chicas"

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#NARRA Atenna#


Desperté lentamente. Me sentía bien. La diferencia era increíblemente notoria, después de haber dormido en Rusia en un colchón en el suelo y en Alemania, literalmente en el suelo, despertar en aquella cama era un sueño. El dolor de espalda con el que despertaba cada mañana ya no estaba, me sentía bien, a pesar de las circunstancias. Miré el reloj de pared y marcaba las 8:34 am. ¿Las chicas ya estarán despiertas? ¿Y los chicos?

Sentí la puerta abrirse lentamente, volteé y vi la cosa más graciosa: Sofía y Gabriela entrando en cuclillas, intentando no hacer ruido mirando a todos lados con cautela. Me llamó más la atención fue Gabriela:  Tenía aspecto descuidado. Era extraño, Gabriela es de ese tipo de chicas que siempre le gusta andar de punta en blanco sin importar las circunstancias.

Eso me hace recordar una vez en la que íbamos a jhhhhhh

Sofía sin querer tropezó con una pequeña mesa que estaba cerca de la puerta, afortunadamente atrapó el jarrón a tiempo el cual se había tambaleado avisando que se iba a caer.

- ¡Shhhhh! — Le susurró Gabriela — ¡¿Acaso quieres despertarla?!

- ¡Creí que esa era la idea! — Le respondió Sofía del mismo modo. — "Vamos a despertar a Atenna" — Habló haciendo comillas en referencia a que estaba imitando una frase dicha por Gabriela.

- ¡Yo dije para venir con Atenna, no para despertarla! — Contestó.

- ¡¿Y por qué no la dejamos tranquila para que siga durmiendo y no despertarla como hiciste conmigo?!

Llevé mi mano con cuidado de no moverme para que ella no notaran que estaba despierta a mi boca para evitar que se me saliera una pequeña risa que me delatara. Estaban discutiendo susurrando. Esto jamás lo olvidaré.

- ¡Necesitaba hablar con alguien!

- ¡¿A las 5:45 de la mañana?!

- ¡No es mi culpa que no podía  dormir!

- ¡Y no es mi culpa que tuvieras sexo!

- ¡No lo digas así como así!

Inevitablemente de mi boca salió una pequeña risa. Y lo peor es que era justamente lo que quería evitar.

Al instante el cuarto quedó completamente callado. Era obvio que me habían descubierto.

Mierda, mierda...

- ¿Atenna? — Escuché la voz de Gabriela llamándome.

- Ya sabemos que estás despierta. — Concluyó Sofía.

Me levanté quedando sentada en la cama, con una sonrisa divertida plasmada en mis labios por la escena que las chica tuvieron hace un momento. Ambas me miraban divertidas.

- Creímos que si majestad estaría dormida. — Comenta Gabriela haciendo una mini reverencia.

Otra risa salió de mis labios. Restregué mis ojos y pasé las manos por mi cabello seguramente desordenado de la mañana. — Vengan. — Palmeé dos lugares en la cama junto a mi.

¿Secuestrada? - Gianluca GinobleWhere stories live. Discover now