¿Secuestrada? - Gianluca Ginoble

Capítulo N°16: "El Karma Del Egoísmo"

#NARRA Sofía#

“Eres una maldita perra”

“No, Sofía”

Esas frases son las que más se repiten en mi mente...

Las perdí, completamente.

Una lágrima deja mi ojo derecho y cae lentamente por mi mejilla. Estoy encerrada en el baño de la sala del pequeño lugar donde sea que estemos.

La verdad ahora ni me importa donde estoy, si viviré, si quieren dinero, si me están buscando... No quiero nada.

Atenna...

Gabriela...

Todo es mi culpa...

- Lo siento, chicas. — Susurro con la voz quebrada mientras más lágrimas caen de mis ojos. Escondo mi cara en el medio de mis rodillas.

#NARRA Atenna#

No puedo creerlo...

- Creí que teníamos una lealtad. — Comenta Gabriela. Su cabeza se encuentra en mis piernas y yo le estoy acaricio el cabello. Lágrimas y dolor caen por nuestros ojos; traición de una hermana.

- Debe existir, aún la hay. — Confieso mirando al suelo. A la nada. Pensando la conversación de Sofía e Ignazio.

- ¿Qué? — Dice Gabriela confundida, levantándose de mi regazo y sentándose en el suelo. — ¿De qué estás hablando? ¡Ya no la hay! ¿No escuchaste lo que dijo o te lo tengo que repetir nuevamente? — Me reclamaba con tono fuerte. — "Te llevaré sin que nadie nos...—"

- Basta. — La voz de Gabriela es interrumpida por la presencia de Piero.

- Para eso es lo único que sirves. — Comenta Gabriela en nuestro idioma secreto con la finalidad de que solo yo entienda.

Piero bufa. Deja una bandeja de comida en el suelo frente a nosotras. — Para que no digan que no las alimentamos.

Él se aleja caminando hasta la puerta. — Piero... — Lo llamo antes de que termine de salir de la habitación.

- ¿Qué? — Permanece firme pero voltea hacia atrás levemente la cabeza.

Noto en su postura que no está de humor para nada.

- O... Olvídalo. — Tartamudeo un poco pero no importa.

Él solo permanece un par de seguros quieto. — Está bien. — Contesta finalmente y se va sin decir nada mas.

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Cierro los ojos lentamente, mis párpados no pueden durar más abiertos. Me recuesto en el suelo con al lado de Gabriela y ambas caímos profundamente dormidas.