Capítulo N°23: "Descubriendo Los Mensajes Ocultos"

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#NARRA Gianluca#

Entré en la ducha y mi cuerpo desnudo hizo contacto directo con el agua que caía. Cerré los ojos concentrándome en la sensación de como el agua recorría cada parte de mi cuerpo. Y en ese instante recordé:

"- ¡Eres un mal nacido! Me gritó Atenna en la cara después de un largo silencio."

Recordaba sus ojos llenos de lágrimas y sus mejillas en las cuales se deslizaban. Su expresión que reflejaba decepción e ira. No puedo creerlo, había soñado que se lo había confesado. ¿Será esto alguna señal para que se lo diga o una advertencia para no decírselo? Dios, todo era tan confuso. 

"- ¡Arruinaste mi vida, Gianluca! ¡TODO LO ECHASTE A PERDER! — Lágrimas de dolor se escapaban de sus ojos. Sus ojos rojizos por las mismas, su mirada de ira y tristeza, sus labios temblando, todo por mi culpa y la necesidad. — ¿Por qué no a mi? Así te habrías ahorrado todo esto. — Su voz ahora era de pura decepción."

Sin tener control, una lágrima salió a la luz y se deslizó por mi mejilla, perdiéndose con el agua. Sabía que Atenna jamás me perdonaría, y que después me sacaría de su vida completamente.

"- ¡NO ME TOQUES! Aléjate de mi y NUNCA más te quiero volver a ver. ¿No lo entiendes? Te llevaste lo que más quería."

El dolor en mi pecho se hacía más fuerte. ¿Qué me pasa? No quería hacerle daño, y es lo que siempre hago.

"- ¡Pero lo hiciste! — Contestó. Lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. ¡No! No quería que nada de esto pasara. Pero sentía que tenía que decirlo algún día. Ya la había conocido, y me había enamorado. Por ello me dolía en el alma verla llorar por nada menos que mi culpa. — ¡Me quitaste mi felicidad! ¡La luz de mis días! ¡¿Sabes por todo lo que tuve que pasar?!  — Su voz se quebró y eso sólo aumentó mi dolor en el pecho.  — ¡¿Sabes todos los traumas que me dejó aquello?! ¡¿Por todos los psicologos que pasé?! ¡¿LO SABES?!"

Las imágenes se repetían en mi mente una y otra vez torturándome. Cerré los ojos con fuerza. Soy un maldito masoquista.

Espera...

Esa última parte se repitió nuevamente en mi cabeza, está vez si fui yo quien deseó que pasara. Sin embargo, un pensamiento en especial fue lo que me llamó la atención.

"Ya la había conocido, y me había enamorado."

No podía creerlo. ¿De verdad había pensando eso? Mi cabeza empezó a buscar todos los recuerdos que tenía de ella; recordé todas las veces en las que su enorme sonrisa me dejaba sin aliento, sus ojos me transportaban a otra dimensión, sus labios carnosos que provocaba tomarla y besarla sin parar...

¡Oh mierda!

Mierda...

Mierda...

Mierda...

Y allí, en la ducha, recordando mi sueño, fue que me di cuenta que estaba enamorado de Atenna D'angelo

#NARRA Atenna#

- ¡Listo! — Afirmó Piero sirviendo a cada uno un plato. Segundos después sonó la alarma que indicaba que el tiempo había acabado.

- ¡Oh! Admito que me equivoqué. — Admitió Gabriela, perdiendo oficialmente la apuesta.

- Paga el precio. — Piero la miró directamente a los ojos desafiándola.

¿Secuestrada? - Gianluca GinobleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora