Capítulo 1: La apuesta

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Para las vacaciones de verano, los sábados eran la mejor parte de la semana. Mis amigos y yo tomamos como rutina, ir por las mañanas a la cafetería que está a pocos pasos del Castillo de Bellas Artes, ir a jugar a los bolos en Recorcholis y en la noche ir al cine o a alguna fiesta. Debo admitir que mi vida es bastante sencilla, sin preocupaciones. Me va bien en la escuela y con respecto a las chicas, ni se diga, todas caen redonditas, apenas les hablas bonito.

El tráfico suele ser horrible en la Ciudad de México. Por lo tanto, decido ir en el transporte público, cuando se trata de ir al centro. Y aquí estoy, en el metro, rumbo a la estación Hidalgo para reunirme con Tyler, Alan, Luis, mis colegas de la universidad. Afortunadamente, el metro está casi vacío, como todas las mañanas en sábado. La gente seguro estará descansando de las duras jornadas de la semana, y es el mejor momento para estar afuera, sin el mar de personas caminando con prisa hacia sus oficinas.

Cuando el metro me deja en la estación de Hidalgo, camino a paso relajado por el andén, directo hacia los torniquetes que dan a la salida. Subo las escaleras y mis ojos se deslumbran en cuanto los rayos solares golpean mis ojos. Es la habitual segadera al salir del metro. Parpadeo varias veces hasta que mi visión es más clara y nítida. Frente a mí, veo pasar el metrobus y volteo a mis espadas para dirigirme en dirección hacia la Alameda Central. Hay varias personas caminando entre los jardines, junto a las fuentes y bancas. La Alameda Central es el mejor lugar de la ciudad para coquetear, ya que todo aquí lo hace mágico.

Ver a los pequeños niños correr, me recuerdan a mí. Mis padres solían traerme antes del divorcio. La verdad, los dos supieron manejar las cosas con mucha madurez. Simplemente ya no se querían como antes y ambos estuvieron de acuerdo en terminar con el ciclo. Nunca me vi afectado, ellos siempre hicieron lo posible para que me pareciera lo más normal del mundo, y lo consiguieron. De lunes a viernes me la pasaba con mamá, y los fines de semana estaba con papá. Bastante cómodo para mí.

Cruzo la avenida con precaución y camino hacia la calle Dolores. Estoy a dos calles de llegar. Me pregunto cuál será el plan exacto para hoy. Tyler había propuesto subir a la Torre Latinoamericana, Alan y Luis estuvieron de acuerdo, aunque yo votaba más por ir al Fórum de Buenavista con unas amigas de la uni. Mis amigos siempre me han tachado como el mujeriego del grupo, y la verdad es que tienen razón. Siempre se me ha hecho muy fácil conseguir a cualquier chica. Por lo general, todas caen. Ya que todas las mujeres son muy emocionales, que tan sólo necesito comportarme como el "chico malo" de sus películas de amor que tanto aman, como; "3 metros sobre el cielo, Crepúsculo y Vaselina", y con eso caen rendidas. Alguien debería decirles que los personajes de películas y libros, no son reales, porque a este paso, comienzo a creer que son muy ingenuas.

Una vez que estoy en la calle Dolores, entro a la cafetería Cielito Querido Café. No hay muchos clientes, por lo tanto sólo me toma unos segundos encontrar a Alan y Luis, que están sentados en la mesa más al fondo del establecimiento y al parecer, ya se adelantaron en pedir algo de beber. Sonrió y me acerco hasta ellos.

–¡Qué onda!– Los saludo con choque de puños a cada uno.

–Vaya, es la primera vez que llegas antes que Tyler– Dice Alan con ironía.

–¿De qué hablas?, si yo siempre soy bien puntual.– Digo con sarcasmo.

–Ajá. Qué bueno que ya fuimos por nuestros cafés. De otra manera, ya se habrían acabado cuando te dignaras en aparecer.

–Ya no te enojes,– Interviene Luis. –de todas formas, Tyler no ha llegado.

Tomo asiento con ellos y reviso la pequeña carta. Reviso los cafés que hay y los aperitivos.

–Es cierto,– Levanto la mirada, extrañado. – ¿dónde está Tyler?

Se escuchan pasos que se aproximan a nosotros. Volteo hacia la entrada y me encuentro con Tyler. Acaba de llegar y se le ve cansado por la forma en que respira con dificultad y la frente le suda. Seguro se vino corriendo. Normalmente él es quien llega primero a todas las reuniones y por primera vez se le ha hecho tarde al gran y puntual Tyler.

7 días para ConquistarlaWhere stories live. Discover now