Capítulo 3: Primer día

5.8K 540 92
                                    

La mañana del domingo, me preparo antes de salir a reunirme con Clara. Me levanté temprano para poder bañarme sin prisa, desayunar y anotar en post-its los datos que ya tengo de Clara, como; que le gustan los libros, el frappe con harta crema batida y que al parecer le gustan las películas para niños. Me pongo una capa de colonia y me acomodo el pelo con los dedos, aunque todo lo hago de mala gana. No eran exactamente los planes que tenía para la semana, pero debo cerrarle la boca a Jessica.

Me pongo una chaqueta negra, junto con una playera blanca, pantalones negros y tenis de vestir. Salgo de mi habitación revisando que el olor de mi colonia se haya quedado impregnado en la chaqueta y me encuentro con mamá. Está sentada en la sala, revisando algunos expedientes de sus pacientes.

–Ma, ¿me prestas tu auto?

Mamá se quita sus lentes y levanta la mirada.

–Claro, hijo. ¿Vas a salir con tus amigos de nuevo?– Pregunta con curiosidad.

–No, ya sabes que normalmente hay reunión los sábados.

–Entonces, ¿a dónde irás?– Levanta una ceja.

Pongo los ojos en blanco y resoplo.

–No tiene importancia.– Tomo las llaves del florero.

–Matt, nunca he invadido tu espacio. Todo lo que te pido es que me digas a dónde vas para no estar con el Jesus en la boca.– Me reprende.

–Vale, mamá. Voy a ver a una chica.– Suelto y una sonrisa aparece inmediatamente en el rostro de ella.

–Uh, ¿quién es?, ¿la conozco?

–No, apenas la conocí ayer.– Camino por la sala hasta llegar a la entrada. Abro la puerta y me detengo antes de salir. –Por cierto, la invitaré a comer con nosotros el miércoles.

Tarda unos segundos en contestar.

–Ah, está bien, hijo.– Está sorprendida. –No regreses muy tarde.

Asiento y salgo de casa. El automóvil de mamá está estacionado frente a la banqueta junto a los autos de los vecinos. Mamá odia tener que dejar su auto afuera con todos los asaltos que hay hoy en día. Dice que cuando logre conseguir dinero, comprará una casa que tenga un porche con suficiente seguridad para que pueda dormir tranquila por la noche, y la comprendo. Adora su pequeño Yaris color rojo. No es muy moderno, pero es suficientemente elegante para mamá. La hace sentir joven y hermosa, o al menos eso es lo que dice cada vez que preguntan por su auto.

Estoy pensando en ahorrar para conseguir mi propio auto, porque esto de conducir uno de mujer no queda para nada conmigo. Yo elegiría uno más grande y que fuera color negro o gris. Algo lo suficientemente bueno para impresionar a Amelia, y sobre todo para dejar a mis amigos con la boca abierta. Saldríamos a pasear cada vez que quisiéramos. Tal vez de fiesta o salir de la ciudad un fin de semana para ir a acampar. Cualquier cosa puede ser mejor que quedarse varado y depender del auto de tu madre.

Conduzco a una velocidad prudente por la Avenida Vallejo. No hay muchos autos a esta hora. Es lo bueno de salir los domingos, porque la mayoría de la gente sale hasta la tarde o la noche. Enciendo la radio y pongo a Radio Disney, que a mi parecer, es la única estación en la que ponen música de la época. Normalmente cuando salimos mamá y yo, ella no pone música, pone las noticias.

Suena la canción de "La mordidita" de Ricky Martin. No me la sé completa, asique en algunas partes me la paso tarareando y tamborileando con los dedos en el volante. Me gusta el ritmo de esta canción. Tiene un toque sexy y provocador, que de hecho sería perfecto para un baile en alguna fiesta, para cuando quiera ligar a una chica. Después de esa, pasan las de "Adrenalina", "Qué gano olvidándote" y "Cómo te atreves".

7 días para ConquistarlaWhere stories live. Discover now