Confío en él.

3.8K 228 336
                                    

[Narra Zed]

Esperaba ansioso en mis aposentos, este niño había hecho que me preocupara demasiado por él. Era totalmente calificado para la misión que le dí pero siempre hay una probabilidad de que jamás vuelva al templo. Últimamente sentía que lo explotaba más de la cuenta en misiones riesgosas, pero de no ser él no sabría a quien confiarle tanto, él ha sido el mejor en todo.

Ahora uno de mis acólitos estaba muerto, y resulta que Kayn acabó con él. Sinceramente ya lo veía venir, ellos jamás se llevaron bien, y nunca pude confiar en ese chico, sabía que escondía algo.

Estaba perdido en mis pensamientos hasta que un prudente golpe a la puerta llamó mi atención.

Deslicé la puerta encontrándome con mi invitado. Había dejado sus armaduras de lado, solo traía un pantalón cómodo y su característico torso descubierto, que ya me sabía de memoria.

-"Bienvenido, Kayn. Pasa, ponte cómodo."- Dije dándole el paso.

-"Gracias maestro."- Me dijo sonriente.

-"Oh, recuerda que entre nosotros no es necesaria tanta formalidad cuando estamos solos."-

-"Lo siento, Zed."- Dijo algo nervioso.

Me senté en la pequeña mesa que había en mi habitación. Había preparado té y algunos emparedados.

En ese mismo momento me di cuenta de algo que ignoré completamente cuando invité a Kayn. El jamás había visto mi rostro, y claro, para comer debía sacarme la máscara que traía. Me sentía incómodo de solo imaginar su reacción. Aún así, sí quería más cercanía con Kayn debía darle aún más confianza.

Kayn se sentó en el cojín que estaba al frente. Cuando volví en mis pensamientos me di cuenta que me estaba mirando fijamente.

-"¿Zed?"-

-"Lo siento Kayn... Estaba pensando..."- Dije intentando disimular mi nerviosismo.

-"Parece que es algo realmente malo para que te quedes en silencio por un minuto entero. Sin ver tu expresión me di cuenta que estás preocupado por algo... ¿Será por algo que hice hoy?"- Dijo bastante preocupado.

-"Así que sin ver mi expresión te diste cuenta... No Kayn, no es por algo que hayas hecho... Aunque he estado pensando en la misión de hoy, no te mentiré."-

-"Creo que fui demasiado impulsivo. Lo siento."-

-"No te disculpes, es una de las cosas que me gusta de ti..."- Dije.

-"¿Te gusta mi imprudencia?"- Se sorprendió.

-"Tu rebeldía es muy característica, aunque no sea perfecta, haz logrado en su mayoría cosas grandes. Estoy orgulloso de ti la verdad."-

El chico me miró lleno de ilusión, aunque parecía no querer demostrarlo.

-"Gracias maestro, eres el único que me entiende."-

Lo miré fijamente por pocos segundos. Me armé de valor posando una de mis manos en mi máscara y separándola lentamente de mi rostro.

[Narra Kayn]

Ví como Zed se quitaba su tan característica máscara frente mis ojos. Me congelé, había esperado mucho por este momento y no creí que fuera hoy.

Lo primero que llamó mi atención era su cabello blanco, me lo imaginaba negro, como el mío. No era muy corto ni muy largo, se veía para mi sorpresa  bien cuidado. Luego dirigí mis ojos a su rostro, tenía unas cuantas cicatrices que dejaban en claro que había tenido una vida dura, sin embargo, tenía unas facciones masculinas totalmente armoniosas. Por último me fijé en sus ojos, eran rojos, tanto que casi podía creer que brillaban.

[Hiatus] Mi preciada arma. (Zed x Kayn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora