[Hiatus] Mi preciada arma. (Zed x Kayn)

Seré aún más fuerte por él.

[Narra Kayn]

Esa noche dormí junto a Zed después de disfrutar de nuestra merienda nocturna. Ambos estabamos muy cansados, había sido un día muy duro y estresante a pensar de ser "nuestro día libre".

Esa noche tuve una pesadilla. Comenzó con una escena bastante agradable. Estaba junto a Zed, ambos recostados en el pasto. Era algo que solíamos hacer cuando era más joven: Mientras intentaba darle forma a las nubes Zed me platicaba de distintas formas en las que podía entrenarme y sacar todo mi potencial.

-"Quiero que seas casi tan fuerte como yo Kayn. Sé que algún día lo lograrás."-

-"Casi tan fuerte..."- Repetí en voz baja.

De pronto todo se nubló, el cielo se tornó negro de golpe y una ráfaga de viento me agitó empujándome fuertemente contra el suelo.

-"¡Zed!"- Grité mirándolo.

El dio una carcajada antes de desaparecer en las sombras. No le aterró en ningún momento el inesperado evento.

-"¿Zed?"- Pregunté mirando a mi al rededor, apenas podía disipar sombras danzantes a mi alrededor.

El viento se calmó y logré ponerme en pie aunque estaba solo en el abismo. Escuchaba risas conocidas, algunas de noxianos a quienes detestaba. Eran risas que se adentraba en los más profundo de mi ser, atormentandome, desesperándome... Sólo quería huir, pero no había salida, todo era negro.

-"¡Basta!"- Grité.

-"¿Mi alumno perfecto tiene miedo?"- Escuché a Zed detrás de mí.

-"¡Zed!"- Exclamé dándome la vuelta y abrazándolo de inmediato. Quería refugiarme en él, me hacía sentir seguro.

Esperaba su típica caricia en mi cabeza, pero a cambio recibí un empujón que me hizo caer al suelo seguido de una risa.

-"¿P-porqué?"- Me sorprendí.

-"Eres mi perra, puedo hacer lo que quiera contigo. Te encanta darme el gusto ¿No?"-

-"¡¿Qué?! ¡No es tan así!"-

-"¿No?"- Dijo tomándome bruscamente de la barbilla.

El entorno comenzaba a tornarse azul, me hacía sentir un poco más seguro por alguna razón. Aparté la mano de Zed y me levanté enseguida.

-"Esto debe ser una pesadilla."- Reflexioné de inmediato.

Ví como la cara de Zed se desfiguró en una sonrisa sádica. Me aprisionó fuertemente de los brazos y me dio un golpe en el estómago con su rodilla.

-"Ahora es cuando suplicas."- Escuché.

Se sentía muy real para ser un sueño, apenas podía moverme por la falta de aire.

Repentinamente desde la oscuridad logré distinguir una luz azul que se acercaba, casi idéntica a la que mostraba al caminar dentro de las paredes.

Entonces fue cuando lo ví, esa figura tan familiar, ese cabello, esa risa... Era yo mismo, pero diferente al mismo tiempo.

Atacó a Zed repentinamente apuñalandolo con una guadaña azul muy parecida a Rhaast.

Zed cayó agónico en el piso mientras que la más oscura versión de mi se entrelamía los labios disfrutando con placer su reciente asesinato.

-"Ahora la orden es nuestra, podemos proceder a someter a los seres inferiores a nuestra voluntad."-

-"¿Qué? ¡No! ¡¿Porqué matar a Zed?!"-

De pronto todo indicio de luz se desvaneció y el escenario solo era alumbrado por los perversos ojos de mi lado sombrío.

-"¿Porqué no acabar con Zed? ¡¿Crees que es divertido estar condenado a ser su juguete sexual todo el tiempo?!"-