Problemas.

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[Narra Talon]

Soy yo, la sombra de la navaja. Desde hace algunos años he estado sirviendo a la familia Du couteau e indirectamente a Noxus. Al principio fue en contra mi voluntad, odiaba el sistema de Noxus y sus ideales que muchas veces eran cuestionados, aunque claro, a puertas cerradas. Al desaparecer mi maestro me di cuenta del cariño que les había tomado a los Du couteau, sin importarme que me hayan sometido a sus ideales y a servirlos. Mi hermana, Katarina, era la más cercana junto con el señor Du couteau, su padre. Mi otra <hermana> Cassiopeia, era una serpiente, literalmente, ya que un descuido en una misión de Shurima convirtió la mitad de su cuerpo en el reptil. Cassiopeia me trataba como una escoria, un simple vagabundo amparado por una familia rica, por lo que casi nunca tuve una conversación fluida con ella, la evitaba a toda costa.

Siempre fui muy servicial, obedecía cada mandado, por riesgoso que fuera, nada me atemorizaba. Cuando el señor Du couteau desapareció, seguí siendo tan leal como siempre, sobretodo a Katarina, quien nunca me menosprecio a pesar de nuestras diferencia sociales. Fue entonces cuando llegó el día de la última misión que recibí, recuperar la guadaña darkin. Teníamos poca información al respecto, y nos recalcaban que no debíamos tener contacto directo con esta misma. Fueron varios días caminando en círculos, hasta que una noche el mismo chico se presentó ante nosotros.

-"Qué ingenuo."- Pensaba.

Katarina se veía entusiasta en acabar con él y conociéndola, no sería una tarea complicada. Fue entonces cuando en un descuido, Kat estuvo apunto de ser derrotada y tuve que intervenir. Aún me cuestiono como no murió al instante, había clavado en el punto exacto.

Con el rescate inesperado de chico, nos cuestionamos el si ésta misión valía la pena realmente y pues, a Katarina realmente le había frustrado el tema, se sentía derrotada injustamente. Le sugerí que regresara a Noxus, y yo solo me encargaría de completar la misión. Ella confió en mi, y me dijo que si no regresaba en tres días iría a buscarme. Confianza de hermanos, aunque no éramos de sangre, teníamos el apoyo mutuo.

Lamentablemente las cosas no salieron como esperaba y terminé siendo prisionero de quien había intentado matar. Kayn era un chico bastante peculiar, se irritaba con facilidad, parecía no tolerar ni las mínimas bromas, pero si se trataba de él, podía ser la persona más cruel del universo. Tenía la mala costumbre de olvidar los quehaceres, como darme de comer, llevarme al baño para que otros me limpiarán y ayudaran cuando quería hacer mis necesidades, entre otras cosas.  Pasaban los días en el templo, y poco a poco su ausencia en ciertos momentos era muy notoria para mi. Al principio no era mucho, de hecho no quería nisiquiera verlo, pero luego de que el me hablara de su vida y entendiera el porqué es como es me sentí, encariñado por él, pero el sentimiento era muy distinto al que tenía por mi hermana. A ella no me gustaba nada verla enojada, pero en Kayn era tan... Extrañamente dulce. Comencé a fijarme en detalles, tanto físicos como de personalidad. Era un chico atractivo sin esfuerzo, con varios traumas. Comencé a entender a Zed, su maestro, quería que fuera su amigo. Y así lo fui, el soltaba todo su dolor conmigo, incluso creí verlo llorar en una oportunidad. Muchas veces tenía la necesidad de abrazarlo, pero no podía, las cadenas eran un obstáculo. Por días intenté liberarme, y vaya que costó, no eran como las cadenas de las que ya me había liberado. Cuando por fin lo logré, no pude evitar sentirme ¿Congelado? Podía escapar en cualquier momento como siempre, incluso llevarme a la guadaña de alguna forma manteniendo precaución. Pero los sentimientos que había desarrollado por Kayn en tan solo algunas semanas me lo impedía por lo que continué como prisionero con cadenas flojas. Kat nunca volvió por mi como había dicho, me sentía traicionado por mi familia, pero estaba tan acostumbrado a esas actitudes noxiana que no se me hacía tan raro.

Esa noche Kayn llegó furioso a su cuarto y comenzó a gritarme cosas que no entendía. Luego me confesó que estaba enamorado de su maestro, y sentí como si me hubieran pateado en el estómago. No me esperaba que le gustaran los hombres, ni las chicas en realidad, se veía alguien totalmente alejado a esos temas. El enterarme de eso realmente tocó los sentimientos que había formado y me sentí en la obligación de demostrarle mi afecto. Fue entonces cuando lo besé, estaba inseguro, fui rechazado como lo esperaba. No me importaba ser rechazado dos veces con tal de probar un poco a Kayn, quería sentir su cuerpo, sus labios, su respiración y su molestia conmigo.

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⏰ Última actualización: Feb 12, 2018 ⏰

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[Hiatus] Mi preciada arma. (Zed x Kayn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora