Ambos somos hombres.

3.6K 220 423
                                    


[Narra Rhaast]

Casi me salgo con la mía, se no ser por esa enorme fuerza mental y física que tiene el mocoso. Debo admitir que estaba impresionado, ninguno de mis portadores había sido tan difícil de dominar hasta ahora, incluso apunto de morir se me hizo imposible ¿Qué clase de poder oculto esconde este muchacho? Es solo un niño, más bien, un adulto joven pero no es lo importante. Todos mis portadores han sido hombres mayores, maduros en totalidad y ninguno ha sido como Kayn, ninguno se iguala en fuerza, astucia, belleza... ¿Dije belleza? Bueno, no creo que alguien ignore que es un chico atractivo y tiene un encanto único que haría perder la cabeza a cualquiera... Momento ¡¿EN QUÉ DEMONIOS ESTOY PENSANDO?!

[Narra Kayn]

Con las últimas fuerzas que me quedaban quise demostrarle a Zed mis verdaderos sentimientos. Apenas sentí sus labios sentí que mi estómago se revolvía y mi corazón se apretó más de lo que ya estaba. No sentí su respuesta, supongo que fue el impacto del momento, luego lo miré a los ojos, estaba apunto de desmayarme, me dolía bastante lo que quedaba de mi estómago, sabía que había una mínima posibilidad de que sobreviviera, así que no podía irme sin que Zed supiera de qué forma realmente lo veía.

-"Kayn..."- Me dijo con los ojos abiertos a más no poder.

-"No me dejes morir, Zed."- Dije ocultando mi cabeza en su pecho.

-"Lo siento Kayn, ya no podemos hacer mucho más por ti, tu estómago está destruido. No sabes cómo me duele verte así."- Me dijo abrazándome.

De pronto sentí una fuerte punzada en mi herida, estaba colapsando, perdí la conciencia en ese mismo instante.

[Narra Zed]

Kayn cayó tendido en mis brazos, aunque por un momento pensé que había muerto, noté de inmediato que seguía respirando.

Lo dejé nuevamente en la cama y le puse el respirador artificial. En la orden teníamos lo básico para casos de emergencia, pero nunca nos había tocado algo tan grave. Cualquiera en la situación de Kayn estaría muerto, pero sabido es que no hay nadie más especial que él. Me quedé pensando unos segundos, no podía quitarme de la mente ese maldito beso, tocaba mis labios al recordarlo y me sentía sumamente feliz.

-"No me dejes morir, Zed"- La voz de Kayn resonó en mi cabeza.

Él se estaba aferrando a la vida, no podía dejarlo así como así, tenía que hacer algo. En segundos se me pasó una idea loca por la cabeza.

-"Shen es cirujano."- Pensé.

Reí un momento al pensar lo ridículo que había sido el tan solo pensar que Shen me ayudaría.

-"Disculpe, señor."- Escuché repentinamente desde afuera.

De inmediato me puse de nuevo mi máscara y salí de la habitación.

-"Kayn estuvo algo inquieto cuando entré. Necesito que hagan todo lo posible para salvarlo."- Le dije dejándolos pasar.

De inmediato miré a la guadaña, ella tenía sus ojos puestos en mi.

-"¿Cómo está Kayn?"- Preguntó.

-"Nada bien."- Respondí.

-"¿Podría verlo?"-

-"NO."- Me negué rotundamente, no podía confiar en este demonio, posiblemente se aproveche de su vulnerabilidad.

La guadaña me vió por última vez con su ojo semi cerrado y luego lo cerró por completo sin decir nada.

Me dirigí a mi habitación un rato, necesitaba un tiempo a solas para pensar.

-"Shen es el único cirujano de excelencia en Jonia, el único que podría atender un caso así."- Pensé en voz alta.

[Hiatus] Mi preciada arma. (Zed x Kayn)Where stories live. Discover now