Capítulo ll

3K 227 4
                                    

No podía ser, pero así era, el demonio y su ejército venían directamente hacia el Reino Dorado y nada se podía hacer, aunque su ejército era de los mejores, el ejercito del demonio contaba con la maldad, la ira,la barbarie, todos ellos parecían que venían directamente del infierno.

El rey Kenji suspiró, no podía resignarse, pero sabía que la desaparición de su reino y con ello su muerte era inminente, no le preocupaba morir, el era un rey y el orgullo de la realeza circulaba por su cuerpo, no suplicaría su muerte
aunque lo torturaran, pero temía por sus hijos, su hija Serena, ese ángel tan especial y su heredero al
trono.

Nada se podía hacer por sus vidas, en cuanto el demonio entrara a la frontera de su reino, la familia real tendría sus minutos contados.

Cabizbajo, el rey intentaba pensar una solución para poder salvar a sus hijos, pero nada aparecía por su cabeza, pensativo, así lo encontró Darien.

-¿Podemos hablar Su Majestad?

- Claro, decidme.

-Es inminente la llegada del demonio, mi rey, y con ello vuestra muerte, la del futuro rey y la de mi prometida.

-no dejo salir el sollozo cuando pronuncio prometida.

- así que he decidido pedir ayuda a los
reinos del norte, se que ellos nos ayudaran, ya que nosotros lo ayudemos a ellos en si crisis política hace unos años, nos deben ese favor, si juntamos su ejército con el nuestro seremos más numerosos y...

-No llegaras a tiempo Darien, el ejército enemigo vendrá aquí en apenas 3 días, y no creo que pudieras salir del reino sin que te mataran.

-No se rinda mi Rey, puedo hacerlo, iré por el bosque, el ejército enemigo tienen una pautas y el bosque no esta dentro de ellas, porque no lo conocen pero yo si...

-¡Darien! NO TENEMOS TIEMPO
Darien se cayó de golpe al escuchar el gripo que provenía de su suegro y rey, no tenían tiempo es cierto,pero tenían que hacer algo, no se podía resignar a su muerte, tenía que salvar a Serena como fuera.

Serena, pensar en ella era como escaparse a un mundo paralelo donde solo le guardaba felicidad, la amaba, la amaba tanto que hasta dolía. Por eso en contra de lo que dijo el rey mandaría a ensillar su caballo para ponerse rumbo al norte.

-Mi Rey, iré al norte tanto como si os gusta cómo sino, porque es la única oportunidad que tenemos,nuestro ejército es poderoso y podrá aguantar en batalla unos cuantos días, además es lo único que nos queda.

-Tienes mi permiso, ve, te llevas con tu ida nuestra última esperanza, así que aprovéchala bien.

Darien salió de la sala con una reverencia y llamo a los criados para que lo tuvieran todo listo para su ida Fue en busca de Serena a la habitación del pequeño heredero, sabía que estaba allí, sonrió cuando abrió la puerta y escucho a Serena cantar al pequeño.

Tranquilo triste corazón,
no llores más po mí,
estaré bien

En la frontera en la que estoy
puedo morir o revivir,
huir de ti.

He vuelto a mí
y no sé quien soy
por no tener,
no tengo ni mi ser.

La gente es lo que no ves
detrás de la verdad
hay algo más.

En Manos del DemonioWhere stories live. Discover now