Capítulo Vll

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Desconocido.

Todo el paisaje que veía Serena por la ventana del carruaje era desconocido para susojos.

Ella solo había visto el Reino Dorado y Plateado y ahora veía un sin fin de paisajes y de Reinospasar por la ventanilla.

Suspiró.

No sabía cuánto tiempo llevaban allí, pero se podía observar ya elcrepúsculo y eso significaba que pronto vendría la noche.

Otro suspiro salió de la boca de la princesa,odiaba estar encerrada en este carruaje, ella era un espíritu libre, le gustaba andar, le gustaba explorar,odiaba los viajes largos porque solo podía permanecer sentada.

Sabía a dónde se dirigían:

a la Fortaleza Negra, según le dijo su padre una vez, la Fortaleza era antiguamente la residencia del mejorcomandante del Reino, Zafiro.

El demonio acabó con él. La muerte del comandante fue la primera y fuecon esa muerte con la que se dio a conocer el Demonio.

Un escalofrío cruzó la espalda de la princesa.

El Demonio no era humano, no podía ser humano, un humano tiene alma y por cada muerte esa alma decae en pedazos.

Su alma ya debería ser inexistente de tanta muerte.

A unos cuantos metros del carruaje se encontraba el Demonio en frente de su ejército, no aguantabamás, tenía que tenerla en sus brazos, sentía una excitación no solo sexual sino también psíquica, queríallegar ya a la posada para acariciar esa cara, para besar esos labios y para morder ese cuello.

El Demonio sonrió, sabía que no sería nada fácil, su princesa es una fierecilla, una fierecilla que tenía quedomar.

Cuando alzó la mirada hacia el frente, vio que ya habían llegado a Villa Verde, giraron a laderecha y se paró hacia la posada.

Todo el ejército se paró y los hombres bajaron de sus caballos.

Laprincesa sintió como el carruaje se paraba y abrían la puerta.

Allí estaba el demonio.

La princesa salióesquivando la mano que le ofrecía el demonio del carruaje y tras de sí salió Molly con el pequeño.

El demonio, que no le había gustado nada el rechazo de la princesa, cogió su mano y entrelazó susdedos con los suyos con fuerza, la princesa se mordió el labio para no soltar el quejido de dolor queesto le producía.

Al entrar en la posada, los ojos de la princesa reflejaban miedo, temor y asco porque laposada estaba llena de hombres y cada hombre tenía dos o tres mujeres casi desnudas en sus piernas.

El demonio sintiendo a la princesa tensarse, la llevó hacia su habitación.

La habitación era pequeñapero acogedora sobresaliendo en ella una gran cama con dosel.

Las paredes eran amarillas.

Había unagran ventana y un armario pequeño.

Hacia la derecha había una puerta en donde estaba el baño.

-Esta será su habitación por esta noche, aquí dormiréis vos, el crio y la nodriza, espero que sea devuestro agrado princesita.

-Si, gracias.

-No es un gracias lo que quiero de ti- dijo el Demonio acercándose a ella, cada paso que daba él haciadelante, lo daba la princesa hacia atrás, hasta que detrás de ella solo había pared.

En Manos del DemonioWhere stories live. Discover now