Capítulo lll

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Una vez que Darien se alejó de la vista de Serena, ésta se dirigió a donde estaba su padre, tenía queconsultarle un plan y para ello necesitaba su aprobación.

Lo encontró en la biblioteca admirando elcuadro que allí había de la reina Ikuko.

-¿Padre?

-Dime, hija.

-¿Lo sientes verdad?

-Lo siento, siento que es el final de nuestros días, siento que es el fin de nuestra dinastía y siento el fin de nuestro reino.

-Yo también lo siento, nada podemos hacer, solo luchar. Nada sirve tener esperanzas, ni sueños,debemos aferrarnos a esta realidad y luchar por ella y aceptar nuestro destino de morir.

-Por eso padre,aunque he aceptado mi muerte, no acepto la de Sammy

-Sabes también como yo, que por ser el heredero al trono, será el primero en morir, no les importara que sea un niño, lo mataran igual.

- ¡Pero yo no quiero eso! Es un niño, y tiene toda la vida por delante ,Por eso tengo una idea: Sammy se va a salvar. El demonio sabe que hay un heredero al trono, pero nunca lo ha visto, no sabe su apariencia,por eso haré pasar a Sammy como un niño de la servidumbre, el de mi ama de llaves, Molly. El demonio no mata a los criados, no mata a los civiles, solo mata a la realeza y a los soldados.

Sammy vivirá.

-Pero hija, tú lo has dicho, sabe que existe un heredero.

-Fingiremos su muerte, Sammy Tsukino, heredero al trono del Reino Dorado y Plateado murió a los 5 meses de nacer ya que la leche de las nodrizas no fue suficiente. No puedo morir sin saber que él va a vivir.

-Está bien, hazlo, por lo menos, nuestra estirpe no morirá. Por lo menos moriré, sabiendo que la esencia de tu madre vive.

-Gracias padre, te quiero.- dicho eso ella se acerco a su padre y lo beso en las dos mejillas y se inclinó como marcaba el protocolo.

Serena se dirigió a la puerta, pero antes de abrirla.

-Serena, no quiero morir en las manos del enemigo, mátame tu.

-¡QUE ESTAS DICIENDO PADRE!

-Serena, cuando llegue el momento y el demonio cruce esta puerta, antes de que su espada cruce mi cuerpo, quiero que tú atravieses mi corazón con una de tus flechas.Quiero que mi muerte sea producida por ti, sangre de mi sangre, para tener una muerte con dignidad y con orgullo. No dejes que ese ser destruya mi cuerpo, no quiero darle la satisfacción de mi muerte.No soy lo suficientemente fuerte para aguantar su mirada mientras me mata.

Por eso te lo pido.

-Padre, lo haré, aunque me cueste la vida, lo haré.

-Gracias mi pequeña niña.

Serena se fue, dejando a su padre en esa habitación, corrió y corrió hasta los jardines traseros y allí dio rienda suelta a su llanto

No podía creerlo, tenía que matar a su propio padre, ella tendría con cargar con
la agonía de soportar la mirada de ese ser, tenía que ser fuerte por los dos.

Y lo sería, porque ella era fuerte, porque ella es alguien, porque no es una débil princesa, ella miraría a la muerte a los ojos y antes de morir en las manos de ese ser, le escupiría.

Ella se levanto y fue a preparar todo para el plan de Sammy.

Reunió a los criados en una habitación y les hablo:

-Sabéis que el demonio se acerca y con ello la muerte inminente de la familia real, tanto el rey como yo hemos asumido la muerte, pero no podemos dejar que mate a Sammy, es un niño, por eso, a partir de ahora será el hijo de Molly.Sammy, el heredero, murió a los 5 meses de vida. Os pido

Serena se puso de rodillas ante la mirada atónita de la servidumbre- que por favor cuidéis de Sammy y que si os preguntan los soldados del demonio y el mismo, digáis que murió, que no hay heredero.

-Señorita, levantase por favor, mi princesa ángel, levantase. Todos los de aquí somos fieles a tu familia hasta la medula, y aunque eso me cueste la vida, diré y juraré que el príncipe Sammy ha muerto y todos los de aquí presentes lo cuidaremos.

Un murmullo se alzó entre ellos

- Lo cuidaremos, claro que si,confíe en nosotros-Serena sonrió y se levantó y le entregó el niño a Molly.

-Gracias.

Dicho eso, Serena se fue, sin echar la vista atrás, porque no quería que nadie viera sus lágrimas.

" soy fuerte, soy fuerte"

El ejército del demonio se acercaba peligrosamente a la muralla del Reino Dorado.

El demonio iba en su caballo negro a la cabeza de todos ellos, con una sonrisa en sus labios.

Alzó la mano pidiendo a su ejército que parara y se puse en frente de ellos para dirigirles unas palabras esenciales:

-Mañana al amanecer, llegaremos al reino Dorado, las ordenes son simples, aplastar al enemigo, el rey es mío, yo debo matarlo y quien OSE tocar, amordazar, pegar o simplemente respirar cerca de MI princesa, le hare tragar sus propias tripas y me comeré su corazón.

¿Entendido?

Un escalofrió recorrió la espalda de cada uno de los soldados, sabían que las palabras de su jefe eran reales.

Siguieron con la marcha; uno de los generales, se acercó al demonio y le dijo:

-Señor, la señorita que llevamos en el carruaje, desea verlo.

-Dile que ahora no puedo verla.

-Señor, eso le dije, pero es demasiado insistente y...

-Me da igual, dile que no puedo.

-Si señor.

El demonio suspiró, esa mujer era demasiado insistente y pesada, solamente la había traído porque le
era útil, ella conocía el castillo y podía saber los pasadizos ocultos y también saber los miedos ocultos de su pequeña.

" Mi pequeña, mi ángel, MI Serena, pronto estarás junto a mí"

Continuará. ..

En Manos del DemonioWo Geschichten leben. Entdecke jetzt