- ¡JungKookie! ¿Tu eres el hermano de Tae? -Pregunto la dulce maestra mientras miraba a su alumno.
El moreno asintió sonrojado y la castaña sonrió, JungKook era demasiado tierno, y ahora entendía que parecido tenían los hermanos, ambos eran adorables, pero JungKook era el que más, ese niño de solo 15 años, era el niño más adorable de el mundo, ella lo sabía.
- ¿Que estabas haciendo pequeño? -Dijo la chica mientras dejaba su cartera de cuero marrón.
El menor levantó la mirada para ver la mayor que lo miraba con ternura, tenía la mente como un remolino ¿De que conocería a su hermano? ¿Serian algo más? ¿Fueron algo más? ¿Llegaron a serlo? Millones de preguntas pasaban por su mente, la maestra al ver que no contestaba dividió chascar los dedos delante del chico para haber si salía de su trance.
- Ah... ¡Si! L-los deberes -Respondió el menor torpemente con sus palabras haciendo que la profesora sonreirá de ternura.
- JungKookie, ¿Te ayudo? -Le sonrió la morena a el menor que se encontraba sonrojado a más no poder.
- S-si, por favor Noona... -Pidió el menos sonrojado por como lo había llamado.
Ambos se dirigieron a la habitación de el menor, Tn_ ayudo a el pequeño con los deberes y le explicó lo que no entendía, una vez acabados mientras JungKook se ponía el pijama y se preparaba, Tn_ se encontraba en la cocina haciendo algo para que comiera el pequeño y ella.
- ¿Que hay para comer Noona? -Pregunto JungKook una vez ya llegó a la puerta de la cocina.
- Arroz con carne pequeño -Sonrió y saco los vasos del estante que se encontraba arriba.
- ¡Que rico! Quiero probar la comida de Noona -Sonrió mostrando sus dientecitos de conejo.
Ambos se sentaron a comer esa deliciosa comida, JungKook murmuraba cumplidos sobre la comida, aún que casi no se entendían por que hablaba con la boca llena, cosa que causaba gracia a Tn_ que miraba tiernamente al pequeño.
(...)
Tn_ se encontraba corrigiendo los exámenes, JungKook ya se había ido a dormir ya que era su hora, las 21h, esa era, o por lo menos eso le dijo Tae, le faltaban pocos exámenes, quería acabar para así dormir un poco, justo antes de tomar su café, claramente descafeinado.
- Jimin... Nota perfecta, como siempre -Sonrió la mayor mientras ponía un 10 en la esquina superior de la primera página.
Y Jimin era un gran alumno, y tenía que reconocerlo, lindo, muy lindo, hermoso, el era estudioso pero a la vez rebelde, las profesoras lo llamaban "El chico perfecto" y aún que ella reconocía que era hermoso y muy, pero muy sexy no quería nada con el, era más que ilegal ser novia de tu alumno, y a ella no le gustaba meterse en esos líos.
Un gran grito se escuchó desde el segundo piso, JungKook, pensó Tn_, rápidamente dejo los cuadernos junto con el lápiz y salio corriendo escaleras arriba, al llegar a la puerta de JungKook entro encontrándose con una habitación celeste, miro hacia todos lados buscando a ese niño, y lo encontró, solo que este se encontraba escondido entre unas sábanas blancas como la nieve, acercándose lentamente y con sumo cuidado acarició la espada de JungKook.
- ¿N-Noona? -Pregunto este asustado mientras se destapaba solo la cabeza.
Este miro a su mayor, la cual lo miraba preocupado mientras aún acariciaba su espalda, el quería cerrar los ojos, sentirse en las nubes junto a su noona, ¿Tanto era pedir? Al parecer si, su noona solo quería a chicos más mayores, como Jimin un amigo de su hermano.
- ¿Que paso pequeño? ¿Estás bien? -Pregunto mientras lo miraba preocupada.
- Si, solo fue una pesadilla Noona -Dijo el pequeño mientras se sentaba en su cama.
- Ow... Pues será mejor que vuelvas a dormir pequeño ya es tarde -Acaricio por última vez la espalda del castaño.
Esta se levantó con ayuda de sus brazos con la intención de irse, pero su deseo no sería concedido, una pequeña mano con unos dedos grasosos rodeo su flaco brazo, está miro de donde provenía el brazo llegando hasta el pequeño Jeon que se encontraba con los ojos cristalizados. Maldecía en su mente, lo que menos le gustaba era verlo llorar, por esa razón decidió ayudarlo el primer día que llegó a el instituto, el lloraba por que no tenía amigos, así que ella decidió hacerle compañía durante ese día, normalmente no lo haría, pero fue una necesidad correr en su ayuda.
- Noona... Quedate por favor... -Pidió el menor mientras miraba triste a su mayor.
Exámenes, fue lo primero que pasó por su mente, miro a su acompañante el cual tenía ojos llorosos, suspiro y asiento, a la mierda los exámenes, el era más importante que unos papeles con respuestas equivocadas. Asintió y se sentó mejor en la cama individual, el chico puso su cabeza en las piernas de la chica mientras cerraba los ojos para dormir, ella acariciaba su cabello dulcemente y lo miraba con una sonrisa.
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