No Eres Tú #03

Capitulo 12 Perdóname Por Favor

Cuando amaneció Marcela busco el cuerpo de Gustavo y se encontró sola en la cama miro alrededor de la habitación y no había nadie así que se levantó y fue al baño se aseo y salió al salón para su mayor sorpresa Gustavo estaba en el sofá durmiendo.

Fue extraño verlo allí pero más extraño fue ver que tenía su celular junto con el de él, tomo el suyo y lo reviso y allí algo le llamo la atención.

Se que lo negaras pero te dije que siempre estaría para tí, no me olvides porque yo no podría.

Estaba tan concentrada leyendo que no se dió cuenta que Gustavo había despertado hasta que este le hablo.

—¿Me dirás quien es? Porque queda claro que no es un mensaje de padre a hija.—ella lo miro y en sus ojos a pesar de que estaba recién despierto se le podía notar el enojo.

—No lo sé, cuando me preguntaron si había otro sospechoso dije la verdad, no se quien es.—gustavo se enderezo y la miró a los ojos.

—Si vamos hombro a hombro no debes de ocultarme nada Marcela.—¿marcela? Ay Dios si que esta molesto.

—llamare para saber quien carajo me envío este mensaje.—pero él rápidamente le quita el teléfono de las manos.

—No, no vas a devolver ni el mensaje ni la llamada sabre quien es y si descubro que me mientes vamos a tener problemas.—ella lo miro molesta.

—A mi tu no me amenazas y como no me crees me largo y te dijo desde ahora no te metas en esto apártate es mi problema yo lo resuelvo.—Se largo a la habitación a buscar sus cosas.

—¡Marcela!.—la siguió a la habitación y la vio quitarse la pijama para ponerse un jean y una camiseta rápidamente.

—Siempre terminas haciendo lo mismo dudando de mi y haciéndome pasar por una golfa pues esta golfa se larga.— El la miraba y no sabía que carajo hacer.

—No irás a ninguna parte.—dijo serenamente.

—¿Quien me va a detener tu?.—dice con altanería.

—Deja las niñadas tu crees que esa gente está jugando carrito como para exponerte.—Ella pasaba por su lado buscando sus cosas saco su bolso y lo tiró en la cama metiendo las pocas cosas que tenía en esa casa pero Gustavo le quito el bolso y lo tiró lejos, para luego agarrarla por lo brazos para que lo mirara.

—¡Ya cálmate y deja de hacer eso! ¡te dije que no te vas!.—le grito y ella furica lo empujo pero ni lo movió.

—¡Suéltame Gustavo!.—temblaba de la rabia.

—Vamos suéltate no y que eres capaz de valerte por ti misma pues piensa que soy uno de ellos y suéltate tu sola.—Agarrandola firmemente pero por lugares donde no podía hacerle daño ni dejarle marcas eso encendió más a Marcela y reuniendo todas las fuerza se puso a forcejear con Gustavo pero este tenía muchas más que ella.

Llorando de la impotencia agarro una caja de las prendas que está cerca y le dió fuerte a Gustavo por la cabeza haciendo que este aflojara su agarre y lo termino empujando estaba tan ciega de la rabia que no midió sus actos y Gustavo cayó al piso con la mano en la cabeza.

—¡Te dije que si podía yo puedo cuidarme sola!.—le decía mientras seguía recogiendo sus cosas dándole la espalda a Gustavo pero se tenso cuando esté no le respondió y volteo a verlo sus ojos se agrandaron.

—Gus... Amor.. dios Gustavo para ver.— él la manoteo y como pudo se levantó y se fue al baño su cabeza botaba sangre.

Sangre su cabeza estaba rota y ella le había hecho eso sus manos comenzaron a temblar y se acercó al baño con lágrimas en los ojos.