Capitulo 19 Michael Bransom

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Jamás pensó que una mujer fuera quién volteada su mundo patas para arriba y lo peor es que ni si quiera podía culparla, Marcela fue la mayor víctima en toda esta historia, su padre fue su verdugo por muchos años y él acabo con la poquita felicidad que tenía ahora.

Pero se llenó de rabia cuando la veía con ese hombre quién la miraba con adoración sonreía como si él fuera su universo, pensar que lo había olvidado lo lleno de rencor y si era cierto que se había mantenido oculto pero lo hizo por los dos para poder frenar a su padre y luego vivir su historia de amor pero llego tarde ella ya amaba a otro hombre y él se quedó con un corazón lleno de amor.

Cuando la vió frente a él y se desmayo del impacto solo se le ocurrió hacer semejante burrada.

Todo fue un caos después le había hecho daño y ahora se arrepentía, cuando discutieron y ella cayó quiso morir y se dejó pegar con sus amigos para sentir el dolor que en ese momento sentía ella.

Mirando a lo lejos no se percató de que alguien venía algo ocupada y enrredada con un animal.

—¡No te vayas por allí pedazo de animal!.—chillo la mujer que se veía tan cómica peleando con el perrito Michael sonrió y el perro se metió en sus pies.

—Lo que me faltaba, disculpe señor no muerde podría agarrarlo por mí.— Una latina bufó esto era el colmo.

—Si no muerde agárralo tú no tengo porqué ensuciarme con ese animal pulgoso.— Los ojos de la mujer se agrandaron y sus mejillas se tornaron rojas.

—Pero que te pasa porque eres tan odioso.— se agachó para agarrar al perro pero este se resguardo más y ella perdió el equilibrio quedando entre las piernas del hombre.

—Belleza me encantaría que me hicieras el favor pero estamos en un lugar público y aquí eso es penado.—Ella se levantó y sus miradas se cruzaron.

—Eres un asqueroso grosero, no tiene porque ser tan vulgar.— levantándose

—Porque me da la gana.—agachandose para agarrar el perro por el cuello y se lo entregó.

—Demelo la está lastimando bruto.— tomando a la perrita en sus brazos y se alejó de él.

—Por lo menos un Gracias gatita.—ella se detiene voltea y le da una mala mirada.

—Patán.— Michael sonríe con ganas y se vuelve a sentar pero algo le llama la atención un monedero estaba a sus pies.

—Así que la gatita perdió sus documentos malo malo malo.... Nos volveremos a ver belleza.— lo tomo y se alejó del lugar.

Cuando llego a la casa se encontró con lisa como siempre haciendo una de sus pataletas.

—Ahora que ocurre lisa.— y está lo mira con mala cara.

—¿Porque carajo no has hecho nada para que esa idiota esté contigo nuevamente.—Ahora era ella la obsesionada.

—Porque decidí dejarla tranquila y te aconsejo que tú también te apartes.— pero aquellos no eran los planes de lisa.

—Pues no ellos me han humillado como le ha dado la gana y si tú no me ayudas buscaré quién si lo haga.—Aquello no le gustó nada a Michael.

—Que no me enteré que estás haciendo algo a mis espaldas porque te va a salir caro.— dejándola allí parada se alejó hacia su habitación.

Agarro el monedero y lo abrió allí estaba ella una belleza de mujer tenía mucho tiempo que alguien no lo impresionaba como lo hizo esta chica era bella, tierna y un poco ingenua.

Reviso sus datos y como sospecho era venezolana tenía 32 años una mujer madura, vivía en Caracas y era licenciada en administración.

Busco más para ver si podía dar con ella pero no encontró gran cosas sus tarjetas y el poco de papeles que una mujer guarda en una billetera.

Al día siguiente como lo prefijo veía a la mujer que caminaba y se agachaba era tan graciosa sabía lo que está buscando pero la dejaría sufrir un poco más.

—Vaya pero mira a quién me encuentro nuevamente a mi linda gatita.— ella se voltea y lo ve con molestia.

—Mira, hoy no estoy de humor que te puedes ir por donde llegaste de acuerdo.— es que era enojona también.

—Bueno como no me quieres ver me iré tendré que botar este feo monedero que me encontré ayer.— pero la cara de ella se transformó.

—¡Tu lo tienes!.— Se le fue encima para quitarse pero él alzó la mano para evitar que lo tomara.

—Eyy eeyy espera... Sabes que cuando uno encuentra algo ajeno y lo entrega con buena voluntad se le recompensa y yo... ¿Quiero saber cuál será mi recompensa?.—y una amplia sonrisa se le formó en su cara.

—¿Que quieres a cambio de mi monedero patán?.— él tiene con ganas.

—Uuummm déjame pensar.—se coloco una dedo en sus barbilla.

—Ya apúrate que me tengo que ir.—Dice fastidiada.

—Esta bien dos cosa quiero tu nombre y tu número telefónico.—Ella volteo los ojos.

—No tengo teléfono porque estoy de pasada en este país.— pero ella cargaba uno en su mano y el arqueo las cejas.

—Que mal mientes pero bueno que quede claro que lo quise devolver.—Y se volteo pero ella lo tomo del brazo.

—Vanessa Lugartis y toma este es mi número ¡Ya feliz! Ahora dame mi monedero.—El agarro el papel y marco su celular comenzó a sonar.

—Guarda mi número gatita te llamaré.— le dió el monedero con un beso en la mejilla para luego alejarse y dejar una estática Vanessa.

—Aaahhh patán, es un patán... Ni si quiera me dió su nombre.— volteo y no lo vio así que decidió regresar.

ESTE ES UN CAPÍTULO CORTO ESPERO LES GUSTE COMO SIEMPRE ESPERO MI ESTRELLITA.

COMEEEENNNNTEEEE A VEEERR QUE OPINAN DE ESTE CAMBIO.

SE LES QUIERE.

No Eres Tú #03Where stories live. Discover now