Capitulo 21 Aléjate

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Marcela estaba decidida recuperar a Gustavo aunque él aún no le dice la verdad sobre Vanessa sabe que si quiere volver a estar junto a él tendrá que hacer su lucha.

-¿Como te sientes?.-le pregunto cuando entro en su habitación.

-Mejor me voy a levantar.-enderezandose para mirarla mejor.

-Ya el desayuno está listo te venía a preguntar si come aquí.-con una sonrisa en los labios.

-¿Vanessa ya se levantó?.-su sonrisa fue muriendo poco a poco y asintio con la cabeza para luego levantarse, aquello había dolido.

-Ella te espera.-se voltea para salir pero él la retiene.

-Y tú también desayunaras con nosotros.-Volvio a sonreír aquello era insólito.

-Ya lo hice estoy despierta desde temprano.-Ahora si alejándose.

Cuando llego a su habitación dejo drenar todos sus sentimientos contenidos se acostó en la cama y se dejó llevar por el desconsuelo.

Gustavo salió a la cocina y algo en él lo inquietaba había visto tristeza en los ojos de Marcela cuando había estado con él.

-Gustavo qué bueno que amaneces bien.- Vanessa le saludo como siempre con el mismo cariño.

-Tuve buena atención y gracias ehhh ni si quiera te asomaste a mi puerta.- aquel reclamo no tenía ninguna fuerza.

-No me vine a enfermar a Canadá además ví un buen momento para que ustedes se acercarán más.-El sonrió al recordar que ella se había quedado dormida junto a él la pasada noche.

-Ya vuelvo.- Tomando un poco más de café salió de la cocina rumbo a la habitación de Marcela.

Sin tocar abrió la puerta y la miro acostada en forma fetal eso le extrañó hace un rato estaba muy activa.

-Marcela.-La llamo pero ella no se movió.

Con cuidado se metió en la cama y la volteo, ella se movió para acomodarse nuevamente... Estaba dormida pero podía ver que estuvo llorando.

En lugar de irse se acomodó y se acostó con ella entre sus brazos y allí la tuvo un buen tiempo hasta que el sueño a él nuevamente le llegó.

La despertó el delicioso olor de Gustavo no sabía que había pasado y cuando llego él a su cuarto pero se movió y él hizo presión para que no se alejará.

-Gustavo tengo que ir al baño.- y él levantó el brazo..

-Vuelve pronto.- ella feliz se fue al baño de aseo nuevamente y volvió.

-¿Que haces en mi habitación?.- pregunto ella mirandole los ojos.

-¿Porque llorabas?.-respondio con otra pregunta.

-Me sentí sola.-Aquello era cierto.

-Yo estoy contigo.-Acercandose más ella.

-No del todo solo soy la madre de tu hijo, a la que tienes que proteger para que él esté bien.- Gustavo frunció el ceño.

-Eso no es cierto para mi los dos son importantes.- pero eso no era lo que quería escuchar.

-Mejor me levanto además Vanessa está afuera.-Se iba a levantar pero Gustavo la retuvo y unió sus labios a los de ella.

Un baile sensual y pasional se abrió paso para luego darle cabida a una necesidad desenfrenada a la cual no estaban dispuestos a detener.

Se desnudaron con rapidez y sus cuerpos se unieron en uno solo con desesperación ella con su abdomen abultado y él con un cuerpo más desarrollado ella había notado todo su cambio había dejado crecer su barba y mantenido su cabello un tanto largo, le daba un aire de chico malo e interesante pero su cuerpo también había desarrollado más abdominales y sus músculos estaban aún más duros que antes.

No Eres Tú #03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora