Mi lindo Vampiro.

4: Soy un imán (Parte 2/2)

-... Acompáñeme a la estación.

Abecés creo que soy un imán de idiotas, no tendría que haber hecho nada, pero como cabía la posibilidad de que me cobrase por esta pequeña broma decidí ayudarlo así el me debería una.

-Quisiera no conocerlo... pero bueh, no puedo hacer nada... si lo conozco. Dijo Benio con una pícara sonrisa maliciosa mientras que Meison la maldecía con la mirada.

-Él dice que la está esperando.

-Si... en realidad no puede dejarme sola.

-¿No es bueno que ande sola a estas horas de la noche?.

-Ah sí, lo sé, pero vivo a un par de cuadras y como él no sabe cocinar, me quede sin víveres y vine a la tienda.

-... ¿Son pareja?.

-¡Que!, por favor, ¿Usted cree que alguien de mi edad andaría con alguien tan viejo?, no por favor... él es... .Nuevamente Meison le hacia todo tipo de gestos que ella no entendía.-Mi hermano.

-No lo parecen.

-Somos hijos de diferentes madres.

-Bien... , aquí tiene... circulen, no es bueno estar deambulando a estas horas de la noche. Dijo no muy convencido con lo dicho por ambos.

-Sí, lo se gracias oficial... vamos hermanito. Dijo Benio tomándolo del brazo con una sonrisa forzada.

Caminaron ambos hasta el auto de Meison bajo la atenta mirada del oficial, Benio no tuvo más opción que subirse al auto.

-No creo que se vaya. Dijo Meison.

-Obviamente... ¿Qué diablos eran todas esas señas?, parecía que estaba haciendo la danza de la lluvia o echando una maldición gitana.

-Tú no interpretaste bien.

-Bien o no te salve el trasero.

-Seh.

-Bien, muévete llévame a casa, me da la sensación de que nos seguirá.

-... .

-¿Qué?, la memoria te falla con la edad.

-Cállate ponte el cinturón. Su tono de pocos amigos ante el comentario de ella lo hacía chistar a cada rato, miro por el retrovisor y evidentemente los estaba siguiendo.

-Hmm... será mejor que entres a casa. Dijo Benio una vez que el aparco el auto en la puerta de la casa.

-¿Con que motivos haces esto?.

-Tranquilo galán, no eres mi tipo... digamos que te estoy pagando un favor y que me debes uno.

-¿No estaría saldada la deuda?. Pregunto molesto.

-Pude haber dicho que no te conocía, y segundo me podria haber ido caminando, además está el hecho de que no estoy haciendo ninguna pregunta sobre el hecho de que ... solo entra ya. Dijo a empujones entrándolo tras perder la paciencia.

A regañadientes el salió del auto y se metió en la casa de ella, se quitó el abrigo y ella fue directamente a la cocina a cocinar.

-Debía asegurarme de que guardases reposo y que no dijeses nada. Decía recargándose sobre la isla de la cocina.

-¿Qué eres de la mafia?,¿O un espía?.

-Graciosa, solo mantén tu promesa.

-Si la mantuve, tú eres el que me viene siguiendo... adelante contesta. Dijo ella al ver que le llamaba su celular, Meison vio el número de su celular y eso lo altero tanto como para caminar unos cuantos pasos.