Capítulo VIII

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Maratón 3/3

Pov's Samantha.

Cuando Morgan comenzó a hablar con Rossi y Emily, me dirigí al interior de la casa, Reid estaba con él. Al ingresar noté que no había nada fuera de lo común, hasta que percibí un fuerte olor que me causaba repugnancia. Me encontré con una pequeña habitación que al perecer era una oficina. Al ingresar, comprendí por qué tanto olor se esparcía por el ambiente...el Dr. Nichols estaba muerto. Observé el cuerpo por unos segundos, pero al instante note algo que hizo que mi respiración se atorase en mi garganta.

Ántrax.

Ventilación.

Mis pulmones.

Mala combinación.

Mierda.

Mis sentidos se bloquearon por unos segundos, por lo que tardé en darme cuenta de los llamados de Derek y Spencer. De pronto, escuché pasos acercándose al cuarto donde me encontraba y rápidamente corrí a la puerta para encontrarme con un Spencer confundido. Antes de que pudiera ingresar, cerré la puerta. Mis manos temblaban, estaba nerviosa.

- Lo lamento - les dije a los dos desde el otro lado de la puerta - No van a pasar - sentencié finalmente.

Derek iba a hablar, pero Spencer notó lo que sucedía.

- No puede ser... - la preocupación de Reís era palpable en su voz - Sal de ahí ahora. Fue en ese momento que Derek notó el pequeño frasco roto y el ántrax esparcido en el suelo.

- Sal de ahí - dijo mientras forcejaba la puerta el moreno.

- Ya es tarde, el virus ya está en mi - dije tristemente mientras me apoya en la puerta para impedir su paso - No servirá de nada que salga-.

Ambos me miraban con nerviosismo, Derek llamó al equipo de la UAC pidiendo un equipo de desintoxicación y le explicó a Hotch la situación. El moreno fue al jardín frontal a esperar a los especialistas. Se lo notaba tenso, con sus hombros acogidos y la forma en que apretaba sus puños levemente, siendo esto una reacción algo inconsciente.

- Todo estará bien - me aseguró Spencer tratando de ser positivo, aunque se podía percibir en su exprés que aquello iba dirigido más hacia el mismo que como una esperanza para mí.

- Eso espero - le sonreí sin mostrar mí dentadura, mientras mantenía mis manos en los bolsillos traseros de mi pantalón.

Mi teléfono comenzó a sonar y sospeché quién podría ser, pues seguramente la noticia había corrido rápido.

- García - saludé a mi adorada rubia, ya que era una gran persona y me atrevía a denominarla asi.

- ¡¿QUÉ ES ESO DE QUE TE VAS A QUEDAR ENCERRADA CON UN ARMA BIOLÓGICA!? - dijo prácticamente rompiéndome el tímpano debido a que estaba gritando. Puse el altavoz por mi propia salud.

- Linda ya estoy contaminada, el salir de aquí no cam... - me interrumpió.

- Sabes lo que les ocurrió a los otros, las heridas, la fiebre, vomitar sangre... - esta vez la interrumpí yo.

- No quiero pensar en eso ahora - reí nerviosamente, tratando de apaciguar mis propios temores.

- ¡¡PERO POR DIOS IRÉ A SACARTE DE LOS PELOS CAPRICHOSA!! - hizo una pausa tratando de regular su respiración - ¿Acaso no hay nadie coherente contigo que te saque de ahí? - preguntó.

Stitches (Spencer Reid)Where stories live. Discover now