Capítulo XVI

1.2K 80 8
                                    

Pov's Samantha.

Habían pasado cuatro semanas desde que regresamos del último caso. Lamentablemente encontramos que el ignoto había asesinado a otra chica más antes de que lo atraparamos, y tenía a una secuestrada para cuando comenzamos a trabajar en el caso.

A esta última pudimos salvarla de las manos de Otto Richson, el ignoto. Éste tenía una obsesión con su madre, la cual era una clásica narcisista que le dio a entender que fue su nacimiento lo que arruinó su carrera. Richson obligaba a sus víctimas a cumplir el papel de su madre, las hacia lucir como ella y les ordenaba que se aprendan el guión que le hubiera correspondido a su madre.

Al encontrarlo, salvamos a la chica, quien había logrado salir de la casa en donde la tenía retenida su secuestrador. Comenzamos a exigirle a Richson que saliera con las manos en alto, pero cuando lo vimos salir de la casa, muchos quedaron shockeados por comprender mediante la imagen frente a sus ojos, a qué nivel llegaba su psicosis. El hombre camino hacia el exterior de su casa, sosteniendo un cadáver en pésimo estado, que aunque no estaba confirmado en ese momento, todo el equipo y yo sabíamos que se trataba de su madre.

Él fue arrestado y ese mismo día, por la noche, regresamos a Washington. Todo estuvo bastante calmado, no surgió ningún caso que requiera nuestra presencia. Pero en mi mente si seguí rondando algo, el beso con Reid.

Desde que había ocurrido, ninguno de los dos volvió a ese tema. De cierta forma, se notaba que ambos tratamos de creer que no había sucedido, ignorando lo que sea que significara. Yo aceptaba que lo hacía, aunque sabía que la realidad es que el beso había removido mis entrañas. Nuestra relación era la misma de siempre, conversábamos con igual frecuencia, pero si nos manteníamos algo más alejados del otro que lo usual. El beso no parecía cambiar algo o eso intentábamos creer. Reid actuaba normal, aunque sé que él es consciente de que en algún momento el tema surgirá.

Me era imposible mentir y pensar que no lo quería, que no deseaba que otra vez nuestros labios se unieran de aquella forma; porque sí, una parte de mí necesitaba ese contacto, anhelaba sentir tantas sensaciones juntas, tal como aquel beso provocó en mí.

En estos instantes, me encontraba revisando archivos, al igual que el resto del equipo. Rossi, a excepción de nosotros, se encontraba conversando con Hotch; las persianas de su oficina estaban casi completamente cerradas, pero sus figuras se distinguían. Aparentaban discutir seriamente, definitivamente algo estaba alarmandolos.

- ¿Qué sucedió con Prentiss? - cuestionó Morgan quien volvió de la planta baja con un café.

Esa pregunta me rebotó en la cabeza, ya que Emily últimamente ocupaba mis pensamientos. Estaba distraída, muy cansada e irritable, casi como si nuestra presencia y el hecho de venir a las oficinas la abrumara. J.J le respondió a Morgan explicándole que Emily había faltado porque tenía que realizar ciertos trámites. Eso no era cierto, sabía que algo más estaba sucediendo, la conocía. Esa morocha ocultaba su dilema, y yo como su amiga, debería ser capaz de ayudarla.

Las horas pasaron, entre tanto papeleo y un par de descansos. Por lo que al mirar el reloj, note que ya era tiempo de irnos. Todos tomaban sus cosas para retirarse, excepto Hotch, quien seguro permanecerá hasta altas horas, como siempre. Fue un día bastante monótono, papeleo, café, hablar con Reid y Morgan, más papeleo, comer, conversar con García de nuevo y ahora estábamos los tres saliendo del edificio.

El cielo estaba bastante oscuro, pues el invierno ya se hacía presente, y las noches tempranas lo acompañaban. Una brisa fría nos recorrió al arribar al estacionamiento, demostrando que la temperatura había descendido. Me abrace a mi misma, buscando que el abrigo que llevaba ese día me proporcionará el calor que me hacía falta.

Stitches (Spencer Reid)Where stories live. Discover now