The Exception||Pennywise [Bill Skarsgard]

Capitulo 8.

MARATÓN 2/3.

—¿Que te paso? ¿Te encuentras bien?

Pregunto Will acercandose y poniendose de cuclillas frente a mi para inspeccionarme procurando que no tuviese ningún daño.

—¿Lo viste? ¿Pudiste verlo?—pregunte con desespero.
—¿A quien?
—El payaso. Él estaba aqui—respondí—Me ataco.

Conté. Baje mi cabeza y deje caer libremente mis lágrimas, no podia ya seguir ocultando mi angustia y mi temor, acababa de vivir una experiencia aterradora y aunque me hago la fuerte muchas veces, la verdad es que no lo soy tanto. Estuve a punto de morir, no existe modo de que no sea sensible a eso.

[...]

—¿Como estas?

Me pregunto Will caminando hacia mi. Yo estaba recostada en el sofá de la sala, no quise quedarme en mi dormitorio después de lo sucedido y Will tampoco lo queria por lo que resolvimos que me quedaria en la sala y él me acompañaria.

—Bien—respondí sin expresión.
—Revise todo el cuarto, no hay nadie ahi, tampoco nada que indique que el payaso haya estado ahi—me dijo sentandose en la mesita frente al sofá—Excepto esos malditos globlos que no comprendo porque aun los conservas.
—No los tocaste ¿o si?—cuestione con temor y él nego con su cabeza—Porque yo explote uno hoy y fue ahi cuando el payaso apareció.

—No, no los toque—me aseguró—¿Habías recibido un tercer globo?

Inquirió juntando las cejas, yo lo mire confundida y negué con la cabeza.

—No, fueron dos solamente. Aunque ahora queda solo uno.
—En el cuarto hay dos—me dijo y lo mire—Vengo de ahí, vi dos globos Evie.
—Entonces esta ahí. Will...él sigue ahí.

Le dije con un hilo de voz, al tiempo que mis ojos se llenaban de lágrimas nuevamente.

—No, no, esa cosa no esta aqui. Cálmate—pidió extendiendo su mano para frotar mi brazo—No tienes que temer, si se aparece yo estoy aquí para defenderte.
—Gracias—sollocé.
—Oye...soy el único que puede herirte enanita.

Bromeo haciendo gracia como siempre de mi estatura, no soy una enana pero él con sus diecisiete años es más alto que yo con diecinueve años que tengo, de ahí sus burlas.

—Tonto.

Reí secando mis lágrimas. 

Los dos nos reimos un ratito hasta que la puerta sonó exaltandonos a los dos.

—¿Quien?

Pregunto Will expectante a la respuesta al igual que yo.

—Ethan.

Se escuchó del otro lado.