Los dos nos pusimos de pie y comenzamos a caminar de regreso. Los primeros minutos fueron de puro silenció, lo cual volvia más incomoda la situación y me hacia desear encerrarme en mi casa y no salir más. Pero luego Ethan comenzó a hablar de visitar la plaza o tomar un refresco, por lo que aliviano la tensión que se había generado y consiguió relajarme bastante.
Finalmente nos decidimos por tomar helado y dirigirnos a la plaza donde, ahora que lo pienso, estamos siempre. Aunque esta vez no habia niños, la plaza se encontraba vacia como pocas veces.
—Aparte de lo de mi cumpleaños ¿William no te comento nada más?
—No—respondió—¿Hay más? No me digas que tienes novio.Expresó con preocupación aunque pude notar que estaba jugando, por lo que lo codeé y se rio haciendome reir a mi también.
—El payaso volvió.—conté tomando seriedad—Al parecer queria desearme un feliz cumpleaños.
—Tal vez le agradas.
—¿Agradarle? Ethan es un demonio, un...un asesino, un payaso loco, no lo sé, es un conjunto de maldad ¿como podría una cosa asi sentir agrado por alguien?
—No lo sé.Dijo poniendose de pie rápidamente, mostrandome una muy seria expresión.
—¿Pasa algo?
—Tengo que irme. Nos vemos luego.Dijo con ligeresa y se marchó dejandome con una muy fea sensación. Se fue molesto, pude notarlo, y si esta molesto quizás sea por el modo tan estúpido e infantil en que lo rechace hace un rato. No sé, quizás solo este mezclando las cosas y tenga otros motivos para sentirse molesto, si es que lo estaba, honestamente espero que no se enfade porque me decepcionaria mucho de mi misma.
Camine de regreso a casa y alcance a ver como Will estaba en la puerta conversando con unos muchachos, de su edad más o menos, o eso me indicaba la apariencia de estos.
—Aquí viene. Muchachos esta es mi hermana—dijo aproximandome hacia donde ellos estaban—Evie ellos son Chris y Doug, los conocí hace unos dias en el bar.
—Es un placer—dije amablemente.
—Igualmente.Respondieron al unísono al tiempo que me sonreían con amabilidad. Chris es alto, de cabello rubio, ojos azules y sonrisa ¿seductora? Eso creo, o al menos lo intenta. Todo un adolescente calenturiento a simple vista.
En cambio, Doug es un muchacho de mi estatura más o menos, cabello negro, ojos chocolate, bonita sonrisa que mostraba mucha amabilidad.
—Estaban comentandome que hace tiempo planean entrar a la casa embrujada.
—Se rumorea que eso vive ahí—dijo Doug y lo mire asombrada.
—¿Ustedes saben de eso?
—Todos saben de ese maldito payaso. Es una leyenda, es la pesadilla de cada niño en Derry—dijo riendo al final, al parecer le resultaba gracioso.—Ellos quieren que los acompañemos.
—¿Que?Pregunte viéndo seriamente a mi hermano ¿acaso estaba bromeando? Espero que si, de lo contrario le pateare el trasero por decir tremenda estupidez.
—Si, lo sé, suena como una locura—reconoció, al parecer se dio cuenta de mi expresión—pero iremos para confrontarlo. Somos cuatro, quizás Bill se nos una si le preguntamos, incluso Ethan se nos podría unir. Ganaremos en número Evie, si estamos todos juntos no podra lastimarnos.
—Es muy arriesgado Will.
—Si nos hubiese dejado en paz no estaria sugiriendolo Evie, pero volvió a presentarse y dudo que sea con buenas intenciones. Por eso mismo tenemos que ir allá y asesinarlo, ahora es nuestro turno.