—¿Salud mental? ¿No cree que es una exageración? Es decir...usted bien dijo, es un niño, sumandole el echo de que acaba de recibir un golpe fuerte en la cabeza. Es muy pronto para determinar si merece atención psiquiatrica—le dije intentando no elevar la voz, pero me resultaba imposible oyendo una cosa de esas.
—Lo sé señorita, pero no es mi decisión sino del doctor a cargo del niño. Ahora con permiso, debo seguir trabajando.
La enfermera se marcho y yo me cruce de brazos dando un bufido.
—Tranquila, todo saldrá bien—me dijo Ethan, quien estaba sentado a mi lado.
—No debimos ir a esa casa.
—¿Alguno quiere quedarse durante la noche?—pregunto Will poniendose de pie—Iba a quedarme pero si lo dejan en observación es en vano porque no podremos verlo.—¿Llamaron a sus padres?—pregunte.
—Sus padres estan fuera de la ciudad, Ricky vive con sus abuelos por el momento. No quise preocuparlos—dijo Chris—Pueden irse si quieren, Doug y yo podemos quedarnos.
—Mañana temprano estaremos aquí de vuelta—aseguré—Y ante cualquier cosa nos mantienen al tanto ¿esta bien? Nos llaman y enseguida estaremos aquí.—Si, tranquila. Descansen y nos vemos mañana.
Enseguida Will, Ethan y yo nos dirigimos fuera del hospital, caminando de regreso a casa.
—¿Tu casa queda muy lejos?
Pregunte a Ethan quien caminaba a mi lado, con su brazo sobre mis hombros. Fue en ese momento que me di cuenta que a pesar de ser tan amigos, no tengo idea de adonde vive.
—Más o menos.
—Puedes quedarte en casa si quieres, nos sobra una habitación—le dije pero enseguida Will me interrumpió.—Esa habitación esta llena de porquerias, no creo que le agrade dormir ahí.
—Entonces prestale tu cuarto—replique—¿En serio después de todo lo sucedido te quedan ganas de fastidiar?
—No hace falta que peleen, mi casa no queda tan lejos.—dijo Ethan—De hecho, aquí debo doblar. Te veo mañana—musito depositando un beso en mi mejilla—Adiós Will.—Adiós.
Dijo este y yo seguí caminando hacia casa bastante molesta, con mi hermano detrás de mi.
—¿Me explicas ahora que ocurre entre los dos?—me pregunto, era increible, realmente tenia ganas de molestar—No creas que no los vi besandose.