No me odies, Daniela. [C O M P L E T A]

Trece.

- Según este papel, su madre quedó viuda cuando tenía seis años; es decir, en el 2006. Al mes, Lidia Sanz contrajo matrimonio por segunda vez con un rico empresario. A partir del 2008 se pierden datos suyos en la escuela... Hasta el 2012, donde aparece señalado que...

- Espera, Miguel, frena el carro.

El día en que robamos el expediente, matrículas y encuestas de nuestra misteriosa chica de ojos azules, no se me ocurrió mirar todos los datos antes de ir a su casa y cuestionar sus acciones.

«¿Cuántas veces te dijo tu madre que antes de actuar hay que pensar?»

- Recapitulemos- pedí, aturdido.

- Seis años, muere su padre. Su madre se casa con otro hombre. Se pierden las pistas hasta el 2012...

- ¿Y?

Miguel se acercó más a la página amarilla y frunció el ceño.

- Volvió a matricularse en nuestra escuela en el 2012, para hacer secundaria.

- Pero en esos seis años desde que su padre... ¿qué hizo?

Mi amigo se cruzó de brazos y puso cara de indignación.

- Aquí solo están los apuntes del director y la psicóloga del centro. No hay datos exteriores, genio.

Me dejé caer en la silla con pesadez.

«Definitivamente, ni se te ocurra ser detective, Brad».

- Espera.

Me incorporé un poco en el asiento.

- ¿Cuál era la profesión de su padre biológico?

Miguel buscó frenéticamente entre los papeles durante buen rato, mientras yo golpeaba el suelo con el zapato.

- Aquí está.

- ¿Qué pone?

Él alzó la cabeza y me miró con asombro.

- Era... Militar.