Capítulo 3

13.2K 1K 55
                                    

Chat:

Rosé: Hey, ¿Cómo te sientes?

Lisa: ¡Estoy muy nerviosa! Espero todo salga bien.

Rosé: No te preocupes, todo saldrá de maravilla.

Lisa: Eso espero.

Rosé: Bien. Me dormiré, también deberías hacer lo mismo, mañana será un laaaargo día.

Lisa: Bueno, bebé. Descansa, te quiero mucho, dulces sueños.

Rosé: Adiós, bby.

-Luego de ver un par de videos en internet dejé mi celular en el velador y finalmente me acomodé para poder descansar pero, por desgracia, no había podido lograr dormir en toda la noche gracias a los fuertes nervios que sentía. Luego de un par de un par de horas dándole vueltas al mismo asunto en mi cabeza estaba apunto de dormir pero un fuerte grito de mi madre me sacudió rápidamente de la cama. -¡Lalisaaaa! Debes despertar, vístete rápidamente mientras te preparo el desayuno.

Con una máxima pereza en todo mi cuerpo me puse de pie dispuesta a tomar un baño. Una vez fuera de la ducha volví hasta mi cuarto para comenzar a ponerme el uniforme y ya completamente vestida procedí a buscar el cepillo de pelo. Mientras me peinaba pude darme cuenta lo mal cuidada que estaba mi cara; tenía unas grandes ojeras, espinillas y una pálida piel me cubría, no muy normal. No me interesaba arreglarme, después de todo me decían cosas horribles de alguna u otra forma en el colegio en el cual asistía anteriormente.

Luego de terminar el desayuno, me despedí de mi madre y salí en dirección a donde Rosé me esperaría para así poder irnos juntas a clases.

-¡Espero que estemos en el mismo salón! Tengo un poco de miedo. -Comentó Rosé, esperando poder estar cerca de Lisa.

-Lo mismo espero. -Respondió Lisa, totalmente desganada.

-Tranquila. Pase lo que pase estaré contigo. -Aseguró Rosé, moviendo su cabeza varias veces levemente de arriba hacia abajo.

Cuando llegamos a la escuela, Rosie corrió a la velocidad de la luz emocionada por ir a revisar la nómina de estudiantes que quedarían juntos en el mismo salón. Cuando finalmente a paso lento llegué a su lado me miró un tanto desanimada y habló:

-Lo siento Lisa, solo tendremos dos clases juntas. -Comentó, con una notoria inexpresividad en su siempre alegre rostro.

Me quedé atemorizada por unos segundos luego de escuchar a mi mejor amiga decir que no estaríamos juntas. Realmente tenía ganas de iniciar mi nueva etapa junto a ella, pero, simplemente no se pudo. Eso me deprimió un poco, pero no le dije nada, después de todo ella estaba medio triste y yo debía mostrarme contenta para no preocuparla más de lo que ya estaba.

Ella es mi adicciónWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu