Capítulo 4

11.9K 1K 77
                                    

Pasado varios días desde mi ingreso al nuevo establecimiento me desperté sin muchos ánimos de ir, pues Rosé no se presentaría a la escuela hoy. Luego de pensar demasiado las cosas me fui a la ducha, giré el grifo de agua caliente y de inmediato pude sentir las gotas caer por todo mi cuerpo. Comenzando por mi cabeza, bajando por mis pechos y finalizando en mis pies. Era tan relajante, me quedé así unos treinta minutos. Ya me estaba atrasando y decidí salir de ahí. Tomé una toalla cubriendo la gran mayoría de mi cuerpo. Mamá me llamaba para ir a desayunar, así que me vestí con rapidez para poder bajar a tomar desayuno e irme a los minutos.

Ya había llegado, han pasado dos semanas, todo va bien. Estoy logrando pasar por desapercibida. Aquí la gente no es tan cruel o tal vez por ahora no lo he notado. A veces dicen cosas feas pero nada grave, no me afecta en lo absoluto.

El día de hoy Rosé no pudo venir. Ella pasó una mala noche y espero sea un buen día sin su compañía. Mientras caminaba mi celular vibró, era mi mejor amiga, rosé.

Chat:

Rosé: Lisa, ¿qué tal? ¿qué tal tu día sin mí?

Lisa: Hasta el momento bien, pero te extraño mucho. De todos modos, gracias por preocuparte, Rosie.

Al ir distraída con mi teléfono, choqué con un cuerpo, su peso cayó sobre mí y al ver de quién se trataba quedé enamorada de sus hermosos ojos de gatito, el brillo que tenían o tal vez su forma perfecta me atraparon. Mi visión bajó hasta sus labios rosados, del tamaño perfecto y totalmente deseables. Definitivamente era la chica más hermosa que había visto. Su mirada se cruzó con la mía y no pudo evitar sentir un fuerte nudo en mi garganta ante la extraña sensación que eso me provocó.

Ella es mi adicciónWhere stories live. Discover now