Ella es mi adicción

Capítulo 14

Pov Jennie:

Me encontraba tirada en la cama de mi habitación con los ojos cerrados mientras tocaba mis labios pensando en los de Lisa sobre los míos, lo suave de ellos, lo rico, lo dulce. Pero, no podía evitar sentir un poco de asco por mí misma, ser homosexual está mal, muy mal. Aunque deseo volver a besar los labios de Lisa, jamás volveré a hacerlo, va en contra de mí, de mi padre, de todos. Solo me queda ignorar sus mensajes y llamadas.

Pov Lisa:

Finalmente al llegar a casa subí hasta mi habitación, una vez ahí me cambié de ropa, quedándome con una polera blanca y unos calzoncillos negros. Me acosté y comencé a pensar en lo vivido con Jennie hace un par de horas atrás.

Flashback

Lisa: ¿Sabes? Me encantas muchísimo.

Jennie: ¿Ah sí? Pues, yo le encanto a todos.

Lisa: ¿Es un reto?

Jennie: No, no es un reto. Solo debes ganar todo mi corazón, Manoban.

Lisa se acercó un poco más a Jennie y la miró fijamente para después unir sus labios con los de ella, formando un tierno beso que de un momento otro se tornó cada vez más apasionado. Llevó su mano hasta una de las piernas de la antes mencionada y comenzó a acariciar de manera suave cada parte de ella. La castaña se arrodilló entre las piernas de Lisa y descaradamente llevó una de sus manos hasta su miembro, acariciado y dando leves apretadas por encima de su pantalón.

Fin del flashback

Comencé a sentir una gran erección que empujaba contra mi calzoncillo, llevé mi mano hasta ahí y liberé mi miembro. Comencé a acaricar de forma lenta toda su longitud con mi mano izquierda, de arriba hacia abajo, sintiendo un gran placer mientras pensaba en las manos de Jennie sobre él. Cerré mis ojos y comencé a mastubarme de manera desesperada. Me mantuve así por unos minutos más y finalmente me corrí, soltando entrecortado su tan lindo nombre para luego terminar dormida.

Luego de una profunda siesta desperté y me levanté para ir hasta el baño, caminé lento y finalmente llegué. Abrí la ducha, me saqué la ropa y me metí. Disfrutando del agua caliente recorrer todo mi cuerpo, unos minutos y salí, llegué hasta mi habitación, me vestí y decidí enviar mensajes a Jennie, pero al no ver ninguna respuesta, la llamé y fue igual o peor, pues no habían rastros de ella. ¿Por qué no contestas? ¿Y si algo te ocurrió? Maldición, Jennie.