Un amor entre dos mundos ZimmerGrey

Capitulo 21 - Seattle

           

Narra Hanna

Cuando llegamos a Seattle el frió es descomunal y para colmo está lloviendo, el señor Grey nos indica en cual vehículo montar para hospedarnos en su casa mi padre insistió en quedarnos en un hotel, pero Christian no lo permitió dijo que su casa era lo bastante grande para todos y así es cuando las camionetas estacionaron frente a la casa es una verdadera mansión.

Al entrar nos muestran la casa que es preciosa y la parte de arriba está dividida en dos alas es como si Phoebe y Ted tuvieran su mini casa en la mansión, de inmediato Phoebe sugiere que todos los jóvenes nos quedemos en la parte de su ala y los mayores en la de sus padres, y para mi mala suerte Ted decide quedarse en la casa y no en su departamento ya que está inhabilitado yo resoplo al escucharlo mi relación con él no es la mejor desde aquella discusión y a parte para acabarla de jorobar esa tal Sophie no quiere despegarse del aunque veo que la rechaza.

Me indican cual es mi habitación y desempaco mis cosas solo duraremos aquí una semana por la gala benéfica que es pasado mañana y algunos negocios, cuando termino me tiro en la cama y cierro los ojos estoy cansada del viaje, las insistencias de Ted y para colmo las preguntas que mi madre me hizo en el avión, sé que se preocupa por mí y no le gusta verme en la faceta de mi padre cuando estoy de mal humor por cualquier situación que me pase cuando yo soy toda alegría y dicharachera como ella.

Mi cambio de humor la preocupan y sé que estoy mal porque no puedo pagar con todos mis problemas amoroso, pero así soy y Ted me ha calado tan hondo en el corazón que no puedo dejar de sentirme mal por su comportamiento, sé que mi hermano y el resolvieron sus  inconvenientes y tanto el cómo Phoebe han intentado hablar conmigo al respecto para que baje la guardia con el pero soy demasiado cabezota que no doy mi brazo a torcer, ellos no entienden que necesito mi espacio para pensar analizar y poder ser la de antes.

No sé cuándo ni cómo me quede dormida hasta que mi madre viene a la habitación a avisarme que ya está la cena, bajamos en silencio no me refiere nada sobre lo que hablamos en el avión y se lo agradezco ella sabe darme mi espacio para que me tranquilice y luego pueda desahogarme con ella.

En el comedor todos están sentado disfrutando de una maravillosa cena en familia y verlos a todos tan animados charlando de diferentes cosas me pongo a pensar que estas dos familias podrían ser una sola si la relación de Eric y Phoebe y la mía con Ted prosperara, salgo de mis pensamientos cuando phoebe me dice.

-Hanna estas aquí

-Si disculpa estaba lejos que me decías. -mi madre me mira y dice:

-Phoebe te decía que mañana iremos todas de tienda a comprar los vestidos de la gala benéfica.

-Mama traje un vestido ya para la ocasión. -le digo

-Yo también traje uno, pero las chicas han insistido y así tenemos la oportunidad de conocer algo de esta ciudad. -asiento 

Terminamos de cena y nos dividimos en diferentes grupos y hablamos de muchas cosas mientras Ted, su papa, Eric y mi papa van un momento al despacho de la casa a tratar unos temas de negocios. Al rato estos salen y veo cómo se van a integrar al grupo y la señora Ana llama a su hijo y este se acerca veo que le dice algo que no le agrada mucho y ambos me miran y como Ted tiene el ceño fruncido me doy cuenta que es algo referente a mi y incomoda por la situación me levanto me despido de todos y me voy a dormir mañana será un día de locos y prefiero descansar.

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Así como lo predije la noche anterior nos pasamos todo el día de compras probándome cada vestido que las chicas se les cruzaba por el frente, Phoebe se compro un vestido plateado y yo encontré un precioso vestido dorado con pedrería que compre, luego nos fuimos al salón de belleza donde nos hicimos de todo y no voy a negar que en unos momentos me sentía incomoda, pero al final me relaje y disfrute de la locura de estar entre mujeres, lo cual me ayudó mucho para cambiar mi humor y supe que era así cuando mi madre me dio un abrazo y me susurro al oído: