Vol 2, Capítulo 17c

3.2K 255 224
                                    

Nos conocimos en mi trabajo anterior. Era un joven banquero proveniente de una familia rica. Era alto y guapo, con un encanto persistente en su sonrisa.

En ese momento, había mirado un par de veces hacia donde él estaba sentado. Había nacido con cuchara de plata en la boca y también tenía buen aspecto. Él siempre hacía que la gente común creyera fácilmente que Dios fue parcial con él. Es difícil imaginarlo como un hombre homosexual.

Caminé con un vaso. Sonriendo, llamé su nombre, "Shao Yan".

Se sorprendió un poco tan pronto como levantó la vista, y luego sonrió. "Hola, nunca pensé que te encontraría aquí".

Normalmente actúo como un caballero demasiado cortés. "Lamento haberte sorprendido".

Sonriendo, dijo: "Esta es probablemente la mejor sorpresa con la que me he encontrado hasta ahora".

Me reí y me senté a su lado.

En el pasado, solo habíamos tratado estrictamente asuntos de negocios entre nosotros. Ni siquiera habíamos tenido una conversación antes. Debido a los tantos escándalos sexuales que había escuchado sobre él, su corta edad, las actrices y modelos que una tras otra había tenido a su alcance, sin importar cómo lo veas, él era un playboy que no podía vivir sin las mujeres. Y yo no tenía ningún interés en hombres heterosexuales a quienes sólo le apetecían el sexo opuesto.

Así que ver al Maestro Shao en un bar gay indicaba que ahora pensaba diferente. Simplemente no sabía quién le atraía más: los hombres o las mujeres.

Al verlo sentado allí, su porte de playboy estaba un poco fuera de práctica. No coincidía para nada con las habilidades que tenía en sus pasadas andadas. Pregunté: "¿Es esta tu primera vez aquí?"

"Sí". Encogió los hombros. "Se necesitan agallas, ¿verdad?"

"Explorar un poco más cuando aún se es joven no está nada mal. Los sentimientos entre dos hombres no son tan diferentes como los que hay entre hombres y mujeres. Tómalo con calma. El encanto del Maestro Shao siempre ha sido suficiente".

Él rió. "¿Eso también va para los hombres?"

Pedí una bebida para él. "Desde mi perspectiva masculina, lo es".

Los dos charlamos por un tiempo y de repente nos caímos bien. No es fácil conocer a alguien con quien uno se lleve tan bien a la primera. Además, él también era guapo. Me partiría un rayo si no aprovechaba tan buena oportunidad.

Nuestra conversación tenía cierto decoro y las indirectas eran las que sondeaban la intención, acercándonos poco a poco—nuestros dedos y brazos que se tocaban constantemente. La sensación de nuestras extremidades tocándose vagamente no era mala.

Cuando estábamos a punto de despedirnos al final, antes de que yo pudiera abrir la boca, me dijo: "Lee, perdón por preguntar".

Yo le pregunté sonriente: "¿Me pedirás mi número?"

"No". Él también sonrió.

"¿Oh? Es una pena porque a mí me gustaría mucho tener tu número". Mi oponente se retiró y yo avancé.

"En realidad, ya tengo tu número", dijo sonriendo, "Sólo me preguntaba si puedo llamarte".

Por dentro estaba que estallaba de alegría. Me reí a carcajadas y dije: "Eres muy educado".

"Definitivamente te llamaría con excesiva frecuencia, pero tampoco sé si tengas a alguien que se ponga celoso por ello". Con encanto levantó la ceja. "¿Tienes a ese alguien así de celoso?"

Me reí. "Oh, no bromees con este viejo tío. Probablemente estoy en la misma generación que tu padre".

Él levantó su ceja más alto. "Entonces, tío Lee, ¿estás dispuesto a enseñarme?"

Amor tardío (Love Late in Spanish)Where stories live. Discover now