La presentación salió a la perfección. Todos disfrutaron del espectáculo y nosotros nos lucimos tanto como Karen lo esperaba. Nuestra entrenadora nos felicitó y pidió que vayamos a festejar todos juntos, pero Joaquín y yo queríamos ir a festejar con nuestras familias. El festejo profesional lo dejaríamos para otro día.
Joaquín se despidió para ir con su familia. Ya afuera pude ver como toda mi familia estaba esperándome. Estaban todos: mi mama, mi papa, Julián e incluso Isa, lo cual me sorprendió muchísimo. Nunca le había gustado la idea de acompañarme a lugares, mucho menos si tenía que ver con el ballet. Las actitudes de Isa realmente me estaban preocupando, hace un par de días que me estaba tratando mejor que lo que acostumbraba. Con todo el tema de la presentación más mis conflictos internos no tuve tiempo de hablar con ella.
-Realmente estuviste hermosa hija- Dijo mi padre cuando ya estábamos todos sentados en el restaurant a punto de cenar-
-Gracias papa- Dije mirando la mesa, las escenas de admiración las odiaba, me hacían poner incomoda-
-Fue excelente tu trabajo- Dijo mi madre- Sin quitar de encima lo bien que van tus notas- Miro por unos segundos a mis hermanos- Creo que algunos deberían copiar sus actitudes-
-Gracias mama- Esta vez observe como mis hermanos estaban avergonzados por lo que acababa de decir mi madre- Pero me parece que no deberías comparar… Que Julián no sepa que estudiar no quiere decir que no sea bueno haciendo deportes… O que Isa no se lleve bien con las matemáticas no significa que tenga otros intereses… Como la música- Mi hermana me miro sorprendida-
-Tiene razón María- María era mi madre- Deberías dejar de exigirles a todos ser iguales- Concluyo mi padre-
El resto de la cena transcurrió en silencio. Ninguno se atrevió a volver a hablar. Cuando acabamos, mis padres nos dijeron que se irían a casa porque al otro día tenía que trabajar. Íbamos a ir todos juntos, pero Julián nos invitó un helado a sus dos hermanas menores.
-Es bueno verlas más unidas- Dijo Julián acercándose a ambas-
-Me sentí rara cuando vi que venias a acompañarme- Me dirigía solo a Isa-
-Lo se… fue raro venir- Se rio por lo bajo- No sé por qué no lo hice antes… eres excelente bailando- Me obsequio una sonrisa-
-Gracias- Le devolví la sonrisa- Yo no entiendo porque vivimos peleando… Es raro tener que convivir con alguien que no te llevas… nunca lo entendí…-
-Yo sé porque no había entendimiento entre ambas- Dijo Julián, Isa y yo lo vimos sorprendidas- Isa odia que la comparen contigo Pau… Nuestros padres lo viven haciendo, más cuando tu no estas presente-
-¿Es cierto eso?- Isa asintió- ¿Por qué no me lo dijiste antes?-
-Porque tú me tratabas mal… Yo estaba segura de que vos sabias las diferencias que hacían nuestros padres…. Por eso actuabas de esa manera… Seguí pensando así hasta que Julián logro convencerme- Lo miro de manera tierna a nuestro hermano- Yo creía que te prefería a vos… Siempre estuve celosa de su relación-
-Yo… yo… no sé qué decir… A mi muchas veces me hubiese gustado ser libre como vos frente a las responsabilidades que nos imponen nuestros padres… Es más, Julián lo sabe muy bien- Ambas lo miramos, el asintió confirmando lo que yo decía- Yo realmente no sabía lo que nuestros papas hacían… Hasta hoy… Y no me gusta… Los tres somos distintos y excelentes a nuestro modo-
-Te quiero hermanita- Dijo Isa con una amplia sonrisa-
-Yo te quiero más- Le correspondí esa sonrisa-
-Son más tiernas- Dijo Julián abrazándonos a ambas- ¿Ven que hablando las cosas se solucionan?-
-Ok… Creo que hoy no estamos para sermones- Dijo Isa algo divertida-
-Tiene toda la razón- Los tres comenzamos a reírnos hasta que Isa hizo un stop-
-Ahora te hare una pregunta- Tenía miedo que tuviera que ver con Joaquín- ¿Cómo sabes que lo mío es la música?- Suspire de alivio-
-Es que… te escuche… te escuche tocar la guitarra… y cantas muy bien- Le sonreí- Creo que deberías buscar un buen profesor, te ayudaría muchísimo-
-Me gusta la idea de Pau- Dijo Julián- Yo te lo buscare-
-Y ahora apareció el hermano celoso- Todos volvimos a reír-
Caminábamos en dirección a nuestra casa. Íbamos hablando como en mucho tiempo no lo hacíamos, todos tranquilos y felices, sin discusiones. Reíamos a más no poder. Nunca imagine que me podría llevar así con Isa. Todo marchaba perfecto hasta que una imagen se cruzó en nuestro camino.
Para llegar a mi casa debíamos pasar por enfrente de la casa de Anahí… Y, para mi sorpresa, ella estaba en la puerta… Pero en compañía de alguien, de Andrés… Sentí como una parte de mí se deshacía mientras que otra sentía alivio y debo confesar que sentía más alivio que dolor. Mis dos hermanos me miraron para ver como estaba, pero no mostré nada de debilidad. Continúe hasta mi casa sin importarme nada. Isa y Julián me siguieron, sin creer lo que acaban de ver. No hice comentario alguno de lo que había visto, pero pronto arreglaría todo con Anahí.
