El día se había pasado y la vuelta a casa en algún momento tenía que llegar. Fuimos abrazados por todo el camino, planeando otro día como ese, solo para nosotros. Me había hecho tan feliz. Con su sola presencia Joaquín me hacía feliz, pero un mimo tan grande como ese no venía mal. Mi familia estaba esperando en casa. Por primera vez estaban todos, mama, papa y mis hermanos. Todos juntos, cosa que nunca pasaba. Los nervios nacieron en mi acompañante. Trato de escapar de ese momento, pero no lo logro:
-Amor… No te dirán nada… solo pasas, los saludas y te vas- Lo mire suplicante- Hazlo por mi ¿Si?-
-Tienes un poder sobre mí que no te imaginas- Se mordió el labio- Lo hare… Pero no sé si saldré vivo-
-No te preocupes- Lo bese- Si sobreviviste a Julián, pasaras a mi padre fácilmente- Sonreí ampliamente ante mi victoria-
-Esto te saldrá caro- Dijo tomándome la cintura para acercarme a el- Muy caro-
-¿Y cómo tendré que pagarlo?- Me mordí el labio con la simple intención de provocarlo-
-Con muchos besos y una cadena perpetua al lado mío- Comenzó a besarme-
-Lo cumpliré con gusto- Separándome- Pero primero lo primero- Abrí la puerta y entramos de la mano-
Mis padres estaban entretenidos el televisor. Julián e Isa estaban apoyados en la barra de la cocina a la espera de “LA PRESENTACIÓN”. Amos cuchicheaban y se reían entre ellos, eso provocó que mis padres se dieran vuelta hacia ellos para luego verme a mi parada junto a Joaquín. Sus ojos se clavaron en nuestras manos… Tuve la sensación que sus ojos perforaban la unión de nuestras manos.
-Hola- Saludo mi madre sonriendo, siempre había sido amable- ¿Cómo les ha ido hoy chicos?-
-Bien… Muy bien mama- Sonreí ampliamente y mi vista fue directo a rostro de Joaquín, estaba serio y tenso, demasiado tenso-
-¿Quién es el?- Mi padre no dejaba de mirarlo, lo observaba de arriba hacia abajo-
-Él es Joaquín- Observe muy bien la situación, pero no podía mentirle a mis padres- Es… mi novio…-
La cara de mi padre se transformó y mi madre tomo con fuerza su hombro. Joaquín estaba peor que mi padre, de los nervios que tenía. Isa y Julián se reían en la cocina. Solo una mirada les tuve que dirigir para que dejaran de reírse. A mi padre le atravesó una sonrisa gigantesca antes de que comience a hablar:
-¡Qué lindo hija!- Se levantó, mi padre atrás de ella- Los felicito… Al fin se dieron cuenta-
-¿Qué dijiste?- Me sorprendieron sus palabras, el ese momento Isa salió de la cocina-¡ Juro que te matare Isabella!-
-Yo solo di mi opinión- Ya desde la parte de arriba de la casa-
-Me alegro mucho por ustedes- Dijo mi padre seco- Solo una cosa te diré- Su mirada fulminante se clavó en Joaquín- Que no vea sufrir a mi hija-
-Yo amo a su hija señor- Trato de sonar tranquilo- Nunca la hare sufrir-
-Eso espero muchacho- Le palmeo el hombro y subió las escaleras-
-Sino te verás con ambos- Se rio Julián- ¡Nunca te había visto tan pálido!- Las carcajadas de Julián resonaban en la sala-
-Hijo… No te rías- Lo reto mi mama- Pobre Joaquín… Enfrentar a tu padre no es fácil…-
-Él la va a tener más difícil mama… Cuando traiga a su novia tendrá que pasar por tres mujeres celosas- Le saque la lengua se fue por la cocina-
-Un placer haberla conocido señora- Dijo Joaquín-
-O por favor… No tanta formalidad por favor… Dime Elizabeth- Mi madre parecía feliz- Ven que los acompaño a la puerta-
-Mama… Me avergüenzas- Dije apretando los dientes-
-Lo siento…- Dijo quedándose parada en su sitio- Espero verte pronto Joaquín- Agito su brazo mientras salíamos por la puerta-
Quedamos en la entrada, solo mirándonos. Sus ojos habían perdido el miedo y, ahora, radiaban de alegría. Lo bese, tanta felicidad me contagiaba. Lo rodee con mis brazos por el cuello para que no se alejara. El hizo lo mismo pero con mi cintura. Cuando nos separamos ambos sonreímos, plenos, llenos de amor.
-Disculpen…-Una voz masculina irrumpió en el lugar- ¿Paula?- Pregunto-
-Si… Soy yo- Lo mire medio raro, la oscuridad de la noche nos invadía y no podía distinguirlo, se acercó a nosotros provocando que Joaquín y yo nos separemos-
-Vaya… No has cambiando nada- Sonreía, era un chico morocho de ojos grises- Estas más hermosa de lo que recordaba- Se estaba acercando hacia a mí, su mano rozo mi mejilla- Estas más grande… Más mujer-
-Lo siento… No sé quién eres- Saque su mano de mi rostro y me acerque a Joaquín, quien lo miraba fulminante- No te conozco… No sé quién eres…-
-Y como recordarme si ya han pasado unos cuantos años desde que me fui- Su sonrisa no se iba y, al parecer, la presencia de Joaquín no era de importancia- No sabes cuánto te he extrañado- Quiso abrazarme, pero Joaquín lo impidió-
-¿Qué estas sordo?- Su voz sonaba dura- No escuchaste que no te recuerda, que no sabe quién eres-
-¿Y tú que te metes?- Le contesto a Joaquín- ¿Quién te crees que eres?- Lo miro desafiante-
-Soy su novio- El rostro de aquel chico se transformó, su sonrisa se desvaneció como el rocío de la mañana cuando recibe el calor del sol-
-Lo… Lo siento- Estaba yéndose cuando la puerta de entrada se abrió-
-Mama me envió a ver que sucedí…- Hasta allí llegaron las palabras de mi hermano, sus ojos quedaron clavado en el chico que se estaba yendo-
-Julián… Julián ¿Tu si me recuerdas?- Una chispa volvió a encenderse en sus ojos- ¿Te acuerdas quién soy?-
-Imposible olvidarme de vos- Mi hermano no sonaba muy amigable- Martin hazme el favor de irte de aquí ya…-
-Lo hare… Y esperare a que ella- Señalándome- Se acuerde quien es la persona que ama-
Se fue. Se esfumo entre la noche negra llena de estrellas. Joaquín y yo quedamos consternados. Julián parecía dolido. ¿Quién era Martin? No recordaba nadie con ese nombre… Nadie que quisiera recordar… ¿Tendrá que ver con lo que había recordado esa tarde? No lo creo… Aunque era muy parecido al chico de mi recuerdo. Sentí un escalofrío que recorría mi espalda.
-¿Me puedes explicar quién carajo era este pibe?- Le pregunto Joaquín a mi hermano-
-A mí también me gustaría entender- Me queje-
-Otro días les cuento… Es muy tarde para contarles toda la historia- Entro a la casa dejándonos con la duda a ambos-
