-¿Qué carajo haces aquí?- Realmente me estaba hartando esto- ¿No puedes entender que no me interesa saber nada de ti?-
-Solo pasaba a saludar a mi vecino...- Señalo la casa de enfrente- Al parecer mi vecinito está ocupado- Se sonrió de lado- ¿Molesto?-
-No...- Dijo Joaquín serio-
-Claro que molestas... ¿Te podes ir? Gracias- De forma sarcástica-
-Me voy a pedido suyo mon amour - Quiso tomar mi mano para besarla-
Puso sus manos en los bolsillos y cruzo la calle. Joaquín cerró la puerta. Esbozo una media sonrisa y camino hacia el sofá. Lo note extraño... No me animaba a preguntarle qué había ocurrido... El timbre volvió a sonar, estaba al lado de la puerta... La abrí, era el chico del delivery, tome la caja y le pague. Volví a posar mis ojos en Joaquín, perecía perdido en sus pensamientos...
-¿Qué te dijo?- Ya me había cansado de esperar a que reaccionara- ¿Qué fue lo que te dijo para que estés así?-
-¿Es verdad que lo viste esta mañana?- Sabia que algo malo había ocurrido-
-Si...- No le daría mi versión, sus ojos se posaron en mi cara-
-¿Es verdad que hablo con vos en ese lugar que nadie conoce...?- Mataría a ese tarado pero no le mentiría a mi novio-
-Si...- Sus manos se tensaron- No sé cómo llego, pero allí llego cuando estaba mirando el amanecer-
-¿Es verdad que...-Trago saliva- Que se besaron?-
-No... Eso es mentira- Soné lo más tranquila, sabía que si reaccionaba mal sería peor- Es más... Cuando vi que se acercaba me alejaba... Y no me cansaba de decirle que no me interesaba nada de el-
-¿En serio?- Su mirada de perrito mojado me partía el alma- ¿No me estas mintiendo?-
-Como te voy a mentir a vos... Yo te amo Joaquín- Me sente en su regazo- No me importa todo lo que me digan que paso con él o lo que sufrí por el... A mí el único que me interesa en este momento sos vos...-
-Yo también te amo- Sus ojos volvieron a tener ese brillo especial- Te amo demasiado-
Abrí la caja de pizza y frote mi estómago en señal de hambre. Logre sacarle una carcajada al amor de mi vida. Nos fuimos con la caja de pizza al patio a comer. Estuvimos riendo y disfrutando de la rica pizza hasta terminarla. Había pasado un lindo día, pero note que la actitud de Joaquín había cambiado de un momento a otro luego de la visita de Martin.
-Sabes... Yo sé que podemos hacer para que cambies esa cara y podamos entender que es lo que quiere este chico...- Tome su mano y lo hice parar- Pero antes iremos a otro lugar...-
Guardamos las cosas y nos aseguramos de dejar todo acomodado. Tome mis llaves y el tomo las de su casa. Lo llevaría a un lugar que le encantaría conocer. Caminamos mientras preguntaba una y otra vez hacia donde lo llevaba. Ni una palabra salió de mi boca.
Estábamos cerca de la entrada a mi lugar especial... Ya lo había llevado pero él nunca se había dado cuenta. Miraba hacia todos lados para tratar de orientarse, no lo conseguía. Su reacción y gestos me hacían reír. No por eso me deje vencer... No le dije a donde estaban yendo...
Me miraba una y otra vez con la esperanza de que le digas... Lo mejor de esto es que no saldría ni una palabra de mi boca... Sentí la libertad de llevarlo a donde tuviese ganas... Pero no, tenía que hacerlo conocer mi lugar especial...
-¿No me vas a decir a donde me llevas?- Rompió el silencio-
-No... Mira- Señale el paisaje, ya habíamos llegado- Esto quería mostrarte... Este es el único lugar al que vengo para escapar la realidad...-
-Es... Es hermoso- Dijo sentándose en el césped- Me encanta-
-Tenía pensado regalarte la posibilidad de compartir conmigo este lugar...- Le sente a su lado. Lo abrace y apoye mi cabeza en su pecho- Este es el lugar que me ha refugiado cuando nos peleábamos-
-Pero ya no más... Ahora estamos juntos y nada nos podrá separar...- Su tierna mirada derretía mi ser- Pero... Hay algo que quiero saber todavía...-
-Y me parece que se lo que quieres...- Lo mire, la tarde se nos había pasado- Tengo quien es el que nos puede aclarar todo...-
-Julián- Dijo el mirando un punto fijo que parecía muy lejano-
-Lo llamare y le diré que vaya a tu casa... Allí podremos hablar más tranquilos- Solo asintió, espero a que llamara sin dejar de abrazarme... La verdad no quería saber nada, pero había que aclararlo-
Llame a mi hermano mientras tenia a mi novio susurrando una y otra vez cuanto me amaba. Trate varias veces y nunca atendió. Llame a Isa, estaban los dos juntos. Le pedí que vayan a lo de Joaquín, allí podríamos hablar tranquilos sin que nadie nos interrumpa. Tome de la mano a mi novio y comenzamos a encaminarnos a la casa.
Pasamos por la vereda de mi casa, pude notar como Martin doblaba la esquina... Esta vez cruzo al frente. No le di demasiada importancia, iba muy entretenida hablando con Joaquín sobre nuestros próximos días juntos.
Cuando llegamos vimos a Isa y Julián sentados en la entrada, esperándonos. Isa parecía no entender nada... Julián sabía muy bien lo que le esperaba:
-Comienza a hablar- Dije apenas vi a mi hermano-
-¿Qué es lo que pasa Paula?- Pregunto Isa sin entender mucho-
-Qué lindo volver a verlos juntos- Era Martin de nuevo, los ojos de Isa se posaron en el idiota que se había presentado- Tu...- Quedo mirándola, parecía confundido-
-¿Qué...?- Isa no termino de pregúntale-
-Vete de Aquí de una vez por todas- Julián se puso entre Martin y mi hermana. Cada vez entendía menos de lo que pasaba- Entremos a la casa-
Todos le hicimos caso. Entramos y nos sentamos en el living a la espera de explicaciones. Isa seguía confundida. Pude notar un poco de dolor en su mirada. Los ojos de mi hermana comenzaban a llenarse de lágrimas sin que derrame alguna. No podía verla así... Mucho menos si no entendía porque lo estaba...
-¿Me pueden explicar que está pasando?- Julián se encontraba con sus codos apoyados en sus rodillas y sus manos en la cabeza entrelazando sus dedos sobre ella- ¡Necesito saber que mierda pasa!- Joaquín me tomo la mano para que me calmara, nadie me contestaba-
-¿Van a hablar o se lo tengo que preguntar a él?- Joaquín susurro en mi oído: "No están bien... Dale unos instantes"-
El silencio se apodero de la sala. Habremos estado así hasta que Julián se reincorporo. Isa seguía mal, le pregunto a Joaquín donde estaba el baño, mi novio le enseño el camino. Mi hermana se dirigió lo más rápido que pudo, estoy segura que no pudo contener las lágrimas:
-Ahora... ¿Ya puedes hablar?- Pregunte lo más serena posible-
-Está bien...- Accedió Julián- No creo que te guste demasiado la historia... Pero te la contare-
-Soy toda oídos- Me dispuse a escuchar el relato de mi hermano-
