El Colegio.

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«Un loco que se coló en mi habitación quién sabe cómo, solo para amenazarme de muerte con una daga de plata por alguna extraña razón que no entiendo. Y espero que ustedes me digan» fueron los pensamientos de Hinata—¿Ustedes tienen enemigos?—preguntó.

—¿Por qué te interesa saber eso?—contraataco Reiji. Hinata solo se quedo mirando a Kanato buscando y analizando sus siguientes palabras, sabía que si cometía un error tendría que revelar cosas de las que no estaba dispuesto a hablar.

—Si ustedes existen, entonces deben existir algo así, como una familia rival, ¿No?—preguntó rogando que sus palabras fueran correctas.

—Estas en lo cierto—contestó Shuu mientras cerraba sus ojos para volverse a dormir.

—Hablan de los Mukamis, ¿Cierto?—preguntó Yui de forma inocente. «¿Mukamis? y yo que pensé que mi apellido era raro» pensó Hinata mientras miraba a Yui.

—¿Quienes son ellos?—preguntó mientras Yui lo miraba un poco sonrojada.

—Nadie al que debas acercarte—sentenció Subaru, Hinata no entendió el porqué pero la conversación se cortó allí y nadie volvió a hablar.

—Nee, ¿Qué dices Teddy?—la voz de Kanato llamó la atención del menor- lo sé... Hinata-kun no está listo para saber de eso-

Hinata no dejó ir esas palabras—¿A qué te refieres emm?—todavía no sabia como llamarlo, eso molesto a Kanato.

—Kanato—respondió con un tono de molestia—¿Cómo puede ser que seas tan tonto?—claro que si había algo que el de ojos lila no permitía era que lo insulten, por más pobre que fueran las palabras que utilizaban como insulto, no dejaba que lo hagan.

—No me insultes—dijo mirándolo con cierta molestia—si no se como llamarte es porque eres un completo extraño—Kanato se quedó callado mirando a un punto sin importancia, un extraño olor dulce estaba opacando el aroma de la sangre de Yui. 

Laito no pudo evitar mirar a Hinata, quien estaba pensando si podría buscar una forma de irse de aquel lugar «Viví casi toda mi vida sin tener contacto con algún familiar ni menos con mi padre, podré sobrevivir solo un poco más» pensaba, de pronto su mano fue tomada por Laito quien lo miraba despectivamente con una sonrisa. Subaru no entendía ese comportamiento empalagoso que tenía Laito con Hinata, le molestaba la confianza que tenía con ese mocoso.

Cuando llegaron, Reiji apartó a Hinata de Laito y caminó con él a su lado hasta la entrada del colegio.

—Aquí están tus horarios, como eres menor que todos nosotros tendrás otras clases—dijo mientras le entregaba su bolso lleno de libro y una hoja con los horarios escritos en Japonés. Hinata nunca fue tonto, su madre desde joven le enseñó a hablar japones e ingles con la excusa de que quería que él se pudiera comunicar con extranjeros. 

Hinata acepto eso y cuando giro a su izquiero lo vio, el chico que estaba en su cuarto junto con otras tres personas, Azusa al sentir la mirada de Hinata giró su rostro para encararlo. El miedo empezó a recorrer el cuerpo del menor. Tanto que este empezó a caminar en dirección contraria a su clase.

—¿A donde crees que vas?—preguntó Reiji mirando la acción de su contrario.

—La estructura de este colegio es como un circulo verdad, si voy por este camino aunque sea más largo podre ver partes del colegio que mis demas clases no podrán mostrar y aun asi llegare a la clase a la que debo asistir—se excusó antes de salir prácticamente corriendo rozando a Laito y Ayato en el camino. 

Le importaba poco o nada si las demás personas lo miraban como un extraño, él solo quería salir de ahí, buscar un lugar lejos de cualquiera y permanecer en el. Camino cuando llegó a la escalera y las subió un poco apresurado, no entendía a donde iba, pero sabía que todos los pasillos que veía o lugares por los que pasaba se quedaban en su memoria, permitiéndole hacerse un mapa mental de su nuevo colegio, cuando llego al pasillo con balcón del segundo piso choco con alguien.

Un chico de un 1,90 sintió un pequeño empujón en su espalda cuando giro lo reconoció casi al instante. Ese  era el mocoso hermano menor de los Sakamakis, del que tanto les había advertido Ruki.

—¿Qué demonios crees que haces?—preguntó Yuma mirando al chico que para ser sincero estaba entre el miedo  y el pánico.

—Lo siento— fueron las palabras de Hinata antes de dirigirse hasta el balcón y saltar desde el segundo piso. Yuma solo miro extrañado lo que había hecho ese chico y más por las palabras que habia dicho.

—¿Acaso es idiota?—preguntó mientras miraba como aterriza perfectamente al suelo, con todas sus cosas intactas.

Hinata reconoció a Yuma como uno de los chicos que estaban con Azusa cerca de él cuando estaba hablando con Reiji, por eso decidió tirarse del balcón, aunque sonara extremista no sintio ningun dolor al contacto con el suelo se acomodó el uniforme y siguió caminando, el jardín en el que se encontraba estaba enfrente de las ventana del salon de musica, donde Shuu no ignoro el hecho de ver a su hermano menor aterrizar desde el  cielo. Hinata se dio cuenta que su salón estaba a unos metros a la derecha, por ende solo era cuestión de que entre por la ventana. Cuando entro a su salón se dio cuenta que estaba desierto, las clases ya habían comenzado, por eso no entendía el porque no había nadie allí.

—¿Por qué no hay nadie?—preguntó extrañado, la puerta se abrió de repente dejando ver a un hombre mayor rubio y con lentes, vestía una bata blanca y un gafete en donde estaba escrito "Reinhart", el joven solo supuso que era su nombre.

—¿Qué hace un joven en este salón?— preguntó llamando la atención de Hinata.

—¿Por qué no están los profesores presentes?—preguntó en respuesta, Reinhart solo sonrió.

—Es porque no hay profesores a esta hora, a veces no pueden cubrir las clases, deberás esperar a la siguiente hora o ir a tu siguiente clase—respondió con una sonrisa mientras se acomodaba los lentes—eres nuevo ¿cierto?—preguntó en un tono más afirmativo qué interrogativo. Hinata solo asintió y caminó hasta la salida, no sin antes rozar al hombre y darse cuenta de algo.

—Sus gafas no son reales—susurró cuando se encontró en el pasillo desolado, camino sin dirección hasta encontrar la biblioteca, entre los enormes libreros vio un libro con un título bastante peculiar y era "Romeo y Julieta", no podía alcanzarlo debido a que su estatura era de 1,60, lo que no esperaba era encontrarse con alguien allí y más sorprendido lo dejo cuando alcanzó el libro para él.

—¿Quien eres tu?—preguntó Hinata al ver que no soltaba el libro.

—Ruki....Mukami—contestó. Esta declaración helo la sangre del Sakamaki 

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siguiente capítulo. 

la verdad esto de tener muchos personajes se hace fácil escribir, practicamente esto se escribe solo

el séptimo SakamakiМесто, где живут истории. Откройте их для себя