Esto es algo que da dolores de cabeza a la mayoría, excepto a los bendecidos por los astros que simplemente le les ocurre al instante: el título.
A mi parecer, algunas de las características más importantes que debe cumplir son:
1. Resumir la idea más importante o la trama (puede ser literal o metafórico).
2. Coincidir con el subgénero al que pertenece la obra.
3. Ser original.
4. Ser llamativo.
Respecto a la originalidad, es importante investigar en Google y en Wattpad que el título que elegimos no exista. Si bien los títulos no tienen derechos de autor y pueden repetirse, no es agradable que lo comparen a uno todo el tiempo con otra obra. Para esto es conveniente evitar los títulos de una sola palabra o que solo incluyan el nombre de una persona, porque casi todos han sido usados.
El segundo punto es importante porque, seamos razonables, si escribimos una obra donde un sociópata asfixia a sus víctimas con flores, «Rosas para ti» no suena tan espeluznante como «Espinas en la garganta». Este dilema tuve cuando deseé llamar a una de mis novelas «Dos gotas de agua», título perfecto porque representaba la idea de ser dos personas idénticas. Quizá habría quedado excelente para ficción general o romance, pero para que pareciera suspenso-terror debí cambiarlo por «Dos gotas carmesí».
Ahora sí, sin más preámbulos, les dejo los pasos de mi técnica con ejemplos precisos:
1. Busquen la idea central de la historia y traten de resumirla en una oración.
Para hacer esto pueden empezar redactando un párrafo sobre el argumento y de ahí ir quitando las ideas secundarias hasta descubrir qué es lo más importante. Esto les servirá de guía para que el título tenga relación con la obra.
Ej.: Todos pierden la memoria.
2. Busquen de dos a cinco palabras claves de la historia.
Ej.: Memoria, olvido, pasado, enigma.
3. Busquen tantos sinónimos como se les ocurran de esas palabras, recurran a diccionarios online si es necesario (el mejor para mí es WordReference):
Ej.: Memoria, recuerdo, historia, vidas.
Olvido, amnesia, desmemoria.
Enigma, misterio, fenómeno, día, evento.
Pasado, tiempo, historia.
4. Empiecen a armar oraciones usando esos términos, con diferente estructura y variada cantidad de palabras. Pueden ser formuladas como preguntas, exclamaciones, negaciones, afirmaciones, órdenes; oraciones largas o cortas; de dos, tres, ocho palabras.
Si en el camino se les vienen a la mente palabras diferentes, no hay problema en agregarlas. Es importante no dudar y anotar todas las oraciones que se les ocurran, por más absurdas que suenen. Por ejemplo:
El día del olvido.
El día de la amnesia.
La noche de la amnesia.
Cuando olvides.
Sin recuerdos.
Sin pasado.
Pérdida de recuerdos.
Cuando todos olvidaron.
Promete no olvidarme.
No me olvides.
Nomeolvides.
El misterio de la amnesia en el pueblo.
El enigma de los que despertaron sin recuerdos.
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Guía de supervivencia para escritores online
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