Guía de supervivencia para escritores online

Jugar al solitario en exceso: Un rostro inolvidable

La mejor arma del mundo jamás creada es el cuerpo humano, una herramienta que es necesario respetar. El escritor, al igual que el pervertido, acaba sufriendo intensos dolores de muñecas, ojos y espalda luego de tantas horas frente a una pantalla. En esta oportunidad presentaré trucos saludables que me han ayudado un poco, si la pereza me permite ponerlos en práctica con frecuencia.

El capítulo se divide en dos porque me quedó algo extenso. Aquí explicaré cómo cuidar los ojos y combatir el dolor de cabeza, en el próximo todo lo relacionado a las manos y espalda.

¿Tienes un mapa?

Estos son unos ejercicios que me ha compartido mi profesora de Yoga para entrenar los óvulos oculares. Es conveniente tomarse unos minutos para realizarlos antes y después de cualquier actividad que implique usar la vista.

Consiste en ponerse de pie o sentado, con la espalda derecha pero manteniendo los hombros relajados. Mantengan siempre el rostro al frente y los ojos abiertos como platos. Solo deben moverse las pupilas (y los iris, se entiende) a una velocidad moderada o lenta, si lo hacen rápido podrían marearse.

Una vez conseguida la postura, miren hacia el techo, luego al suelo. Arriba y abajo.

Repitan la acción mirando de izquierda a derecha.

Luego en círculos cual rayita poniendo los ojos en blanco. Círculos hacia una dirección, luego cambien de sentido.

Básicamente, quédense quietos con el rostro hacia el frente y muevan los ojos de arriba-abajo, izquierda-derecha, y en círculos durante un rato.

Para entrenar la visión periférica y reflejos...

Recuerden seguir manteniendo los ojos muy abiertos y el rostro al frente.

Extiendan el brazo izquierdo con su dedo índice levantado a la altura de los ojos (sostengan sus tres dedos restantes con el pulgar como si le estuvieran pidiendo un minuto de silencio a alguien mientras hablan por teléfono). Lleven despacio el brazo hacia la izquierda y de regreso al centro, sin dejar de seguirlo con las pupilas. Repitan.

Para el otro lado, extiendan el brazo derecho con su dedo índice levantado a la altura de sus ojos. Lleven despacio el brazo hacia la derecha y de regreso al centro. Repitan.

Ahora con ambos brazos a la vez, los extienden al frente y los van llevando hacia sus respectivos costados. Como si formaran una cruz y después pretendieran aplaudir como esos monitos con platillos que se mueven si le insertan una moneda. En este caso las pupilas se mantienen al frente, pero con la visión periférica siguen los movimientos de ambos índices, porque a menos que tengan un ojo desviado estaría difícil seguir ambos al mismo tiempo, ¿no?
Aquí también podrían intercalar una vez llevar el brazo izquierdo a su costado, una vez el derecho.

Un tercer ejercicio consiste en extender un dedo hacia el frente y traerlo de regreso hasta tocarse la punta de la nariz. Lo alejan, lo acercan.

Para poner en práctica un cuarto ejercicio centrado en desarrollar buenos reflejos, deben abrir mucho los ojos también, pero en esta ocasión siempre mirar fijamente un punto al frente. Lo que se moverá aquí serán sus rostros, de izquierda-derecha, de arriba-abajo, en círculos.

Al concluir todos estos ejercicios, recomiendo cerrar los ojos y apenas rozarlos con las yemas de los índices en un masaje muy pero muy suave, un instante. Respirar con suavidad y abrirlos.

Quedarás ciego si te conviertes en zombi...

Como mencioné, lo anterior está dirigido al entrenamiento diario. Algo que realmente buscan es quitar esa sensación de que sus ojos están a punto de saltar después de horas leyendo o enchufados a una computadora, así que aquí les traigo una técnica sencilla para descansarlos y disminuir el dolor.

Unan las palmas abiertas de sus manos sin que los dedos de una mano toquen los de la otra. Froten en círculos las palmas a una gran velocidad. Cierren los ojos y cúbranselos con las manos como si estuviesen por jugar a sorprender a un bebé con el «ahora me vez, ahora no me vez». Entonces abran los ojos como platos para que absorban el calor que se había acumulado en sus palmas al frotarlas. Vuelvan a cerrarlos y aparten las manos. Frótenlas otra vez y vuelvan a cubrirse los ojos.

Repitan unas tres veces o las que consideren necesarias, notarán que sus ojos estarán más relajados.

¿Alguien dijo Digitopuntura?

El dolor de cabeza suele ser un síntoma de algo más, si es grave obviamente recurran a un médico o tómense la presión. Creo que hay un meme al respecto de «Yo conocí a alguien que murió de eso».

Si es algo leve por exceso de concentración o lo que sea, continúen leyendo. Con la yema de los pulgares o índices, hay que ejercer una considerable presión sobre las zonas de piel que mencionaré:

a. Sobre la piel bajo el labio inferior, en las zonas donde se ubican ambos colmillos.

b. En ese hueco que se encuentra justo debajo de la nariz y arriba del labio superior.

c. En el hueco que hay arriba de la punta de la nariz, bajo el tabique (cuidado aquí, no vayan a romper esos huesos que son frágiles).

d. Bajo los párpados inferiores, encontrarán un huequito.

e. En el entrecejo (aquí necesitarán un solo dedo, a menos que tengan alguna deformidad).

Ejercen presión un momento, las veces que sean necesarias hasta que el dolor disminuya. Todas estas zonas están ubicadas en la piel, no vayan a meterse los dedos en los ojos o la nariz que no es lo que indiqué... pero si quieren hacerlo nadie los detendrá, supongo. 

¿Debería recordarles que lo recomendable es no abusar de la lectura, evitar el extremo de necesitar alguna pócima mágica para el dolor... o me ignorarán descaradamente porque tienen una seria adicción a los libros que se niegan a abandonar?

¡Nos vemos en el próximo capítulo, sobrevivientes!