One Shot LS

En mis sueños II

Louis apretaba fuertemente el borde del asiento. Los nervios lo derribaban pero también lo mantenían lúcido. El hombre frente a él se mantenía concentrado leyendo su currículum. La habitación era pequeña y sofocante, mal día para colocarse una corbata.

—Bien.. Louis— habló el hombre robusto en su perfecto traje azul oscuro — tus
referencias son impecables — el hombre tenia un perfecto acento inglés— pero tengo una pregunta— alzó una ceja, Louis tragó saliva— ¿porqué debería darte este puesto?- preguntó

Louis dejo salir el aire. Sabía exactamente por que quería aquel empleo, mas tenia que mentir para obtenerlo

—Señor —comenzó siendo respetuoso— sinceramente no es en lo que me veo haciendo en un futuro, mas soy nuevo aquí y me he enamorado de su restaurante desde el primer día en el que pise el establecimiento, y si ser un simple mesero cumple aquél sueño de un simple turista, me haría una persona completa — no se sintió sincero pero el hombre sonrió complacido

—Bueno entonces sera un placer tenerlo a bordo— estrecharon la mano en un apretón definitivo. Lo había conseguido

—Y entonces este chico se te apareció en un sueño—  Liam, su amigo y compañero de trabajo intentaba seguirlo y entenderlo

Harry giró los ojos por quinta ves

—Si, ya te lo dije— le lanzó una bola de papel sentado desde su escritorio. Liam podía ser su mejor amigo y socio corporativo pero en ocasiones era alguien muy tonto. El chico de traje esquivó el torpedo y le lanzó una mirada furtiva

Harry sonrió

—Hace mucho que no sonreias así — dijo Liam—espero que el motivo sea alguien de carne y hueso y no un sueño húmedo

Harry le lanzó otra bola de papel

—Tienes suerte —dijo señalando — si fueras empleado mío ya estarías despedido.

Ambos rieron.
Cuando Liam se retiró, Harry apoyó la cabeza sobre el respaldo del asiento. ¿Era muy estúpido pensar en alguien que solo había visto en un sueño?

—¿Te iras?— Paula, la tía de Louis lo observaba mientras él se dirigía hacía su habitación

Louis bostezo

—Lo siento— habló él — no te gustara oír mis ronquidos de marmota—  ambos rieron. Louis se acercó a ella y dio un suave beso en la mujer de sesenta y cinco años.

Apagó todas las luces, dejando la televisión prendida donde su tía disfrutaba de una película romántica. Por último se percato de cerrar bien la casa, no era un vecindario muy bueno y había que cuidar lo poco que tenían.

Cuando se recostó en la cama el pensamiento no salía de su cabeza. Quería soñar con Harry nuevamente pero no estaba seguro de que volviese a pasar.

—¿Louis?— Louis oía su nombre a lo lejos pero la oscuridad absoluta lo mantenía distraído

—¿Harry?— preguntó, sintiéndose estúpido al pensar que podía ser el chico de rizos nuevamente. Miró hacia todos lados pero era inútil.

Nada se veía. La oscuridade reinaba, mientras Louis sin miedo a nada comenzó a caminar.

—¿Louis?— el eco de su voz volvió a resonar. Definitivamente era Harry, aún recordaba aquella pesada y profunda manera de hablar. Louis apretó  el paso, siguiendo el llamado, cuando no tan lejos de él, divisó una puerta plateada. Corrió hacia ella y de un movimiento rápido la abrió.

El viento golpeó su rostro. Los edificios de la ciudad iluminaron su mirada. La azotea era enorme, muy alta. La noche reinaba y las estrellas lo miraban caminar hacia el precipicio.

Harry yacía de espaldas, contemplando la ciudad

—Hola— dijo algo entusiasmado. Harry se giró y sonrió sorprendido, una luz brillaba en sus ojos ¿verdes? Louis se sentía temblar

—Creí que no te vería— Confesó Harry

—Yo igual— Louis contemplaba el iluminar de la ciudad, cuando se dio cuenta de que no estaba en Holmes chapel, no le dio mucha importancia, después de todo era un sueño.

—Es mi ciudad— habló Louis en un susurro, la extrañaba pero era  necesaria la mudanza.

— Se ve que te gustaba— habló Harry. Louis lo miró y sonrió. Asintió como respuesta y aspiró aire.

Harry seguía perdido en aquella pequeña figura que miraba el horizonte.

—¿Y que te hizo mudarte a un pueblo silencioso?— preguntó Harry

Louis suspiró

—¿Te cuento la verdad?—

Harry asintió

—No me he mudado por que quería —Confesó con tristeza — la nueva esposa de mi padre no me quería mucho— izó una pausa—en realidad— sonrió— en realidad ni siquiera me soportaba, y aún no entiendo el porqué pero mi padre ni se opuso el día en que ella le sugirió la idea de que yo me mudase, según ella yo era muy grande como para segur viviendo con mi padre— se detuvo un momento para mirar Harry quien lo miraba atento con el ceño fruncido. Continuó — entonces un día llegué de la universidad y mi maleta estaba sobre mi cama, con una carta a su lado que decía que aquí estaba mi— se detuvo y miró hacia sus zapatos— decía que aquí estaba mi madre, mi madre verdadera

—No conocías a tú madre— no era una pregunta era una afirmación. Louis asintió

—Cuando llegué aquí, en realidad no la encontré, a la que si encontré fue a Paula, a ella si la conocía desde niño y bueno...me dio un hogar— alzó los hombros — en realidad doy pena — sonrió—¿ y cual es tú historia?— giró para poder verlo y lo atrapó mirándolo atentamente

—Eres muy hermoso— confesó el rizado. Louis era un tomate. Harry sonrió, si era un producto de su imaginación que mas daba que expresara lo que sentía.

Louis tocó sus mejillas las cuales ardían de  vergüenza, no recordaba la ultima vez que habían estado así.

Iba a contestarle cuando el rizado comenzó a acercarse  hacía él. Con una mano deslizando el borde de la barandilla. Louis mordió su labio inferior. ¿Que tan malo era besar a alguien en un sueño? Después de todo....

Los centímetros que los separaban los llenaba el aire que emanaban sus cuerpos. Louis titubeó, mirando hacía los rosados de Harry,

—Supongo que..— habló, mas sus ojos se cerraron al sentir el tacto de Harry en su mejilla

—No,no,no— Louis despertó en la cama, el sol aun no salía y su respiración le jugaba una mala pasada. volvió a buscar con la mirada pero no lo encontraría.

Cerro los ojos y cayó hacia atrás. ¿Porqué? ¿Porqué se despertaba siempre en el mejor momento del sueño?