Oh Louis

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Nisiquiera recuerdo mi cara de impresión, pero estoy seguro que fue patetica.

Yo no quería venir, en primer lugar mamá es muy astuta insistiendo. Quien me manda a mi a meterme donde no me quieren. El lugar ademas de estar lleno era inmenso, mamá decía que ma tía Julia podía darse varios lujos y lo entendí mejor al ver las estrellas del hotel, 5. Cinco puñeteras estrellas que me gritaban en la cara que yo jamas podria siquiera pedir una habitación allí. No es como que me importarse mi pobre estilo de vida, pero esta noche a Jay sí le importaba. Se movía nerviosa de aquí para alla, retocaba su maquillaje, palmeaba su cabello y lo mas vergonzoso es que deslisaba su dedo humedo por mi mejilla. Aunque sin animo de acaparar atención la peor parte me la llevaba yo. ¡Me estaba axficiando! Ningún ser humano podría resistir como yo lo hice, o lo que intenté. Razón número uno por la que quería buscar un baño. Mamá me miraba en desacuerdo, por que el lugar estaba llenándose y había rumores de que la novia(osea mi tia) estaba por llegar. Me escabullí de todos modos, el pantalón me apretaba el trasero y valla que tengo trasero, y el puñetero saco apenas si me abrocha el boton del medio. Varias personas me miraban de más y mi cabeza siempre gacha.

Entonces mis ojos se abrieron a mas no poder, mis mejillas se acaloraron y un pico de calor recorrió mi cuerpo hasta hacer crujir mi garganta con una pequeña risa. Todo aquéllo en el momento en que escuché los gemidos. Maldita sea, aquella persona la estaba pasando realmente bien.  Creo la habitación era la número 253, lo recuerdo por que tenía bordes dorados. Mi maldita curiosidad subió de nivel cuando me di cuenta que los gemidos eran de dos hombres, ¡Dios mio! me estaba gustando escucharlos. Y quise llenarme más de aquéllo. Mala decisión. Cuando pegué el oído a la puerta esta se abrió y yo caí de cara al suelo. ¡Tierra tragarme por favor!. Elevé mis ojos y frente a mí había un pequeño escritorio. El primero sujeto no podiar verme por que estaba sentado sobre dicho escritorio, habiéndose de piernas mientras abrazaba al sujeto que sí me miraba. Aunque reaccionó algo tarde por que mi estrepitosa entrada nisiquiera había interrumpido su orgasmo. El sujeto le mordida el hombro mientras gotas de sudor caían por su frente. Aunque no estaba desnudo no era in idiota al no saber que lo estaba penetrando y jugando con aquel delgado muchacho. 

Hui. Mis pies reaccionaron a sus ojos cuando ellos me miraron como si fueran a matarme. Ni siquiera recuerdo si pedí disculpas o mi cara de puta impresión, sólo recuerdo sus ojos verdes.

Mamá me preguntó por que sudaba yo solo pensaba en irme a casa. Quería irme antes de cruzarme con aquéllas personas. Pero la novia estaba en la puerta, entonces todos murmuraba y miré hacía el altar. El novio era un muchacho joven, casi tan alto como yo, ll que no es mucho. Se fajaba la camisa y parecía acalirado y ajitado. Entonces recordé su lechosa piel sumisa y negué al pensar en que el chico que estaba por casarse con mí tía podría haber sido el que hace instantes estaba bajo el cuerpo de aquél semental.

Si la ceremonia fue emotiva no lo recuerdo. Tenía algo en que pensar. Aplaudo en el momento que nos dicen que había que pasar al lugar de la fiesta y me convenzo de que no me interesa conocer al sujeto que mi tía va a dejarle toda su fortuna.

Mamá si tiene una charla con su padre, al parecer era el dueño de una empresa importante, fiel creyente de que todo hay que ganarselo, por lo que deja a la vista las intensiones de su hijo. Aunque sus cejas se arqueban cada dos palabras el señor Smith de algún modo me transmitía confianza. Parecía un hombre sabio y astuto y vigas. Me saludó con un fuerte apretón de mano, como —según él— hacen los hombres. Admito que me dolio. Lo veía estirar su largo bigote mientras me inspeccionaba, creo haberle caído bien por que terminamos tendiendo una charla muy agradable. Le comenté sobre mis estudios y los deseos que tenía en poder pagarme la carrera de ingeniería. Él parecía asombrado con aquel sueño. Me dijo que le agradaba lo entusiasta que era y que conocía a alguien que podría ayudarme. Yo negué varias veces y el seguía frunciendo el ceño "una persona inteliguente no desaprovecha una oportunidad como esta" me había dicho. No había que pensarlo mucho, la verdad tenía razón. Me recuerdo sonreír y también cuando aquella mueca única se fuede mi boca. Le dejó paso a que mis ojos se abriesen y mi piel se vuelva como la de un muerto. El señor Smith saludó a alguien de detras de mí que luego se acercó a nosotros. No parecía sorprendido o quizás no me reconoció pero ¿Como olvidarme? Fui el que irrumpió en el momento en que junto al esposo de mi tía ensuciaban la madera de su descicha y pecado. Fui astilla por un momento y el me vio. Pudo haberlo echo, pero como no estar preocupado si aquello a lo que fui testigo estaba mal. Y quizás finjia. Quizás lo hacía por que al estrechar su mano, lo verde de sus pupilas se clavaban en mí, y creó que pudo ver hasta mis pecados. Él es Harry styles, dijo elSr Smith.

One Shot LSWhere stories live. Discover now