Concubina Demoníaca de Mil Caras

Parte 107/108

Capítulo 107.1 - Dos Piernas Rotas

Al mismo tiempo, una vez que Lan Bai salió del baño, se sintió mucho mejor.

Justo cuando llegó al Pabellón de Viento Inclinado, vio a una inquieta sirvienta.

Ella sonrió, "Eres tú, ¿qué está pasando? Usted no ha sido regañado, ¿verdad? Yo digo que mi sopa hervida de hongo blanco es increíble".

En aquel entonces, cuando todavía estaba en su propia residencia, solía usar esto para endulzar a su padre.

La doncella sonrió agradecida, "Es una suerte que estés aquí hoy, de lo contrario estaría en problemas".

"Está bien, simplemente me encontré contigo por accidente".

Palmeó el hombro de la criada mientras sonreía y negaba con la cabeza.

Pero cuando su mano se acercó al hombro de la criada, de repente sintió algo pincharse en su cuello.

Todo su cuerpo se puso rígido y en el siguiente segundo, antes de que ella pensara en una razón, cayó inconsciente.

Cuando Lan Bai se despertó nuevamente, sintió que toda su cabeza estaba un poco entumecida.

Ella negó con la cabeza y tomó medio día antes de sentirse un poco más clara.

Cuando sintió que su cabeza no dolía tanto, finalmente abrió los ojos.

Pero cuando vio su entorno con más claridad, su expresión cambió por completo.

Frunció el ceño mientras miraba a la mujer sentada en un asiento no muy lejos.

Era la Segunda Señora Ruan Zhen, le echó un vistazo furtivo.

Esa mujer venenosa, ella siempre había intentado tramar contra su amo.

Cuando sus ojos se alejaron y vio el Lou Qufeng al lado de Ruan Zhen, ella se sorprendió aún más.

Lan Bai miró a su alrededor de nuevo y de repente también vio a la Cuarta Dama, Chi Mei'er, así como a la Tercera Señorita Lou Yun'er.

Instantáneamente, sus cejas comenzaron a arrugarse.

¿Qué estaba pasando aquí?

Trató de moverse para sentarse, pero descubrió que no podía moverse en absoluto.

Tenía los brazos atados detrás de su cuerpo, todo su cuerpo se sentía flojo.

No podía moverse y, obviamente, había caído en su trampa.

"¿Estas despierta?"

La Segunda Señora Ruan Zhen bajó del asiento del amo, caminando alrededor de Lan Bai en un círculo.

Sus encantadores ojos se curvaron cuando un destello de frialdad pasó, "¿Sabes dónde está?"

"No lo sé." Lan Bai miró a su alrededor, ¿cómo podía saber dónde estaba?

La sonrisa de Ruan Zhen se hizo más profunda, "Esta es la sala ancestral de la Residencia Lou".