In troubles → cake hoodings.

tres ♔

Abrí mis ojos a tope, sin poder creer lo que estos veían. Luke y... ¿quién es ella? Finalmente dejaron de traspasarse saliva y se dieron cuenta que yo estaba ahí, viendo todo. Apreté mis labios y alcé las cejas, mirando fijamente a Luke a los ojos.

Finalmente pareció comprender mi mirada, ya que dijo...

— Oh, claro. Calum, ella es Melanie; Melanie, él es Calum.

— Uhm, hola. Mucho gusto, Melanie.

— Igualmente, Calum -dice, aún con un ligero rubor en sus mejillas debido a haberla visto casi tener sexo con Luke frente a mí.

Mi mirada se cruza con la de él y siento mi estómago rugir, debido a no haberlo alimentado desde anoche. Debió haber escuchado aquel extraño rugido ya que me miró con un poco de culpa en sus ojos.

— Iré por algo de comer, ustedes pueden seguir... con lo que hacían.

— Cal...

Pero antes de que completara la oración, yo ya había salido de la habitación.

«Eso fue por puto, Luke Hemmings».

Crucé el pasillo que nos separaba de los chicos y toqué la puerta de su cuarto con mis nudillos. Pero, antes de eso escuché unos gemidos.

¿Qué?

Un sonrojado, despeinado y preocupado Ashton se posó frente a mí y no pude evitar reír. ¿Hoy es día de conquistas acaso?

— ¿Con quién ligas, Irwin?

— U-uh... Con nadie, es que estaba..., viendo vídeos porno, sí -dijo más bien para intentar convencerse a sí mismo. Alcé ambas cejas y largué una carcajada, negando con la cabeza.

Empujé su cuerpo a un lado y entré a la habitación.

Michael era su 'conquista'.

Oh Dios.

Tapé mis ojos con ambas manos en un acto de niño pequeño y apreté mis labios, largando todo el aire acumulado en mis pulmones posteriormente.

— Wow. ¿Entonces Mashton es real? -pregunté, aún sin destapar mis ojos y sabiendo la respuesta.

— S-sí, es real -contestó la voz de Michael.

— ¿Puedo destapar mis ojos ya?

— Claro -habló nuevamente Mike.

— Me deben una explicación, pero eso será después de que tengan su propia acción si es que me comprenden. Iré a comer, me avisan cuando pueda volver.

Y con eso salí de la habitación para dirigirme al buffet del hotel, tomando una botella de agua y una dona, y comiéndolo como si fuera el fin del mundo y esa fuese mi última comida. Alguien tocó repetitivas veces mi hombro, haciéndome voltear casi de mala gana.

Luke.

— Oh, ehm... hola.

— Hola, Cal -susurró, tomando asiento al lado mío.

Fruncí el ceño y torcí mis labios, cerré mis ojos un momento y, después de abrirlos, pregunté.

— ¿Estás bien, Lukey?

— Me siento malito -hizo un tierno puchero y, después de voltear mi silla hacia él, se sentó en mi regazo. Así cómo yo había hecho antes.

— ¿Qué te pasa?

— Me siento torpe y... y débil.

— Párate y vamos a la habitación a que te recuestes -miré su rostro fijamente y, si de por sí el muchacho ya era pálido, ahora era un papel-. Cambio de planes, te voy a cargar.