Inter Mundos

Capítulo 1: Conociendo a los campeones

Artuk llegó al lugar sin mucho problema. Aunque el frío era intenso, éste no había sido impedimento para alcanzar aquel gran templo escondido a la gente normal.

—¿Quién anda allí?—preguntó un hombre emergiendo de la nada, vestía una túnica y capucha, el joven lo reconoció como uno de los magos guardianes del lugar.

—Soy Artuk—dijo mientras extendía un papel con letras que brillaban doradas—. Tengo una invitación para el Inter Mundos.

—¿Qué mundo representas?—preguntó el guardián mientras encendía una luz en su mano.

—¿Este mundo?—dijo el joven mientras se señalaba como un típico joven humano con una capa—. ¿No lo parezco?

—Pensé que habían llegado todos juntos—dijo el guardián mientras extinguía la luz.

—Sí, bueno, me retrasé—admitió el joven—. Problemas en el viaje.

—Pasa por el pasillo hasta el atrio y espera a que anuncien las reglas de este Inter Mundos—dijo el guardia mientras abría unas pesadas puertas con un gesto—. ¡Éxitos!

Mientras caminaba por el pasillo hacia el interior el joven pudo apreciar varios cuadros con representaciones de los estados del ser y los planos de existencia. Sonrió al pensar lo que eso significaba mientras se deleitaba con esa muestra del arte humano. Sin embargo no tenía mucho tiempo para ver cuadros en ese momento. Podía ver una amplia estancia al final del pasillo así que apuró los pasos.

El amplio atrio tenía un elevado techo del cual colgaban varios candelabros gigantes con velas de intensas llamas. Eran flamas blancas que parecían no consumir la cera por lo que el joven pudo apreciar tras unos segundos de examinación.

—Vaya, vaya—dijo una voz mientras alguien se le acercaba—. ¡Otro humano más que llega tardío!

El joven bajó la mirada para ver a un hombre con unas túnicas rojas que portaba una vara de lo que parecía ser algún tipo de mineral rojo tallado y pulido hasta tener una textura escamosa.

—Hey, hola—dijo Artuk, algo tímidamente, no estaba seguro de cómo proceder.

—Eres joven. ¿Debo asumir es la primera vez que participas? Lo digo porque podrías ser de esos inmortales que se quedan en una edad fija.

—No, claro que no—dijo el joven, aunque de inmediato añadió—. Lo de ser inmortal es decir... claro que es mi primer Inter Mundos. Lo he esperado ansiosamente.

—El último fue hace como 400 años, ¿cómo podrías esperarlo?—preguntó el hombre de rojo.

Antes de que el joven pudiera responder llegó una chica cubierta de muchas pieles de animales, su pelo era de mediano largo pero estaba sucio y muy descuidado. Se había desplazado apoyándose con sus manos en el suelo, en una postura similar a la de un animal salvaje.

—¡Eres nuevo!—dijo mientras se paraba y se ponía muy cerca de él para empezar a olfatearlo—. Hueles curioso. ¿De dónde vienes? No he olido cosas como las que tienes en tu aroma en muchos lugares. ¿Eres un mago de fuego? Hay un olor a chamuscado en ti.

—Bueno, se podría...—quiso empezar a explicar.

—¡Genial!—exclamó ella mientras lo olfateaba un poco más—. Sabes, esta ropa es bastante nueva.

—¿Es esto normal?—preguntó Artuk al hombre de rojo.

—Para ella al parecer sí—dijo el aludido—. Apenas la conocí hoy, pero según parece es normal para los demás y eso me basta—se le acercó a susurrarle—. Aún así me parece rara.