Capítulo 10: Noches de Arabia

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La djinn que se hacía llamar Azula estaba frustrada. Hacía casi nada había estado cerca de matar a todos los humanos. Ahora tenía que lidiar con uno muy problemático. Su objetivo estaba rodeado de una burbuja de lo que parecía ser la misma energía de los relámpagos, pero concentrada de una manera que ella no había visto nunca, lo cual era decir mucho.

Su hermano lo había golpeado varias veces con púas de tierra, pero ninguna había penetrado la protección, sólo había mandado a volar varios metros en diferentes direcciones con el humano levitando en medio de ella sin sufrir más que sacudones con cada impacto. Ella había intentando acertarle en cada rebote, pero el humano parecía tener alguna forma de controlar la dirección en la que iba porque siempre terminaba con una trayectoria que le beneficiaba.

Finalmente chocó con el abismo y las rocas empezaron a caerle encima. La burbuja repelió las primeras, apartándolas apenas impactaban, pero las siguientes solo empezaron a asentarse encima. Su hermano emergió del suelo al poco rato y golpeó la protección con un martillo de roca que conjuró entre sus manos. El impacto produjo un estallido de sonido en todas direcciones además de quebrar el muro tras la burbuja, pero seguía sin poder dañarla.

—¡¿Qué clase de magia es esta?!—exclamó su hermano mientras disipaba el martillo de tierra y hacía brotar una mano gigante para intentar atrapar al humano, pero sólo consiguiendo aferrar la esfera.

—No es magia—dijo el humano dentro mientras buscaba dentro de su abrigo—. Es sólo ciencia aplicada y... la verdad, no creo que puedan entenderlo. Así que mejor usaré esto y ya.

El humano lanzó un disco brillante fuera de su burbuja el cual apenas estuvo en proximidad a su atacante empezó a brillar. La djinn tuvo un recuerdo de los días de la Era del Encadenamiento y no pudo evitar sentir una mezcla de rabia y terror.

—¡Muévete!—gritó ella con todas sus fuerzas mientras creaba una flecha de electricidad—. ¡Es un contenedor!

Por toda respuesta, su hermano empezó a dispersarse dentro de la tierra, pero no logró hacerlo del todo antes de que el disco liberara una cantidad inmensa de luz. Incluso ella siendo un djinn de relámpagos quedó temporalmente deslumbrada. Cuando el resplandor se hubo dispersado no había rastros del humano. Lo habría buscado mejor, pero estaba más centrada en saber el destino de su hermano.

—¡¿Dónde estás?!—preguntó a gritos mientras se acercaba al lugar a toda prisa, temiendo lo peor—. ¡¿Estás bien?!

—Sí, lo estoy—dijo una voz mientras se escuchaba el crujir de tierra—, al menos la mayor parte de mí.

Cuando ella lo miró no pudo evitar sentir alivio y luego algo de asombro. La mitad del cuerpo de tierra de su hermano había sido destruido por completo revelando parte de su forma real. Era curioso verla de nuevo, la última vez había sido hacía tanto que no la recordaba por completo, eso sí recordaba el cuerno, pero eso fue lo primero que él ocultó bajo la apariencia de la extraña corona que solía llevar.

—Tenemos que encontrarlo—dijo el djinn de tierra mientras terminaba de recubrirse de sedimentos—. ¿Dónde está el resto?

—Pues él seguro aún está persiguiendo al dragón—dijo Azula pensando en su hermano de fuego—. Y él dice que no quiere luchar con humanos así que quizás está retando a otro grupo—hizo un especial énfasis al referirse a su otro hermano ausente, aunque realmente odiaba el siquiera considerarlo un hermano—. Quizás hasta ya lo derrotaron hasta dónde sabemos.

—No, no siento que su presencia se haya disipado—dijo su hermano de tierra mientras se empezaba a desplazar como una nube de polvo—. Pero sí que nuestro otro hermano se ha debilitado, quizás deberíamos ir por él.

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⏰ Last updated: Dec 03, 2018 ⏰

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