2 (Un hermano por navidad)

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Hidden Valey, 8 de enero de 2018

*Nicky*

Era todavía muy temprano, pero no tenía sueño ni ganas de dormir.

Salí de mi habitación con dirección al comedor, donde encontré a mi padre, sentado solo tomando el desayuno en esa mesa gigantesca.

Deposité un beso en su cabeza y me senté a su lado, mientras la sirvienta me traía el desayuno.

- ¿Cómo te fue amor?

Ay, no! No quiero hablar de eso, pero él insistirá.

- Ese chico es insufrible, todo frío y todo idiota. Es un total imbécil.

- Te trató mal mi vida? Qué pasó?

- Pues al parecer solo trata con cariño a los animales, cuando me convertí en perro me habló más que cuando me convertí en humana. Y dijo que nuestra escuela era de niños pijos y jodida.

- Y tú te enfureciste. -afirmó papá como si fuese obvio.

Suspiré.

- Nicole, pequeña, yo...

- No, papá, -lo interrumpí- no quiero saber lo que sea que me vayas a decir, solo dices mi nombre completo cuando no va a gustarme lo que dirás.

Mi papá se frotó las sienes.

- Nena... ese chico vivirá aquí, con nosotros.

¿¡QUÉ!?

- Pe-pero por qué? Ese idiota? Noooo, papi.

- Señor Muller -interviene la sirvienta- perdone que lo interrumpa, pero lo llaman al teléfono.

- ¡Ya hablaremos de esto papá!

Él me da un beso en la cabeza y se marcha.

De regreso a mi cuarto veo a Louisa, la sirvienta, con una charola dirigiéndose a la habitación de mi hermano pequeño.

- Louisa puedes darme la charola por favor? Yo voy a llevársela a mi hermano.

Vi en su cara el alivio, pues ese pequeñín es todo un demonio, nadie que no seamos mamá y yo tiene derecho a entrar en sus aposentos, como él lo llama.

- Gracias, Señorita.

- Oh! Louisa, llámame Nicky. Me sentiría más cómoda.

- Está bien, señ... digo Nicky.

Louisa se fue a la cocina y yo a entregarle el desayuno a mi hermano.

- Tyyyyler... -canturreo- tu desayuuuuno.

Abro la puerta y descubro almohadas flotando en el aire, y ni rastro de Tyler.

- Pero qué pena! Ahora a quién le voy a dar el yogurt de fresa si Tyler no está en su habitación.

Finjo desdicha.

- Aquí estoy, ese yogurt de fresa es mío.

Grita desde el otro lado de la habitación.

- ¿Volviste a hacerte invisible? Enano tramposo.

- Lo sieeento. ¿Ya me darás mi yogurt de fresa?

- Aquí tienes.

Le di su yogurt y esperé a que lo probara, una vez que lo hizo hablé.

- El señor Perez (su hámster) orinó en él. 

Invisible guysWhere stories live. Discover now