Capitulo 1

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Percy:

Estaba durmiendo plácidamente en mi cómoda y caliente cama, cuando la luz del sol se filtro en las cortinas y dándome de lleno en la cara.

Abrí los ojos y vi mi desordenada habitación, la ropa que he usado toda esta semana estaba desparramada por el suelo, también los libros que me regalaron estaban esparcidos por todo el escritorio, todos menos uno.

El libro que no estaba esparcido por el escritorio, era el que contenía todo lo que se debería saber sobre el océano y sus habitantes, ese libro estaba en la maleta que prepare para ir a la mañana siguiente a mi nuevo barco donde en el cual sería el capitán, el libro era tan importante para mí porque era lo último que me había regalado mi padre antes de que un maldito pirata lo matara, recuerdo que cuando murió estuve día y noche leyéndomelo y releyéndomelo, ya que es mi posesión más preciada.

Me levante de la cama y baje al comedor para ir a por mí desayuno, cuando entre en la habitación vi a mi queridísima madre poniendo la mesa.

Mi madre, no sé como describirla, bueno empezare con la apariencia física, ella tiene el pelo marrón ondulado y perfectamente peinado, todo lo contrario a mi pelo negro lacio y que no quiere que lo peinen ni por todo el oro del mundo, sus ojos son de color marrón, reflejan todas las cosas buenas que hay en esta vida y por las que se merece la pena luchar y dar la vida para que no desaparezcan.

Ahora os diré su carácter, vosotros imaginaos a la persona más dulce, buena, cariñosa y comprensiva, que conocéis en sus vidas, pues aplicadle esas cualidades mil veces más y tendréis a mi madre.

Me senté en la mesa del comedor y miré el desayuno, el último desayuno que tomaría hecho por ella, pues mañana me embarcaría en una aventura contra piratas. El desayuno consistía en unas tostadas con mantequilla y leche de cabra de la vecina, era la mejor cabra del pueblo. Empecé a comer como un cavernícola y rápidamente me lo termine.

- Hijo, que te he dicho sobre comer así -dijo mi madre por primera vez en la mañana

- ¿Qué así se come? -

- No, que pareces un pira... -

- Ni los menciones madre - le interrumpí.

- Percy ellos no son tan malos como tú crees -

- ¡¿Que no lo son?! Mamá esos seres son solo maldad y no les importa matar, ¿Acaso no te acuerdas de lo que le hicieron a papá? -

- Bueno no vamos a entrar en una discusión, es tu último día en casa -después me abrazo y yo le correspondí sin dudarlo

- Mamá me voy a vestir y me estas asfixiando -

- Perdón hijo, ve a vestirte -

Subí a mi cuarto y miré una y otra vez mis dos posibles conjuntos del día, y no, no soy una chica (Sin ofender). Por fin me decidí y cogí el conjunto normal en vez del uniforme para esta noche, pues iría a ver a Jason y preguntarle cómo le iba con lo de encontrar una esposa.

Jason es mi mejor amigo desde que tengo memoria, un chico un poco más bajo que yo y con un año menos, su pelo es de color rubio y sus ojos son azules eléctricos como los de su padre el rey, su sentido del humor es igual al mío por eso nos llevamos tan bien.

Miré el reloj que tenía colgado en la pared y tenía tiempo para ir al castillo volver y cambiarme al uniforme para ir a la fiesta que se celebraría en mi honor para ascenderme y al día siguiente estaría navegando en mi nuevo barco que me regalaría el rey por la noche en la fiesta, estaría surcando los siete mares en busca de los asquerosos piratas para matarlos uno a uno.

Pensar en mi nuevo destino hizo que pensara en mi sueño de matar a la pirata más mala y temida en todo el inmenso mundo, en quemar su barco el famoso "argo II" que destruía ciudades enteras sin dejar a ningún superviviente, la pirata más temida no tenía un nombre pues ella nunca lo ha dicho y los que lo conocen nunca viven demasiado para contarlo, cuando alguien se refería a ella la llamaban por su sobre nombre "la pirata fantasma"

Me desperté de mi ensoñación y me levante para encaminarme hacia el castillo.

- Adiós mamá me voy a ver a Jason -

- Vale cariño pero no tardes que tienes que prepararte para la fiesta -

- Sí mamá -

- Y estaría bonito que el invitado de honor no apareciera -

- Mamá que vendré a tiempo para prepararme, no te preocupes - y le di un tierno beso en la mejilla.

- No me digas que no me preocupe -

-¿Por qué?

- Porque cuando me lo dices no puedo evitar preocuparme más - Le di mi mejor sonrisa de "no te preocupes"

- Te quiero mamá - le di otro beso en la mejilla.

- Yo también, no te metas en problemas  -

- Mamá ya no soy un niño -me queje.

- Tú siempre serás mi niñito - esta vez ella me dio un beso en la mejilla.

Sali de mi casa, caminé por el pueblo, ¡Lo echaría mucho de menos! Miré delante de mí y vi que estaba enfrente del castillo, enfrente de la casa de Jason.

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora